Felipe J. Piñeiro: “León es la tierra que me ha dado los mejores momentos de mi vida y también los peores”
Aunque nacido en El Ferrol, Felipe J. Piñeiro es un poeta leonés porque vive en León desde que era pequeño –él mismo se considera omañés–, aunque en su escritura no figuren ni los paisajes ni el paisanaje leoneses.
León, en todo caso, es su lugar en el mundo, donde ha encontrado la paz y la tranquilidad necesarias para escribir. “León es la tierra en la que crecí, en la me hice y me hago, en la que pasé todas las etapas de mi vida y las que me quedan por pasar, es la tierra que me ha dado los mejores momentos de mi vida y también los peores, León significa grandeza, paz, belleza, amistad... entre otras muchas cosas”, dice el autor de 'Pensamiento en la Oscuridad del Ser', una trilogía que comenzó su andadura allá por el año 95, publicada por Ediciones el Carro del Sol, “pero sólo la primera parte –matiza–, la parte segunda y tercera de la trilogía está en formato digital y de manera no venal a través de Issuu.com”. Y por la que siente un cariño especial, “al ser la primera en la que reuní escritos guardados desde el año 88 al 98”. Si bien ha publicado en este formato, a Felipe le parece una pamema llena de intereses, y en base a la cual se acabará imponiendo por márquetin, desarrollo, costes y ganancias el formato digital, sin llegar a desaparecer el papel, aunque él reconoce que seguirá siempre siendo fiel y defensor acérrimo del papel.
En nuestra provincia tenemos a grandes, incluso muy grandes literatos, debido a los inviernos grises y fríos que invitan a sentarse al calor de una chimenea y escribir, o las primaveras llenas de contrastes que nos sacan del letargo invernal y también nos incitan a seguir escribiendo.
Está convencido, además, de que en nuestra provincia tenemos a grandes, incluso muy grandes literatos, “quizá a resultas de los inviernos grises y fríos que invitan a sentarse al calor de una chimenea y escribir, o las primaveras llenas de contrastes que nos sacan del letargo invernal y también nos incitan a seguir escribiendo. Yo descanso en verano –añade–, porque luego llega el otoño, con esos colores y olores en las montañas de nuestras bellas tierras leonesas que siguen invitando a decir algo a través de las letras”.
Aunque Felipe se siente leonés, no es de esos autores que se encierran y cuadriculan en algo tan sencillo, porque también se considera ciudadano del mundo, habida cuenta de que él, así lo manifiesta, no inventó por fortuna las fronteras, “allá donde me traten con cariño y respeto, también me sentiré parte de ello, de su entorno y lo disfrutaré”, aclara.
Al coordinador, entre otros encuentros literarios, de 'Le pasquín poético', una interesante iniciativa que acerca la poesía a los bares y funciona como una estupenda plataforma para los creadores leoneses, no le reconfortan las etiquetas, aunque “si tuviera que elegir alguna, sin duda sería la de poeta”, apostilla. Un poeta en evolución constante y en permanente búsqueda de la perfección, “de ahí que siga buscando aquel trabajo que llegue a llenarme en su totalidad... eso podría llevarme toda una vida y no quiere decir que lo consiga, crecer, desaprender y volver a aprender”. Un poeta que no se reconoce en maestros o maestras, porque “escribo lo que siento, veo o me rodea... y ya he desarrollado un estilo lo suficiente personal como para que no haya demasiadas de esas influencias literarias en mis formas y evolución”. Aún así cuenta en su biblioteca con cientos de poetas clásicos y de los de ahora, más actuales, “de unos años a esta parte si los voy leyendo”, explica.
Poesía directa a las entrañas
Sus pensamientos o su poesía es libre, breve, impactante, “que vaya directa a las entrañas”, explica su creador, que sea inteligible, basada en el experiencia, autobiográfica, escrita de manera sencilla, “sin excesivas florituras, intentado evitar ornatos innecesarios o palabras excesivamente rebuscadas”, aclara.
