Las excepcionales características de la Navidad leonesa protagonizan el primer programa de ILEÓN Sonoro

¿Qué significa realmente la Navidad? ¿Por qué la festejamos así en la actualidad? ¿Es León especialín a la hora de celebrarla? Para el primer programa de ILEÓN SONORO, en formato Podcast, qué mejor que contestar a estas preguntas gracias a la sabiduría de uno de los mayores expertos en Simbología e Historia del Arte leoneses: el profesor de la Universidad de León César García Álvarez.

Hoy, 25 de diciembre de 2022, como regalo de Navidad a nuestra audiencia, ILEÓN regresa a sus orígenes –ya que sus editores comenzaron a abordar la actualidad leonesa en la Radio Universitaria de León– en formato audio con una conversación con el erudito leonés sobre el verdadero significado de las fiestas navideñas, su historia y sus ritos; con especial atención a la forma de celebrarla en León.

En formato podcast, se puede escuchar en la plataforma iVoox, y también en Spotify y en Google Poódcasts; y en este primer programa se explica la Navidad en dos partes. La primera sobre las cuestiones más básicas para comprender por qué celebramos el nacimiento de Jesús de Nazaret y las diferencias de cómo lo hacemos en la actualidad con respecto a nuestros antepasados. La segunda, que comienza una hora después [1:04:40 en el minutaje del programa], se refiere ya más concretamente a cuestiones específicas de la Navidad Leonesa, abordando la resignificación del Ramo Leonés y la nueva figura de la Vieya del Monte.

¿Por qué celebramos la Navidad?

En el comienzo del programa 'El significado de la Navidad, con César García Álvarez', se aborda el origen de la Navidad, ya que el Jesús de Nazaret histórico no nació en estas fechas sino en el final de la primavera o el verano y esta era la fecha del nacimiento de Mitra. La festividad se superpone con las celebraciones del solsticio de invierno prehistóricas y de la Edad Antigua. También se explica cómo ha cambiado la celebración de las navidades a lo largo del tiempo, sobre todo en este último siglo XX con la llegada de la Televisión.

Además, se explora la importancia de las abuelas y las madres en la celebración familiar de Nochebuena, en las comidas y las cenas, indicando que estas fiestas tienen dos caras: la interior, en la que es protagonista la 'Mater Nutricia' y los niños, y la exterior, en la que se destacan un poco más los hombres; pero siempre los infantes. “Los verdaderos protagonistas de la Navidad son las madres y los niños”, asegura el erudito.

También se conversa sobre las luces navideñas en las calles, que es una de las cosas que contrasta con la tradicional celebración de estas fiestas, que antes de la llegada de la iluminación eléctrica eran mucho más caseras, ya que el ser humano ha vivido durante la gran parte de su historia las noches en la oscuridad; y, aparte de los peligros de deambular por la noche, en invierno la meteorología no ayudaba a salir a la calle.

Progagonista es también el Roscón de Reyes: se explica por qué surge de ahí la expresión “tonto del haba” y se señala que la Navidad en la Edad Media leonesa tenía conexiones directas romanas, ya que entraba a la Catedral de León la Sibila a caballo –una figura, una profetisa muy, muy pagana, fundamental en la base del mito de Roma– para anunciar la posible llegada de Cristo el día 25 para juzgar a los hombres en el Apocalipsis. “Nada que ver las celebraciones medievales, al menos las del siglo XIII que son las que más conozco, con lo que hacemos hoy; antes eran mucho más terribles”, menciona el erudito leonés recordando también “la fiesta del burro” en la Pulchra Leonina.

Los significados más mundanos de la Navidad son la parte protagonista de esta parte, en la que se pueden aprender muchas cosas que no solemos pensar de cómo celebramos esta fiesta de invierno desde los albores de la humanidad. “Hay muchísimos regímenes simbólicos que se entremezclan”, apunta el profesor de Historia del Arte de la Universidad de León.

¿Es especial de verdad la Navidad en León?

