Es León esa ciudad donde las cosas importantes se esconden a simple vista y es la Catedral de León uno de esos lugares mágicos que dejan patidifuso al entrar en el interior con sus espectaculares vidrieras, que opacan una de los programas iconográficos más interesantes que se puedan observar en España: las figuras de sus portadas exteriores.
Es ciertamente difícil acordarse de las esculturas del exterior en el momento en que el esplendoroso colorido de las vidrieras medievales de la Pulchra Leonina impactan en la retina de los visitantes; sobre todo porque están bastante machacadas por el mal de la piedra que tanto la afecta, aunque eso no oculta que es tremendamente misteriosa hasta puntos absolutamente insospechados y completamente sorprendentes.
Pero gracias a la publicación del libro 'Habla la piedra. Programa iconográfico de las portadas de la Catedral de León', de Paloma Nogués Blasco, publicado por la editorial El Búho Viajero ahora se tiene una segunda oportunidad para admirarse de las historias que cuentan y la calidad técnica de los escultores de la Edad Media.
El libro se basa en la tesina de la licenciatura que hizo en 1975 y fue dirigida por el catedrático de Arte Medieval Joaquín Yarza Luaces, y con ella obtuvo el premio Ciencias de la Inspiración de la Fundación Fray Bernardino de León, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); hoy desaparecida. “Se tenía que haber publicado entonces, pero yo trabajaba en una editorial y lo fui dejando, pero para cuando quise hacerlo ya había desaparecido; así que ahora la he aprovechado y la he retocado con los estudios de todo este tiempo y gracias a las fotografías de Puri Lozano y Miguel Sánchez hemos dado a luz este manual para conocer la iconografía escultórica del exterior de la Catedral de León”, explica Paloma Nogués.
Prologado por Máximo Gómez Rascón, éste recuerda que recorrer las portadas es sinónimo de hacer un viaje por la historia y por las historias narradas en la Biblia que nos ayuda a comprender la Catedral.
Un paseo que, libro en mano a modo de guía o manual –está compuesto por diez capítulos, tres para la portada Sur (frente al Obispado), cuatro para la Oeste (la principal), uno para la norte (la del claustro) y otros dos generales sobre el templo mismo–, puede ser una de las actividades más interesantes para efectuar en estos tiempos de pandemia en los que no se recomienda estar mucho en los interiores, si es que es posible evitar maravillarse con las vidrieras de la Seo Legionense.
“Por increíble que parezca, los mensajes de sus piedras y portadas resultan más extralos para la mayoría de los visitantes del siglo XXI que se acercan a nuestra catedral que para los creyentes de mediados del siglo XIII”, indica Rascón.
Un recuerdo imborrable de la infancia
Nogués realizó aquella tesis de licenciatura en la Universidad Autónoma de Madrid, pero dedicó su carrera profesional a una editorial que se encargaba de publicar los catálogos de arte los museos del Prado, Reina Sofía y Thyssen, entre otras cosas. El origen de su atracción por la Catedral de León, “una de las más francesas de España”, fue porque vivió en la ciudad desde los dos a los 17 años. Es más, uno de los recuerdos más grandes que tiene de León fue el incendio de la catedral de 1968 cuando tenía 14 o 15 años. “Lo ví porque vivía cerca y es la primera vez que lloraba desconsoladamente por una pérdida”, reconoce. Afortunadamente aquel suceso no fue tan grave como el de Notre-Dame de París y las bóvedas de la Pulchra Leonina resistieron milagrosamente como se cuenta en este reportaje.
Hace 45 años pasó un año dedicada a la tesina. En esta ocasión ha vuelto a utilizar un tiempo similar para adaptarla al público, basándose en estudios sobre la iconografía francesa del gótico del siglo XIII. Esto es debido a dos factores: que la Seo Legionense tiene la mayor colección escultórica de aquel siglo, “prácticamente es la única que conserva tanto de entonces de toda España”, y que tiene un “programa iconográfico” similar al de las catedrales francesas. “De hecho me he basado en la de Chartres para establecer conexiones”, apunta.
