VERIFICACIÓN
La íntima conexión del Tenebrario con el Ramo Leonés
Por causa de un reportaje de ILEÓN en el que se hacía notar la extraordinaria similitud entre el Ramo Leonés triangular y el Tenebrario de la Catedral de Sevilla, se produjo una limitada pero escandalosa polémica, al asegurar varias personas que “nada tenían que ver”. Con una exagerada reacción perdiendo incluso las formas con los redactores de este digital. En esta verificación, a modo fact checking, veremos que los objetos sí tienen mucho que ver entre sí (aunque sólo haga falta mirar la foto de arriba para ver que son similares), como también refleja el propio Instituto Leonés de Cultura.
Y además, que León y Sevilla también tienen una estrecha relación.
- “El Tenebrario nada tiene que ver con una ofrenda”: Esta afirmación está completamente errada y es verdaderamente desafortunada para intentar diferenciar el objeto del Ramo del Tenebrario. Algún lector quiso dar una lección asegurando que el Tenebrario “nada tiene que ver con una ofrenda”. Si se confunde el rito –aunque evidentemente el de Semana Santa sea distinto a cualquier otro de los que se usa el Ramo Leonés para celebrar algo en una iglesia en otro momento distinto de la Pasión de Cristo–, con el objeto y su forma se produce esta confusión. Como bien se ha indicado antes, el propio Ramo Leonés es en sí mismo una ofrenda: no se introduce un objeto en un templo si no se ofrece a Dios. En el caso del Tenebrario, es evidente que si se deja dentro de un templo... se está ofreciendo a Dios. Si sólo el hecho de dejar una flor a los pies de la Virgen María es claramente una ofrenda, los Tenebrarios –objetos de gran valor por su material forjado– que se custodian en las iglesias son, por naturaleza, una ofrenda al Dios Cristiano. Se ofrecen y se dejan allí, no los posee nadie más que el Señor. No tiene ningún sentido pensar que un objeto costosísimo ofrecido y dejado en un templo no sea una ofrenda a la divinidad correspondiente. Se ofrece... y se deja de poseer por parte del oferente porque pasa a ser de la divinidad. Por tanto, el Tenebrario es una ofrenda en toda regla.
- “El rito del Tenebrario es completamente distinto”: en Semana Santa los fieles y los sacerdotes conmemoran la Pasión y Resurrección del Hijo de Dios, en contraposición a la Navidad, cuando celebran su nacimiento. Por tanto, los ritos y las ofrendas son completamente distintos por el momento del año y la causa de la conmemoración o celebración. Sin embargo, la estructura del ritual es también bastante parecida: con los ramos se llega en procesión a la puerta de la iglesia, se canta y se entregan velas y otras ofrendas menores dependiendo de lo que se quiera celebrar. En el caso del Tenebrario, las gentes se acercan a la iglesia con matracas y carracas, entran en ella, rezan y apagan las velas del objeto (de la misma forma que el ramo triangular) de una manera determinada con un ritual específico distinto: lo que es, en esencia, otra ofrenda a Dios. Porque el ritual es ofrenda también; sin ser un objeto físico, pero sí ideal.
- “La música del Tenebrario es distinta, y los fieles realizan oraciones a Dios; mientras que los Ramos se cantan”: los cantos populares son, en esencia, oraciones del pueblo. Oración proviene de oratio en latín, que es literalmente una declamación. Las declamaciones tienden a ser discursivas, pero las oraciones pueden ser cantadas. Sólo hay que recordar la canción “Cordero de Dios, que quitas los pecados del Mundo” (o el Yo Pecador) en una misa de domingo para ver la íntima conexión entre una oración declamada y un cántico dentro de un templo. Por cierto, otra ofrenda a la divinidad aunque sea de palabra.
