Nuevas críticas a la Diputación de León por su gestión de la estación de Leitariegos: “Ha sido un auténtico desastre”
Ahora que finaliza el año es tiempo de balances y previsiones para el nuevo ejercicio de 2026. Para la plataforma ciudadana Leitariegos Existe (LEx), cuyo objetivo principal es promover e incentivar la mejora de las instalaciones de la estación invernal de Leitariegos, el año 2025 “ha sido un auténtico desastre”.
El que se anunció a principios del pasado verano como el año definitivo para la ampliación y mejora de las instalaciones en Leitareigos, que ya acumulaba 10 años de retrasos, se ha convertido en un enorme fiasco.
Imprevisión en la gestión de las obras, pifias empresariales, parches de última hora y mala gestión en la adjudicación de las instalaciones anexas de hostelería han hecho que el inicio de la temporada se haya convertido en un “bochorno vergonzoso” para los integrantes de la plataforma LEx.
“Se ha desmontado el telesilla de La Laguna, y no se ha instalado el nuevo, y difícilmente se podrá colocar el próximo verano”, lo que va a provocar en días de gran afluencia una congestiónen el inicio de los remontes, pues el viejo que había servía para hacer más fluido ese comienzo.
El telesilla denominado de La Ferradura, no funciona “porque no se eliminó parte de la tierra necesaria”. Se han recibido las obras de la balsa de agua que alimenta el sistema de innovación artificial “con fugas de agua, lo que se podría haber hecho el pasado año, para no echar por tierra toda la temporada de esquí anterior”.
Además, la asociación denuncia que han sido incapaces de adjudicar las dos cafeterías de pista y el albergue Alvarez Carballo. Arrancando la temporada sin ningún servicio de hostelería en la estación.
“El albergue incumple varias normativas legales para este tipo de instalaciones, sin embargo, lo sacan a concurso y obligan al adjudicatario a mantenerlo abierto todo el año, incumpliendo la ley, un auténtico despropósito”, critican desde LEx.
Según ha podido saber ILEÓN, la inclusión del albergue en el paquete del concurso de adjudicación de la hostelería es el principal problema que ha motivado que los dos concursos convocados hayan quedado desiertos: “El albergue, en esas condiciones de apertura obligatoria todo el año, es una ruina económica. Con gastos de personal y mantenimiento que no se pueden cubrir”.
Lo que lleva a los posibles adjudicatarios a plantearse el riesgo de ante una mala temporada de nieve, tener que cubrir los gastos del albergue con su propio dinero, “y si la temporada es rentable para las instalaciones de pista, el beneficio se va en cubrir el déficit del albergue, si alcanza ese beneficio”.
Finalmente, buscaron una adjudicación directa a un empresario de Cangas del Narcea para poder abrir, quien, al comprobar las necesidades de maquinaria y dotación insuficiente de las instalaciones, decidió renunciar a la oferta.
Ni los Reyes Magos lo arreglan
Esa podría ser la petición de la plataforma LEx en su carta a los Reyes Magos para este año 2026. “Ni con un milagro se arregla este desbarajuste, parece que hay gente empeñada en la Diputación en que la estación de Leitariegos deje de existir”. Si no, aseguran no comprender como se puede ser “tan nefasto gestor” de un patrimonio público.
Por eso en su carta a los Reyes Magos y sus deseos vehementes de acontecimientos venideros en el año 2026, solo incluyen “que, a los responsables políticos y gestores de la Diputación, les alcance de una vez el sentido común y se pongan ya a trabajar para aprovechar los 10 millones de euros presupuestados para las inversiones en Leitariegos”.
En tono irónico alguien apunta que “luego se les llena la boca con mesas por León y reivindicaciones territoriales, cuando son incapaces a invertir y gestionar adecuadamente el dinero y las instalaciones de las que ya disponen”.
Visto el resultado de este arranque de la temporada invernal, comentan desde la plataforma, que ahora entienden por qué “no contestaron, ni admitieron nuestras tres solicitudes de reunión con el presidente, en abril, mayo y junio; para abordar el asunto de las obras pendientes”. Y suponen que “sería para no tener que mentirnos, pues ya sabían o intuían lo que iba a pasar; un gesto de honestidad que les honra, el de no mentirnos”.