“León tiene en especial que es la que conserva la mayoría de sus portadas originales del siglo XIII y es muy parecida a Reims, por eso se la considera la más francesa mientras que, por ejemplo, las de Toledo son del siglo XIV”, explica Nogués, que denota cómo la iconografía escultórica era “la enseñanza que la gente tenía en la Edad Media, porque la Iglesia tenía mucho, mucho poder” y destaca que “hoy las personas saben muchísimo menos de lo que significa que la de entonces”.
“La Catedral era el club social de entonces, donde se reunía la gente, donde se casaban y bautizaban y celebraban sus cosas; era muy importante y todos sabían qué querían decir las portadas. Es curioso como ahora la mayoría de los leoneses desconocen todo lo que significan, por lo que este libro viene a ayudar a volverlo a conocer”, comenta la autora, que se animó a reconstruir su estudio “tras una reunión hace dos años con las compañeras de instituto a las que prometí una visita a las portadas y todas quedaron fascinadas y me dí cuenta que lo nuestro no lo conocemos y me pareció una pena”.
Una maravilla escondida a simple vista
La Pulchra Leonina tiene seis portadas, y Nogués reconoce que sí, que “es una maravilla escondida a simple vista” que se puede escudriñar con esta guía iconográfica a la mano, algo que recomienda su artífice. Con más de 15 fotografías e ilustraciones realizadas por Puri Lozano y Miguel Sánchez al detalle. Explican personajes uno a uno y es de por sí un manual que puede dar mucho juego a un viandante que pasee rodeándolo sin entrar al templo, descubriendo la historia y el significado de cada imagen.
Y también en conjunto cada portada, que es en sí misma un museo en la calle. “Dentro del mal estado que tienen por el mal de la piedra están muy completas”, apunta Nogués.
Las catedrales eran todo piedras de colores
Este exhaustivo estudio también se refiere a la iconografía de las jambas de las portadas que ahora están en el claustro y, precisamente, ahí se descubre algo que no se puede ver ya en las portadas que están a pie de calle, que todas las estatuas y relieves estaban por completo policromadas, pintadas, mostrando una imagen completamente distinta a la que vemos ahora.
Es la portada de la Virgen del Dado, la norte, la que da al claustro, la única que ha conservado esa policromía ya que está cubierta y no ha sufrido “la prolongada exposición a la intemperie” con lo que se refiere Nogués a los terribles rigores del invierno leonés. “La han restaurado bastante bien y así se puede contemplar una muestra de lo que eran todas las demás; algo que también se puede ver en Toro, pero allí no había seis portadas como en León, que estaban todas coloreadas. En la Edad Media la Catedral tenía otro aspecto muy distinto”, indica la autora.
Sin embargo, pese a su espectacularidad a los ojos de hoy –y un poco la sorpresa de que los colores medievales sean tan inocentones y a veces algo horteras para el pensamiento actual– también especifica que “es la última portada, la más tardía y es un poco de menor calidad”. Para ella la más importante es “la del Oeste la del Juicio Final (la entrada principal) es de un maestro muy bueno, hay esculturas preciosas. La misma imagen de san Miguel de la portada del libro es una imagen de una calidad estupenda, que se puede comparar a las catedrales francesas; es de muy, muy buena calidad técnica”.
Con este libro los leoneses podrán disfrutar de una historia desconocida que han tenido escondida a simple vista. Una forma de conocer y maravillarse por el 'envoltorio' de la Catedral de la Luz, tanto, si cabe, como por el regalo a los ojos que tiene dentro. Y para pasar horas y horas paseando por su exterior.
Como dicen en la promoción de este manual-guía: “Las esculturas de la Catedral de León son un libro abierto esperando a ser leído, porque en el momento de su concepción, estaban precisamente para eso: para que los fieles que no sabían leer entendieran el mensaje de la Iglesia”. Merece la pena, página a página e imagen a imagen aprender de esa sabiduría y disfrutar de todo ese museo a simple vista.
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- Título: Habla la Piedra. Programa iconográfico de las portadas de la Catedral de León.
- Autora: Paloma Nogués Blasco. Con prólogo de Máximo Gómez Rascón.
- Editorial: El Búho Viajero.
- Año: 2020.
- Encuardernación: rústica.
- Páginas: 167.
- Precio: 12 euros.
- Dónde comprarlo: en las librerías de la ciudad de León, para apoyarlas en tiempos de crisis.