Restricciones y petición de usos responsables del agua llegan a los pueblos de la Montaña de León

La fuente junto a la iglesia de Caboalles de Arriba.

Luis Álvarez

Villablino —
6 de agosto de 2025 08:41 h

La comarca de Laciana, en plena Montaña Occidental de la provincia de León, revive situaciones de escasez de agua que eran muy frecuentes hace algunas décadas, y que ahora se repiten cada ciertos años, lo que ha obligado al Ayuntamiento de Villablino a impulsar una advertencia de restricciones para su uso doméstico, que afectarán a cientos de vecinos.

En concreto, se trata de limitaciones al consumo domiciliario de agua en tres importantes y pobladas localidades del municipio, los dos Caboalles, tanto el de Arriba como el de Abajo, y Villager. El motivo oficial es por “escasez de recursos hídricos”, según se explica en el bando municipal hecho público ayer lunes.

Se trata de una situación de escasez de agua para el abastecimiento domiciliario que parecía olvidada en el tiempo, al menos en su situación más grave. Y es que hace décadas, en concreto en los años 70 y mitad de los 80 del siglo pasado, que se apreciaban dificultades de este tipo ante el crecimiento habitacional muy rápido de las poblaciones situadas a menor cota de altitud, es decir, las de Villablino y Villager, especialmente.

Tras años de esos problemas, el uso de dos nuevas fuentes de abastecimiento, procedentes de captaciones en los ríos de Sosas y Orallo, pusieron fin a los problemas de abastecimiento. Ahora, las localidades de esta comarca leonesa se han visto muy reducidas en población, perdiendo en los últimos 20 años casi la mitad de sus habitantes, pero sin embargo persiste el riesgo de quedarse sin el agua suficiente para garantizar el consumo humano.

Una de las fuentes del pueblo de Caboalles de Abajo.

Entre las causas posibles de esta extraordinaria situación podrían situarse el muy alto estiaje y la merma de caudal de las captaciones que abastecen a estas localidades, lo que podría servir de aviso premonitorio para el resto del municipio. Hay que tener en cuenta que este año, en invierno y primavera han podido haber precipitaciones de lluvia, pero en el caso de la nieve ha sido mucho menos, lo que podría incidir en los reservorios naturales de la comarca. También podrían sumar otros motivos como pueden ser las perdidas, averías o roturas en muchas de las conducciones.

Las restricciones, al detalle

Según se especifica con estas medidas en el bando que firma el alcalde, Mario Rivas, lo que se pretende es “garantizar el abastecimiento de agua potable a la población”. Por ese motivo es por el que se prohíbe la utilización del agua procedente de la red general de abastecimiento. En concreto, queda prohibido su uso para “el riego de huertos y jardines, el llenado de piscinas, el lavado de vehículos o cualquier otro uso que no sea el contenido en las tarifas”.

Estas especificaciones vienen reflejadas en el detalle de los usos de agua contenidos en la Ordenanza reguladora de la tasa por suministro de agua potable. De momento se espera que se trata de una situación tan solo temporal, por lo que añaden en el texto del bando se añade que se adoptan “sin perjuicio de que se puedan permitir tales usos cuando ello no perjudique el normal abastecimiento”.

Para finalizar se recuerda que el incumplimiento de lo establecido en los bandos u otras disposiciones de la alcaldía pueden ser “sancionado con multas de 300 euros”. Y se “solicita la colaboración de todos los vecinos y vecinas para hacer un uso responsable y solidario del agua”.

Imagen del pueblo de Caboalles de Abajo, archivo.
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