La Junta da por abierto en León el 'cerebro' de todas las rutas de autobuses de la Comunidad, con 17 trabajadores
Las oficinas y tecnologías anunciadas hace tres años rematan la remodelación de la estación de autobuses de León, en ambos casos en manos de la empresa pública Somacyl, la 'Junta B'
Centro de Control de Transportes autonómico en un lateral de la estación de autobuses de León.
Aunque a la vista no lo parezca, por encontrarse aún con alguna valla de obras, con apariencia exterior de poca actividad, cristales empapelados y con su rótulo tapado en espera de algunos remates, la Junta de Castilla y León da por plenamente operativo el Centro de Control del Transporte autonómico, prometido hace tres años para la estación de autobuses de León recién remodelada.
El propio consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, a preguntas de ILEÓN, asegura que ya es una plena realidad este nuevo departamento y ya cuenta con la plantilla completa de 17 empleados. En concreto hay a fecha de hoy hay “contratadas 16 personas y un coordinador”, que habría comenzado en su totalidad a trabajar en la sede recién ejecutada, en un lateral de la parada de taxis de la estación de autobuses ‘Reina Doña Urraca I de León’.
No forman parte de la plantilla pública de la Consejería, ya que se trata de un contrato convocado a finales de 2024 para la explotación y operación integral de este 'cerebro' de coordinación, un punto neurálgico para el control y la gestión del sistema de transporte público de viajeros por carretera de competencia autonómica. Un contrato que impulsó la empresa pública Somacyl, dependiente de otra Consejería, la de Medio Ambiente que dirige el consejero leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, a finales del pasado año. Tras quedar desierto en primera instancia, el contrato recayó finalmente, por 1,6 millones de euros, en la unión temporal de empresas (UTE) formada por la empresa madrileña Soluciones Smart de Territorio y la leonesa Proconsi.
A ese dinero hay que sumar los 600.000 euros de otro contrato diferente para la ejecución de las obras en el espacio de la planta baja de la estación leonesa, aproximadamente 440 metros cuadrados, así como toda su equipación y mobiliario del centro. De este modo la suma total del dinero invertido por la Junta para hacer realidad este centro, más de tres años después de anunciarlo, es de 2,2 millones de euros. Se trata de once veces menos de la inversión que Suárez-Quiñones, entonces aún consejero también de Fomento, anunció en 2022, dado que habló de 25 millones de euros para el centro leonés provenientes de fondos europeos de recuperación.
Detrás de esa apariencia exterior de instalación inacabada, pero que pronto será objeto de una visita inaugural y oficial, como avanzó Sanz, el consejero detalló que está ya en rendimiento creciente este 'cerebro' de coordinación de todos los transportes de autobuses de concesión autonómica, unas 2.000 líneas de autobuses, cuantificó, que viajan por Castilla y León con soporte económico de la Junta dentro de su mapa de concesiones públicas.
Señalización hacia la estación de ferrocarril frente a la nueva oficina del Centro de Control de autobuses de León.
El centro está llamado a gestionar de manera centralizada desde León todo el entramado tecnológico del llamado Sistema de Sostenibilidad del Transporte Público, conocido por las siglas ITS, y sus numerosos adelantos tecnológicos. Sanz recuerda que se trata de la suma de “ocho contratos en marcha, que están ejecutándose, y que van a permitir en el fututo hacer una explotación del servicio de transporte por carretera de la Comunidad autónoma de Castilla y León de una manera unificada desde aquel centro”. Esta oficina leonesa irá pues “de manera paulatina tomando funciones según van incrementándose”.
Gestión de la tarjeta Buscyl, sólo al principio
Mientras, asegura el consejero que el personal del centro no está parado. Y aunque sus funciones se centrarán en “tomar decisiones en tiempo real, incluso simulando situaciones para poder adoptar decisiones en función de incidencias que se den en el ámbito del tráfico de estos autobuses” de concesión autonómica, por el momento en el Centro de Control “se van a encargar de las tramitaciones de las (primeras) tarjetas de Buscyl, serán quienes se lo envíe a los padres, madres o tutores de menores o aquellos otros titulares que lo soliciten, les activarán la tarjeta digital o la pasarela de acceso para el smartphone”, asegura José Luis Sanz Merino.
