Una cuestión de pulso

pulsos La Virgen del Camino

V. Silván/Ical

Una lucha que apenas dura unos segundos, pero en los que se hace más cierto que nunca el refrán de “más vale maña que fuerza”. Es la llamada lucha de brazo, 'arm wrestling' o , más tradicional, echar un pulso. Una práctica deportiva en la que la técnica es decisiva, como demostraron los más de 65 luchadores que participaron hoy en la el Campeonato de España de Pulsos, que celebró su 20 edición en la localidad leonesa de la Virgen del Camino.

Una competición en la que se vieron las caras grandes 'púgiles' como los leoneses Manuel Caramés, Joshua Domínguez, Víctor Díez y José Mayo, el asturiano Marco Antonio Rodríguez o el valenciano Francisco Javier Cobija, que reparten entre ellos varios títulos nacionales y mundiales. Y es que la práctica del pulso ya tiene arraigo y, aunque se convirtió en disciplina deportiva en 1989 de la mano del catalán Francisco Jove, desde hace más de un siglo hay referencias a este tipo de combates que sólo utilizan bíceps, antebrazo y muñeca para batir al contrario.

“Nosotros tenemos una foto del año 1905, más o menos, de unos jóvenes de la época echando un pulso en la mesa de madera poco ortodoxa y tenemos constancia de competidores desde hace más de 100 años”, señaló el presidente del Club Lancia de Mansilla de las Mulas (León) y organizador, Carlos Enrique Fernández, que apuntó también que León y Barcelona son las provincias donde más pruebas se celebran y con más competidores, desde que se celebrara el primer Campeonato de España en Ávila en 1991.

Fernández destacó la importancia que tuvo para este deporte la figura de Francisco Jove que “era una persona de la alta sociedad catalana y con poder económico y que, después de haber hecho culturismo en sus años jóvenes, descubrió la lucha de brazos y se dedicó a promocionarla por toda España. A él le siguieron otras estrellas como el ocho veces campeón mundial de pesos ligeros, Iván Portela, o el cinco veces campeón del mundo en peso pesado, Manuel Caramés, a los que siguen una interminable lista de buenos luchadores.

Desde Ucrania

Hasta La Virgen del Camino también se desplazó hoy el presidente de la Federación Ucraniana de Lucha de Brazos, Marius Baica, que participó en el encuentro aunque fuera de competición oficial para “probar la fuerza de los campeones españoles”, explicó Carlos Enrique Fernández, y para hablar del próximo campeonato europeo que se celebrará en este país del Este. Y es que España “tiene grandísimos competidores, desde Canarias a Baleares, desde Granada hasta Asturias, de León a Barcelona , de Madrid a Galicia”.

Un reconocimiento avalado por numerosos títulos, como es el caso del propio Fernández, que con sus 40 años suma varios campeonatos nacionales y mundiales y en diferentes categorías. “He ido campeón de España en varias ocasiones, en diferentes categorías de peso, mis primeros dos campeonatos de España ganados fueron en 2001 y 2002 en 75 kilos, pero ahora peso 20 kilos más y he sido campeón de España también en 85 y 95 kilos y campeón del Mundo en tres ocasiones en la categoría de 95 kilos, derecho dos veces y una vez en el izquierdo”, explicó.

Una experiencia que le ha llevado a recorrer media Europa y a participar en pruebas mundiales en Japón, Ucrania, Egipto o Londres. Así lo harán también los luchadores llegados de León, Zaragoza, Cataluña, Extremadura, Valencia, Asturias, Palencia y Zamora, entre otros puntos de la geografía española, compiten en la prueba leonesa para ganar el oro y hacerse con las plazas que los clasificaran para el Campeonato del Mundo, que se celebra en el próximo noviembre en la capital de La India, Nueva Delhi.

Combate de pie

En el mundo de los pulsos no hay fronteras y las reglas de este tipo de combates están unificadas a nivel mundial, se mantienen las primigenias de la Federación Mundial -ahora hay una segunda federación fruto de la escisión de la original que promovieron países como Bélgica o Canadá-. Los combates son de pie, en una mesa cuadrada y acolchada con dos 'agarraderos' a ambos lados, uno para cada luchador.

“Hay una serie de reglas que dicen cómo tienes que posicionarte dentro de la mesa y qué puedes hacer, cuando infringes una de las reglas te pitan un falta y si te pitan dos faltas pierdes el combate”, apuntó Fernández, que también explicó que los combates se distribuyen por categorías según el peso y también según se “tire” con el brazo izquierdo o derecho. En este campeonato también hay una categoría para discapacitados y para mujeres, a peso libre.

Un buen 'arm wrestler' debe tener un buen fondo físico, cierta fuerza, pero ante todo “tiene que estar muy tecnificado”, destacó César Enrique, porque hay “diferentes maneras de tirar” y cada una de ellas implica utilizar los principales músculos de brazos de una manera. Así, es decisivo cómo utilices la muñeca para hacer trabajar más a unos músculos que a otros. “Las diferentes técnicas son esos giros de muñeca, esa forma de hacer presión o de estirar el brazo del contrario”, aclaró.

Y tan importante como aplicar una buena técnica es vencer al contrario en cuestión de segundos porque alargar el combate sólo agotará al luchador, que difícilmente resistirá las siguientes series. “Es importante tener una técnica muy buena pero además hacerlo muy rápido”, insistió Fernández, “porque la competición es larga y, si te has cansado con un oponente porque no has estado unos segundos sino un par de minutos, a lo mejor ya no vuelves a ganar un combate”.

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