Nicolás Miñambres: “Soy algo así como un poeta goliardesco”

Nicolás Miñambres

Manuel Cuenya

Nicolás Miñambres es salmantino de Amatos de Alba, un pueblecito próximo a Alba de Tormes, que, naturalmente, lleva en lo más hondo de su corazón, no obstante, el catedrático de Literatura, narrador y crítico literario Miñambres confiesa que se siente leonés, porque vive desde hace más de un cuarto de siglo en León, donde se ha dedicado a la noble profesión de formar a jóvenes. Además ha escrito miles de artículos sobre esta tierra, ha colaborado con varias obras como 'El siglo de León', 'Los pueblos de León' o bien 'Relojes de sol en León'. Asimismo, dice que ha contemplado el paisaje de las tierras leonesas..., pero lo importante es cómo lo ha contemplado y lo contempla, siempre con una mirada creativa, artística. Por todo esto, no duda de sus sentimientos entrañables hacia la provincia leonesa, que por lo demás tantos y tan buenos narradores y poetas ha dado, habida cuenta de que es, según él, una tierra secularmente abonada, que esconde semillas diferentes y con un clima cultural intenso... “Sus frutos literarios no son un milagro, felizmente”, matiza este buen conocedor de la literatura que se está haciendo en León desde hace años y por supuesto de la Literatura de toda la comunidad castellano-leonesa, puesto que ha escrito abundantes y sustanciosas reseñas sobre la misma. Su opinión acerca de la literatura que se publica en León es inmejorable. “Basta echar mano de la diacronía. En estos años recientes coincidían escritores que rondaban el siglo con jóvenes que no habían cumplido veinte años. Y la calidad era y es indiscutible en ambos extremos”, apostilla Nicolás, que es autor de 'Selección nueva de romances viejos' y por tanto un creador literario en el campo del romance.

Romancero

En estos años recientes coincidían escritores que rondaban el siglo con jóvenes que no habían cumplido veinte años. Y la calidad era y es indiscutible en ambos extremos

“He escrito cientos de romances pero sólo para divertir a mis alumnos, a mis amigos y a mis parientes –puedo dar cuenta de ello–. Soy algo así como un poeta goliardesco, pero no aspiro a más”, aclara él, que escribe romances con mucho tino y gracia. En el fondo, cree que su condición esencial es la de profesor. “De un profesor que intentó siempre que los alumnos no se aburrieran en clase y que terminaran el bachillerato amando un poco la lectura y convencidos de la necesidad de la expresión escrita”, puntualiza Nicolás cuya labor de crítico literario, él que tantas reseñas y críticas literarias ha publicado –tanto en el suplemento 'El Filandón' de 'Diario de León', y aun en otros periódicos como 'El Norte de Castilla, 'ABC' o 'Tribuna de Salamanca', además de en prestigiosas revistas como 'Ínsula' o 'Turia'–, cree que se debe a una cuestión de tiempo para leer y de síntesis expresiva para orientar respecto a la obra leída. Y respecto a su faceta como narrador dice que es fruto sólo del empeño de algunos amigos que, en el fondo, “creo son gente con malas entrañas”, precisa con humor Nicolás, que sí se siente satisfecho, por ejemplo, con su libro 'Los omes son los meses', publicado bajo el sello editorial Camparredonda. Una obra estupenda, que nos ofrece recuerdos de su infancia rural de posguerra, refranes de sus antepasados, tradiciones populares y muchas citas de autores de la literatura clásica. “Mi amigo Gregorio Fernández Castañón lo arropó con una 'fermosa cobertura' editorial exquisita. Me atrevo a confesar que se editan muy pocos libros con esa exquisitez con la que él lo ha hecho”, resalta este hombre de letras, divulgador (ahí están sus obras 'Todos los caminos llevan a Santiago' y 'Guía de Alba de Tormes') e investigador que ha estudiado en profundidad el teatro de dos grandes de la literatura española e universal como son Lorca y Valle-Inclán, además del teatro leonés en el siglo XVII, cuyas investigaciones ha publicado en 'Cuadernos de Teatro Clásico' y en 'Tierras de León'. Asimismo, Nicolás hizo un estudio sobre la narrativa leonesa en el siglo XX, que se incluyó en 'El siglo de oro de las Letras Leonesas'. “De todo eso, me siento razonablemente satisfecho de lo que aporté al conocimiento del teatro en León en el siglo XVII, campo en el que es una verdadera especialista Maribel Viforcos. El resto de los trabajos son poco menos que aportaciones de acarreo crítico. Podría haberlos hecho cualquiera”, señala con humildad, porque de sabios es el ser humildes.

Un profesor que intentó siempre que los alumnos no se aburrieran en clase y que terminaran el bachillerato amando un poco la lectura y convencidos de la necesidad de la expresión escrita.

En la actualidad, Nicolás, al que le acaban de encargar un trabajo sobre Santa Teresa de Jesús, goza de la tranquilidad que procura la jubilación como profesor, no obstante, continúa escribiendo y haciendo reseñas y críticas, aunque diga que no se atreve a iniciar proyectos ambiciosos, porque “el tempus fugit es impasible, cruel e inmisericorde. No hay que perderle de vista en la fiereza de sus garras”, reflexiona Nicolás, que aspira a mantenerse, “respetando el aforismo clásico: Nulla dies sine línea”.

Entrevista breve a Nicolás Miñambres

“Frente a la atonía, el egoísmo y la molicie aparentes, hay muchos héroes anónimos”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Muchos, muchísimos, pero no sirve de nada. Pasado un poco de tiempo los habría olvidado como lo que leí hace dos docenas de años.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

En la literatura, muchísimos. En la vida, mi familia, mis amigos y algunos seres humildes de grandeza humana.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No hay que confundir a la persona con el creador. Piénsese, por ejemplo, en Juan Ramón, que es un altísimo poeta.

Un rasgo que defina tu personalidad.

No lo sé. Pretendo que sea la nobleza, la generosidad y el afecto.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Las mismas por las que me esfuerzo en tener yo.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política no merece ni una palabra.

La sociedad... es imposible definirla en unas líneas. Frente a la atonía, el egoísmo y la molicie aparentes, hay muchos héroes anónimos. Para ellos tiene que existir el cielo.

¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?

El número de mis entretenimientos es casi infinito.

¿Por qué escribes?

No lo sé. En la mayoría de los casos, me imagino que (como en todos los que lo hacemos) late un extraño e inexplicable sustrato de cierta vanidad.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No. A pesar de las constantes invitaciones que recibo, apenas las utilizo.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

No tengo fuentes concretas. Me alimento de multitud de manantiales que brotan en los momentos y espacios más inesperados.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No, no lo sigo. Me da mucha pereza y tengo la impresión que hacen perder mucho tiempo y crean ciertas obsesiones.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Es imposible que exista una frase que pueda resumirlo.

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