La Junta quiere hacerse oir en España ante la refinanciación autonómica que viene en 2014
La Consejería de Hacienda de la Junta “intensificará sus esfuerzos” en 2014, para que la postura de la Comunidad frente a la anunciada reforma de la financiación autonómica, “sea escuchada tanto dentro como fuera del territorio autonómico”. Para ello, continuará “buscando alianzas y apoyos” a su posición, que ya cuenta con el respaldo de “todos los grupos parlamentarios, los agentes económicos y sociales y las organizaciones agrarias”, señalaron desde el departamento que dirige Pilar del Olmo. Además, Castilla y León mantendrá su compromiso con la estabilidad presupuestaria, la consolidación fiscal y el cumplimiento del objetivo de déficit.
Las mismas fuentes destacaron que las previsiones de la Consejería de Hacienda para el año que entra pasan por una “progresiva mejoría de la situación económica” de la Comunidad, posición que se ha manifestado en la elaboración de un Presupuesto que contempla un crecimiento del Producto Interior Bruto del 0,7 por ciento y que “pone fin a la destrucción de puestos de trabajo”.
Por lo que respecta a 2013, desde la Consejería de Hacienda remarcaron que el ejercicio ha terminado con noticias “positivas” para el crecimiento económico de la Comunidad, puesto que en el tercer trimestre del año la Contabilidad Regional Trimestral constató la “salida técnica” de la recesión. “Con ello se da el primer paso para alcanzar tasas netas de crecimiento y reducir el desempleo, que es el principal problema de la Comunidad y el que más preocupa al Gobierno de Castilla y León”, resumieron.
La consejera de Hacienda es consciente de que durante el año que está a punto de terminar, los efectos de seis años de crisis económica han seguido manifestándose en la pérdida de ingresos públicos ordinarios, lo que ha obligado al Ejecutivo autonómico a tomar decisiones en materia tributaria con el objetivo de incrementar la recaudación por impuestos. De este modo, “se ha garantizado la prestación de los servicios públicos fundamentales, prioritarios para la Junta, y se ha avanzado en el cumplimiento de los compromisos en materia de déficit y deuda pública”.
Precisamente una de las tareas fundamentales y que más tiempo ha ocupado a la Consejería de Hacienda durante 2013 ha sido el seguimiento y control de la evolución del déficit público. Conviene recordar que en 2012, Castilla y León logró reducirlo casi a la mitad, del 2,52 por ciento de 2011 al 1,40 por ciento (por debajo, por tanto, del límite del 1,5 por ciento sobre el PIB). Los últimos datos públicos de 2013, acumulados hasta el 30 de septiembre, lo sitúan en el 0,61 por ciento y revelan que la Comunidad “también estaría en disposición de cerrar este ejercicio en torno al objetivo de déficit autorizado, que equivale al 1,27 por ciento del PIB.
El límite inicial era de sólo el 0,7 por ciento, porcentaje a “todas luces insuficiente” que llevó a Pilar del Olmo, a “plantar batalla” en todos los foros a su alcance y en especial en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). El anuncio del Gobierno central de que aprobaría por primera vez déficits asimétricos y por tanto distintos según las autonomías, obligó a intensificar las gestiones a favor de una cifra para Castilla y León próxima a la media del 1,3 por ciento, “meta que se alcanzó con éxito puesto que el CPFF nos asignó un objetivo del 1,27 por ciento”, dijo.
Con ello se logró reforzar la confianza de inversores y mercados financieros en Castilla y León y así, formalizar la deuda pública prevista, cometido que en 2013 “no ha resultado tan dificultoso como el año anterior”. Tanto es así que antes de que terminara el mes de noviembre la Consejería de Hacienda había cubierto la totalidad de las necesidades brutas de financiación de la Comunidad, y además en mejores condiciones que el ejercicio pasado.
Lo hizo, además, en el mercado ordinario y de la mano de sus proveedores habituales de deuda, es decir, sin recurrir a mecanismos extraordinarios de ayuda como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o la segunda y tercera fase del Plan de Pago a Proveedores.
Otro hito muy relevante en 2013 fue la mejoría de la calificación crediticia de Castilla y León, que avala la agencia internacional de valoración Moody's. Esta entidad continúa situando a la Comunidad al mismo nivel que el Reino de España, algo que ha sido posible gracias a la “solvencia” y “estabilidad” de las cuentas regionales, así como al hecho de que sea la sexta autonomía menos endeudada del país en relación al PIB.
La remisión de información en materia de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas fue otra de las tareas que requirió un constante esfuerzo por parte de Hacienda.
La actividad legislativa de la Consejería de Hacienda volvió a ser intensa: además del Anteproyecto de Presupuestos y de Medidas Tributarias y de Reestructuración del Sector Público Autonómico, que sin duda son las dos leyes más importantes del año, impulsó el Proyecto de Ley de Concesión de un Crédito Extraordinario y de un Suplemento de Crédito y presentó el techo de gasto para 2014.
En materia de función pública y a pesar de las limitaciones presupuestarias, se alcanzaron acuerdos muy positivos con los representantes de los empleados, que se plasmaron en “mejoras significativas” de las condiciones de trabajo. Cabe destacar, en este sentido, el nuevo convenio colectivo del personal laboral, el decreto que regula la jornada, vacaciones y permisos y la normativa sobre prevención de riesgos. Por otra parte, se cumplió el compromiso de resolver un amplio concurso de méritos para que aquellos que lo desearan pudieran cambiar de puesto.