La Ponferradina inicia este domingo la liga en Segunda B ante el Zamora en un partido que tendrá que afrontar con ausencias que afectan especialmente a la zona de ataque.
El entrenador del equipo berciano, Claudio Barragán, no podrá contar con el delantero Javi Navarro, incorporado este verano al equipo, que estará de baja aproximadamente seis semanas por una fractura en el talón.
Tampoco estará disponible por lesión otro de los jugadores fichados para esta temporada, el extremo Borja Sánchez, que padece molestias musculares.
Igualmente, el media punta Mateo Míguez no podrá debutar con el equipo en la liga en el primer partido de la campaña porque arrastra una sanción correspondiente al último partido de la temporada anterior, cuando todavía militaba en el Celta B.
Además, el defensa Pepe Alcaide también arrastra problemas físicos y su participación en el partido dependerá de la evolución que presente en las horas previas, mientras que el último fichaje del equipo, el lateral derecho Moisés Jiménez, todavía no está al mismo ritmo que el resto de sus compañeros.
En cualquier caso, Claudio ha recalcado que las bajas no le preocupan “en absoluto” y ha defendido que la Ponferradina tiene “una plantilla muy competitiva, con mucha igualdad y cualquiera puede jugar en cualquier momento”.
Respecto al estreno en la liga, el entrenador recalca que “es importante empezar bien para seguir cogiendo confianza”, aunque ha advertido de que el partido contra el Zamora “no va a ser nada fácil”.
Claudio ha explicado que el rival de mañana “es un equipo muy joven, muy ordenado y es difícil que se descomponga”, por lo que la Deportiva tendrá que “meter mucho ritmo para ganar el partido”.
Este encuentro supone el regreso a la Ponferradina a Segunda B después de que la pasada temporada compitiera en Segunda A sin conseguir el objetivo de la permanencia.