Caja España-Duero y Unicaja ultiman su fusión con la vista puesta en un tercero
Caja España-Duero concluirá 2011 con la vista puesta en culminar su integración con Unicaja, en teoría el próximo febrero, y con la percepción de que a corto plazo será inevitable que se sume al proceso un tercero, lo más probable otra entidad financiera. De momento, Caja España-Duero y Unicaja están inmersos en la creación de un banco conjunto, que se prevé que esté listo el próximo febrero, y del que la entidad de ahorro castellanoleonesa participará en un 30%, mientras que la malagueña en un 70%.
La situación económica y financiera reinante ha hecho que se dé por sentado que se les sume al proyecto un tercero, previsiblemente otra entidad financiera, según han expresado fuentes de la caja castellano y leonesa. Caja España-Duero fue fruto de la fusión de las dos mayores entidades de ahorro de Castilla y León -Caja España y Caja Duero-, un proceso que culminó el 1 de octubre de 2010, cuando se creó por entonces la octava mayor entidad de ahorro del país.
Apenas había echado a andar esa nueva caja, cuando el Gobierno central aprobó un Real Decreto, en febrero de 2011, en virtud del cual se establecieron unos nuevos requisitos de solvencia para la banca española, que en el caso de las entidades de ahorro que no cotizaban en bolsa pasó porque tuvieran un índice del 10% de capital principal. Por entonces, la tasa de solvencia de Caja España-Duero era del 8,2%, por lo que necesitaba un capital adicional de 463 millones de euros para alcanzar ese diez por ciento exigido por el Gobierno.
Caja España-Duero no fue la única entidad de ahorro que no cumplía los nuevos criterios del Gobierno, sino que fueron hasta ocho españolas las que tuvieron que captar 14.077 millones de euros si no salían a bolsa o colocaban al menos el 20% de su capital en manos privadas.
Con este panorama, Caja España-Duero empezó a darle vueltas a un proceso de integración, primero con el Banco Mare Nostrum, que incluso se llegó a anunciar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, posteriormente, con Unicaja, que es en el que están inmersos. El acuerdo de integración con Unicaja pasó porque ambas entidades crearan un banco cada una, para fusionarlos después.
De acuerdo con ello, en septiembre de 2011, los consejos de administración de ambas cajas aprobaron la firma de un contrato de integración para la constitución de un grupo consolidable de entidades de crédito, el tercero que se creaba en España proveniente de una caja, después de La Caixa y Bankia y que es el que están ultimando.
La nueva entidad tendrá su sede en Málaga, estará presidida por Braulio Medel, presidente de Unicaja, y con el presidente de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, como consejero delegado.La operación, se contempló sin necesidad de recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El banco resultante tendrá un volumen de activos que ronda los 80.900 millones de euros. A día de hoy, ambas entidades de ahorro han creado sus respectivos bancos, que funcionan por separado, con cinco vocales en el Consejo de Administración en el caso de Caja España-Duero -que se ha reunido en tres ocasiones- y con quince, en el caso de Unicaja.
Ambos consejos tendrán que aprobar la integración de sendos bancos y el resultante tendrá un consejo de administración con quince vocales, cinco provenientes de Caja España-Duero y diez del de Unicaja, a expensas de la entrada de un tercero que variará esta proporción.
Caja España-Duero y Uniaja cuentan con 9.400 empleados y su integración conllevará la reducción de la plantilla en torno a un 20%, unos 1.800 empleados en tres años, a falta de que concluyan las negociaciones para cerrar esta cifra. La entidad castellanoleonesa ya vio reducida su empleo en más de ochocientos trabajadores con motivo de la fusión de las dos cajas.