“La Navidad leonesa es especial, sin duda alguna”, apunta César García Álvarez. “León es una de las ciudades con una simbología extraordinaria, muy inusual en el mundo, sobre todo en la ciudad de León, aunque hay una variedad y riqueza en las celebraciones en toda la provincia muy destacable”, asegura.

En esta parte se aborda la resignificación en el siglo XXI de dos elementos que se han convertido en protagonistas de la Navidad leonesa: el Ramo Leonés y la Vieya del Monte. En el primer caso, se explica sus relaciones con los tenebrarios y con la Menorá judía, además de los ramos de primavera –tanto en la provincia de León como en las Islas Británicas, Italia y Europa Central– y sus conexiones con el Árbol de Navidad, explicando que pese a haberse perdido a lo largo de los siglos la tradición era propia de la zona mediterránea. “El Ramo Leonés de Navidad es un buen ejemplo de resignificación de un símbolo que prácticamente había desaparecido, ya que sí se puede encontrar en zonas de Omaña limítrofes con el Bierzo, pero no se ha logrado encontrar uno solo en la ciudad de León hasta hace diez o quince años; y hoy en día es uno de los objetos más celebrados por los leoneses y está en todas las casas, en toda España y en el extranjero allí donde hay un leonés. Es extraordinario cómo se ha expandido”, manifiesta García Álvarez.

El Ramo Leonés, en esta nueva etapa navideña, fue promovido por la Asociación de Mujeres en Igualdad de León a finales de la primera década del siglo XX. En este reportaje de Elisabet Alba en ILEÓN se cuenta la verdadera historia del Ramo Leonés y de cómo se ha convertido en el símbolo y orgullo de los leoneses en estas fechas.

Respecto a la Vieya del Monte, César García Álvarez explica que era “un espíritu prerromano de los lugares en que había un contraste fuerte entre el monte y el valle, pero en origen no era navideño y también podía ser terrorífica”. En este caso se explora cómo la resignificación de este personaje, a modo de Papá Noel o el Olentxero vasco lo que indica, junto al Ramo de Navidad, que los leoneses están usando estos símbolos para reforzar su identidad, en unos tiempos en los que se les niega la propia existencia. “Los símbolos son algo muy fuerte, determinante, y es lógico que los leoneses usen estos dos para reafirmar que existen en un momento en que otros les niegan su esencia”, elucida. En este reportaje de ILEÓN se comenta cómo con la Vieja del Monte se pretende desplazar a Santa Claus en Navidad.

Otros aspectos de estas fechas son las representaciones populares propias de la provincia leonesa en esta época, como los Autos de Reyes “que probablemente nacieron en León y que son el germen del teatro español”. Y también destaca las artísticas, dando protagonista a la gran afición belenista de los leoneses, explicando la diferencia entre los belenes y los nacimientos –“que forman parte de la iniciación de los niños al mundo, ya que se convierten en demiurgos creando el suyo propio con las figuritas y los edificios, siempre igual cada año; como son los ritos, que se repiten constantemente”, revela el profesor de Historia del Arte–, del que destaca, especialmente el Nacimiento Flamenco de la Catedral de León como explicó ya en este otro reportaje.

César García Álvarez destaca la Adoración de los Pastores del Panteón de los Reyes en San Isidoro como “una de las obras de arte más excepcional de ámbito mundial” y explica, profusamente, la simbología de la Natividad en la portada de San Juan de la Catedral de León (la que está a la izquierda más cercana al viejo edificio de Correos donde ahora tiene oficinas la Diputación de León), “en la que se muestran los primeros atisbos de la virginidad de María, que hoy son dogma”.

Un programa con muchísimas más cuestiones desveladas de lo que es la especial Navidad leonesa, de unas dos horas de duración que se puede escuchar aquí. No se pierda todo lo que no le hemos podido explicar por escrito. Para eso nace hoy ILEÓN SONORO, para contar aquello que ni nosotros podemos en la vorágine informativa del día a día. Feliz Navidad y esperamos que se divierta y aprenda mucho, y bien, de cómo la celebramos los leoneses.