Las empresas agroalimentarias ubicadas en los municipios de antiguas cuencas mineras, del Fondo de Transición Justa, podrán acceder a una parte de los 18 millones de euros en subvenciones para impulsar su modernización, a través de dos líneas de nueve millones de euros cada una.
La convocatoria, publicada este martes en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) cuenta con una línea para pequeñas y medianas empresas, que puede llegar hasta los 900.000 euros como máximo, y otra para grandes empresas, que oscila entre los 400.000 y los 4,5 millones de euros. El plazo de presentación de solicitudes se abre el 13 de noviembre finalizará el 30 de abril de 2025, según han informado fuentes de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León que gestiona estos fondos mayoritariamente europeos.
Las inversiones susceptibles de recibir ayudas deben ubicarse en municipios de las provincias de León o de Palencia, no obstante, sus criterios de selección dan preferencia a aquellos más afectados por los efectos de esa transición energética. Estos municipios son, dentro de las comarcas de El Bierzo y Laciana, Bembibre, Berlanga del Bierzo, Cabrillanes, Cubillos del Sil, Fabero, Folgoso de la Ribera, Igüeña, Noceda del Bierzo, Palacios del Sil, Páramo del Sil, Ponferrada, San Emiliano, Toreno, Torre del Bierzo, Vega de Espinareda, y lindando con ellas Valdesamario y Villagatón.
En la de Montaña Central Leonesa y La Robla, se trata de Los Barrios de Luna, Boñar, Cistierna, Matallana de Torío, La Pola de Gordón, La Robla, Sabero, Valdepiélago, Valderrueda, Vegacervera y Villamanín. Y ya en Palencia, dentro del área de Guardo-Velilla, se incluyen Barruelo de Santullán, Castrejón de la Peña, Cervera de Pisuerga, Guardo, Mantinos, Mudá, La Pernía, Polentinos, Salinas de Pisuerga, San Cebrián de Mudá, Santibáñez de la Peña, Triollo, Velilla del Río Carrión y Villalba de Guardo.
El objetivo de esta convocatoria consiste en potenciar la transformación ecológica de la industria, así como el fomento de la movilidad sostenible, la economía circular y la eficiencia energética, para prestar así apoyo a aquellos territorios afectados por el cierre de la actividad minera y de las centrales térmicas.
La iniciativa, cofinanciada por la Unión Europea, dispone en concreto de una línea para pequeñas y medianas empresas que pueden alcanzar hasta los 900.000 euros -con límites que oscilan entre el 25 % de la inversión para las medianas y del 35 % para las pequeñas-.
La otra línea está destinada para las grandes empresas y oscilará entre los 400.000 y los 4,5 millones de euros -que tendrá como límite el 15 % del presupuesto de la intervención planificada-.
Las actuaciones que podrán recibir estas ayudas, cuyo plazo de presentación de solicitudes arranca mañana, son la diversificación de la producción; la transformación del proceso de producción por uno más sostenible energéticamente y la creación de un nuevo establecimiento. También se incluyen actuaciones que abarquen el incremento de capacidad, aunque este último supuesto sólo se contempla en el caso de las pequeñas y medianas empresas. Todo ello siempre en el ámbito de las segundas transformaciones.
Todas las inversiones susceptibles de ser subvencionadas a través de este programa deberán realizarse a partir del momento en el que se registre la solicitud, y se percibirán una vez sea ejecutado el proyecto.
Las bases prevén la posibilidad de pedir un adelanto de hasta el 40% de la ayuda, su incompatibilidad con cualquier otra y la obligación de la administración de resolver en un período de seis meses a contar desde la fecha posterior al día de finalización del plazo de presentación de solicitudes establecido en la convocatoria.