El Museo de la Siderurgia y la Minería, con sede en Sabero, acoge el sábado 17 de agosto la cuarta edición de la Feria y mesa de intercambio de minerales, rocas y fósiles de Castilla y León, que reúne a vendedores y coleccionistas y que contará con una treintena de puestos.
Profesionales llegados de comunidades autónomas como Cataluña, País Vasco. Andalucía o Murcia participan en est encuentro que coordina José Vicente Casado, con la colaboración del Ayuntamiento. La cita, según lo destacó hoy en el acto de presentación el delegado territorial de la Junta, Eduardo Diego, se consolida como un punto de encuentro en el que los asistentes pueden disfrutar de distintas actividades como talleres o visitas guiadas, además de la ambientación musical.
La Feria se celebrará de 11 de la mañana a nueve de la noche y además de atraer a los aficionados contará con la presencia de otros visitantes de la zona que el mismo día, a primera hora de la mañana, participan en la jornada del campeonato mundial de Aguas Bravas que congrega en la zona a más de 300 piragüistas, palistas y acompañantes.
El director del Museo -que el pasado año recibió más de 40.000 visitas-, Roberto Fernández, remarcó que la convocatoria tiene como objetivos dar a conocer la gran riqueza minera y mineralógica de Castilla y León y servir de punto de encuentro de profesionales y aficionados. También recordó que Manuel Cañón, el propietario de las más de 250 piezas que se exponen en la muestra temporal ‘Minerales de España’, acompañará a los asistentes en los dos recorridos por la misma previstos para las 12.30 y 18.30 horas.
José Vicente Casado, que acompañó su comparecencia con un amonites de Madagascar que vivió hace unos 140 millones de años y un cuarzo de Marruecos que anteriormente fue otro mineral y fue transformado con el paso de millones de años, subrayó que la feria atrae a personas “muy interesadas por la ciencia, la naturaleza, que se desplazan cientos de kilómetros y generan un movimiento importante. Mezcla el afán de coleccionar y el conocimiento científico y los asistentes se quedan varios días en la zona”.
“Me hace ilusión que haya personas que vengan a la feria y conozcan los minerales. Los colegios ya no tienen ni colecciones de piedras. Los minerales son una excusa para dar a conocer estos recursos, genera vocaciones, respeto por la naturaleza, conocer gente y un vínculo entre las personas. Son una excusa para relacionarnos con el mundo real”, resumió después de sugerir que su duración podría extenderse a más de una jornada.