- “El Tenebrario es propiedad de la Iglesia y el Ramo del pueblo”: efectivamente, pero eso no significa que los objetos no tengan el mismo origen y similitudes evidentes porque la forma es prácticamente la misma como demuestra cualquier fotografía. Lo que indica es que la Iglesia –sobre todo tras el Concilio de Trento que fue, salvando las distancias y como imagen muy resumida, una especie de protestantismo light para reformarla tras la traumática escisión de Lutero y Calvino en medio de la Guerra de los Treinta Años– fue a partir del siglo XVII cada vez más beligerante con los ritos populares más apegados al paganismo, como el ramo floral. No es descabellado pensar que los sacerdotes crearan sus propios ramos de forja, mucho más costosos, y su propio rito de Semana Santa para resignificarlo en un ritual mucho más serio (como es la Pasión y Muerte del Señor). Todo con la esperanza de que los fieles fueran abandonando el ramo popular al vincularlo con un objeto de mucha seriedad y que con el paso del tiempo lo abandonaran al pensar que podría significar una ofensa usarlo paganamente. De hecho, el Ramo Leonés con el paso de los siglos prácticamente se había perdido, y sólo la resignificación Navideña lo ha vuelto a resucitar.
- “El Ramo no es sólo leonés y qué tendrá que ver Sevilla con León”: aquí la Redacción de ILEÓN se pregunta, como tantas otras veces, si la gente lee los artículos o se queda sólo en la explicación en las redes y ya, ni siquiera en el titular. Las protestas que se recibieron por el reportaje La Catedral de Sevilla expone con orgullo un 'Ramo Leonés' mientras que la de León tiene el suyo en un rincón adolecían de una falta de comprensión lectora preocupante. En primer lugar, el uso de las comillas en 'Ramo Leonés' no está indicando que sea un ramo popular, sino que es muy similar: literalmente lo que dice es que sería “un ramo leonés entre comillas” (y se puede hacer el gesto con las manos). En segundo lugar, también se criticaba que el ramo no era solo leonés “sino también de otros lugares”. Eso se indica en el mismo arranque del reportaje: “La Catedral de Sevilla expone con orgullo un Ramo Leonés, que ni es solo de León ni exclusivo de Navidad”; es decir, en la segunda línea hay un enlace a otro reportaje que explica clarísimamente que, no, no es sólo de aquí el objeto. No se puede decir más claro. En tercer lugar, la falta de conocimiento histórico también es vergonzante: Sevilla tiene muchísimo que ver con León. De hecho fue parte del territorio del último monarca legionense coronado, Juan I de León (1296-1300), rey de León, Galicia y Sevilla. Pero es que las mesnadas (el Ejército medieval) que llevaron la voz cantante en la conquista de Sevilla liderada por Fernando III el Santo (hijo de Alfonso IX de León y padre de Alfonso X el Sabio) fueron las leonesas, apoyadas por las castellanas, puesto que el reparto de parias y de zona de influencia de la zona occidental de lo que luego fuera Andalucía le correspondía al territorio legionense. De hecho, la repoblación cristiana de la zona (Huelva, Sevilla y Cádiz) se efectuó con población de la Corona Leonesa (Reinos de León, Galicia y Badajoz; lo que hoy sería Extremadura), como demuestra este estudio genético de ancestros en el poblamiento de la península ibérica. Por tanto, que en Sevilla el Tenebrario sea prácticamente idéntico al Ramo Leonés triangular, como objeto, es algo que tiene todo el sentido y que deja clara, y de forma incontestable, que tiene una estrecha y directa relación cultural y tradicional en las formas de ambos elementos.
Addenda:
Por si no quedara meridianamente clara la relación del Ramo Leonés de Navidad que se ha resignificado en las casas de los leoneses, el director de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición y del Centro Internacional de Estudios de Religiosidad Popular y profesor titular de Antropología de la Universidad de Valladolid, José Luis Alonso Ponga, publicó en el Diario de León el artículo: 'De los ramos en la provincia de León al ramo leonés de Navidad'. En él (se puede leer íntegro en el anterior enlace) asegura:
“La forma triangular que corona el soporte que se tomó como prototipo, se debe a que es el dibujo que ilustra el artículo de doña Concha Casado publicado en la Revista de la Casa de León en Madrid, realizado por Pedro Trapiello. Él fue también responsable de la colocación del primer ramo, obviamente triangular como la mayoría de la zona oriental, en la exposición realizada sobre indumentaria tradicional leonesa en el Edificio Pallarés en 1987. El armazón se rescataría de los almacenes de la Diputación para las primeras puestas en escena del CEP. Aunque es fácil asimilar la forma triangular al árbol, o al menos a nosotros nos resulta fácil, sin embargo a mi juicio procede de la copia que se hace del tenebrario que sustentaba las velas para cantar las tinieblas en Semana Santa”.