La poesía, que en ocasiones necesita de rebeldía y fuego en su cuerpo y esencia, ha de ser, según Felipe, lo que uno crea conveniente o aquello con lo que se sienta más a gusto y que le reconforte o llene.
Aparte de poesía (varias de sus obras permanecen inéditas), Felipe también ha escrito algún libro de cuentos, como 'Magosto, noche eterna' y otro de ensayo titulado 'Desde la agorafobia'. Pero lo difícil, asegura él, es publicar, sobre todo en las grandes editoriales, porque para ello tienes que tener “muchos premios de certámenes en tu haber, o eres el amiguito de este o el otro o te surge un mecenas... algo que me parece indigno y nada saludable para la literatura”. Felipe es incluso escéptico con las medianas y pequeñas editoriales, porque “aparte de funcionar también el amiguismo, en el momento de leer las publicaciones que puedas enviar siempre quedas a expensas de la opinión de ese editor, como en las grandes, la cual a veces difiere en mucho de la gente que te lee que es lo que debería de valer, pero lo que cuenta al final es su decisión, ellos sólo ven dinero”. En este sentido, Felipe, que no tiene ningún premio, quizá porque se ha presentado en contadas ocasiones a certámenes, también se muestra descreído con los premios literarios, “los hay serios y justos, aunque creo que son los menos y los hay que son una vergüenza, corruptos y falseados, los cuales, a mi modo de ver, abundan más”, sin embargo cree que “si son buenos y tienes la oportunidad de ganar de manera clara y transparente alguno que incluya la edición de la obra y un accésit, se merece todos mis respetos”.
Hay premios literarios serios y justos, aunque creo que son los menos y los hay que son una vergüenza, corruptos y falseados, los cuales, a mi modo de ver, abundan más.
En estos momentos, Felipe, que escribe a su ritmo, está terminando sin prisas tres poemarios para este año 2014, comenzados en el 2011, 2012 y 2013 respectivamente, porque “la poesía necesita de su tiempo y complicidad, y si no acabo los tres este año, al siguiente, es algo que nunca me tomo con prisa, cuando se vayan acabando, lo de siempre, los iré registrando”.
Para después del verano está en marcha la publicación, bajo el sello editorial Eolas, de su poemario 'El ladrón de sentimientos', con prólogo de Vicente Muñoz Álvarez.
Entrevista breve a Felipe J. Piñeiro
“La política actual, mafia, la sociedad, borregos y supervivientes”
¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
'Las enseñanzas de Don Juan', de Carlos Castaneda
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida)
Nadie es imprescindible
Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)
No me preocupo de lo que hacen otros autores
Un rasgo que defina tu personalidad
Bonachón
¿Qué cualidad prefieres en una persona?
Sencillez y humildad
¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
La política actual, mafia, la sociedad, borregos y supervivientes
¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
Escribir, la música, la montaña y las veladas con las amistades, esas veladas de las que si se habla poco, mejor que mejor
¿Por qué escribes?
No concibo mi vida sin la escritura y la música
¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
No, no creo que sirvan para ejercitar el estilo, sólo para compartir una pequeña parte de lo que haces y descubrir lo que hacen otros.
¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
No uso o no tengo ningún tipo de fuente literaria, me hago y rehago a mí mismo constantemente
¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
Escribo en mi blog porque aunque no publique no significa que no comparta algunos de mis escritos con los demás, a veces hay opiniones de gente que te lee que dices, esto es lo que buscaba, esto es lo que quería que sintiesen, y cuando lo consigues, eres feliz.
Seguir, sí, sigo bastantes, no porque sean amigos o no, sus escritos me gustan, pero en ninguno de los dos casos porque sea o pueda ser una herramienta literaria
Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
No me preguntes por un final pues nadie me ha mostrado un principio verdadero