Para cuando el sistema esté implantado, la Junta espera que el 'cerebro' del control de los autobuses esté a pleno rendimiento a través de una única plataforma tecnológica.
También espera para abrirse la costosa y polémica pérgola peatonal entre ambas estaciones
Las depedencias de León, al detalle
El nuevo Centro de Control del transporte público de viajeros por carretera se ha construido íntegramente en la planta baja de la estación de autobuses de la capital leonesa con dos accesos completamente independientes del resto de las dependencias de viajeros.
Tal y como ha explicado la Consejería de Movilidad al informar de la contratación de las obras hace más de un año, la distribución interior se ha organizado a partir de un pasillo central que da lugar a una serie de oficinas situadas a ambos lados, todas con entradas independientes. Este recorrido culmina en una estancia de casi 75 metros cuadrados que alberga uno de los elementos más emblemáticos del centro: la Sala de Operaciones, equipada con un videowall de múltiples pantallas que permitirá el seguimiento y control en tiempo real de todo el sistema, una especie de 'Gran hermano' de todo transporte público de Castilla y León.
Dentro de estas instalaciones se ubicarán las oficinas del sistema de gestión y explotación del transporte a la demanda, un servicio pionero en la Comunidad con más de 20 años de trayectoria y reconocimiento tanto nacional como internacional. Este espacio contará con su propio call center y áreas destinadas a la emisión de informes, estadísticas y gestión de incidencias. Además, se integrarán las funciones de seguimiento y análisis del sistema de movilidad mediante el uso de gemelos digitales, una herramienta avanzada incluida en el Sistema de Transporte Inteligente (ITS), clave para la modelización y simulación del transporte de viajeros.
Recreación de la sala de 'video wall' del centro de control de transportes autonómicos de autobús.
El Centro de Control también acoge dependencias destinadas a la explotación de datos y gestión de sistemas TIC, así como una oficina de certificación y una sala para la validación de nuevos equipamientos embarcados que se integren en el sistema autonómico. Igualmente, se llevará a cabo en estas instalaciones la creación y emisión de tarjetas de transporte de titularidad autonómica, consolidando el centro como un núcleo tecnológico y operativo de referencia para la movilidad en Castilla y León.
En cuanto a la eficiencia energética, el proyecto incluía la implantación de un sistema de climatización basado en bombas de calor de alto rendimiento. Así, estas nuevas instalaciones permitirán un control óptimo de la temperatura a lo largo del año mediante unidades interiores que regulan la producción de aire frío o caliente según las necesidades estacionales.
Todo ello fue objeto de un contrato impulsado por Somacyl cuantificado finalmente en 600.000 euros, a mayores de los 7 millones de euros que también a Somacyl, la empresa pública de la Junta, le había costado la completa remodelación de la estación de autobuses de León, obra en la que no se incluyó el coste del centro a mayores. La aportación millonaria de Somacyl, la llamada 'Junta B', se elevó hasta los 15 millones de euros al incluir también el coste de que la empresa de la administración autonómica gestione por su cuenta la estación leonesa durante los próximos 20 años, es decir, hasta 2043, en vez de hacerlo una compañía privada.
La conexión de paseo entre estaciones, también esperando
A mayores, otra novedad ya construida y que parece esperar su inauguración es la llamada “solución intermodal” para que los viajeros puedan conectarse a pie entre la estación de autobús y la de tren, situada muy cerca una de otra. Una infraestructura anunciada hace más de dos años entre una gran polémica que, con un coste superior a 600.000 euros, fue bautizada popularmente como “chapuza intermodal” al tratarse apenas de una cubrición contra las inclemencias del tiempo de la acera que media entre ambas estaciones a lo largo de unos 300 metros de longitud.
La Junta y el Ayuntamiento de León descartaron, por ser muy complejo y mucho más costoso, una conexión directa por ejemplo con soterramiento. El alcalde, José Antonio Diez, llegó a sumarse a las críticas públicas por esta infraestructura con forma de pérgola alargada: “No le gusta a ningún leonés, y menos al Ayuntamiento, pero algo habrá que hacer”. Los trabajos, también ejecutados por la empresa pública Somacyl, ya han finalizado pero de momento la zona permanece vallada y sin uso alguno.