La empresa india Switch Mobility invertirá en la próxima década 100 millones de euros en la planta de producción de autobuses y furgonetas eléctricas y el centro de I+D que instalará en Valladolid, que generará 7.000 empleos, de los que 2.000 serán directos y el resto indirectos.
El CEO de la compañía, Andy Palmer, adelantó que la primera piedra de la planta se instalará el próximo 27 de enero y que el objetivo es que a finales de año esté fabricado el primer autobús eléctrico.
Palmer acudió al Museo Patio Herreriano para presentar el proyecto industrial donde estuvo arropado por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente y los consejeros de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, y Empleo e Industria, Carlota Amigo.
La ubicación final del proyecto sigue siendo una incógnita, y llegará como un “regalo de Navidad”, dijo Palmer, el día 27 de enero, cuando se dará el “pistoletazo de salida” a la construcción de la industria, en una fecha muy representativa en el calendario Indio.
El alto ejecutivo explicó que el desarrollo de la fábrica será progresivo, en una primera fase sacará los autobuses de la línea G4 de la marca; para en una segunda generar vehículos con nueva tecnología G5; y a partir de 2024, iniciar la fabricación de furgonetas eléctricas. A partir de ese momento, la industria alcanzará una capacidad de producción de 50.000 unidades al año.
Andy Palmer destacó su “alta capacidad de producción” con el reto no solo de vender en España sino de exportar a países como Italia, Portugal y Francia, y “no solo unidades completas, sino también secciones o kits”.
El directivo mundial, que regresa a la Comunidad, tras trabajar en Nissan en Ávila, aclaró que eligieron Valladolid porque constituye una “ubicación perfecta” para su industria y el centro de I+D que la acompañará, dentro de un mercado, el europeo, que constituye la zona de mayor expansión los próximos años de los vehículos eléctricos.
Explicó su decisión en el ecosistema industrial para la automoción que ya está instalado en la zona, dentro de su estrategia y su apuesta por los proveedores locales “en todo lo posible”, dijo, y en el talento en ingeniería del sector que posee la Comunidad. En este sentido, sentenció que no adquirirán nada de China, y precisó que en estos momentos producen sus batería en Austria. “El objetivo de la UE es que el 70 por ciento de los componentes de la baterías se produzcan aquí en 2026”, recordó.
Asimismo, defendió la “interacción” con las autoridades municipales, autonómicas y del Gobierno de España, que han trabajado “más intensamente” que las de otros países para lograr la consecución en Valladolid de este proyecto, según dijo a Ical.
Andy Palmer incidió en que son una empresa de carbono neto cero, que busca un bajo coste de titularidad, con un ciclo de vida de sus vehículos “más barato” que los diésel. Aseveró que buscarán para sus plantillas un sesgo muy amplio de cualificación técnica, aunque predominarán los de formación “muy elevada” como doctores en puestos como la I+D, porque no compiten con cadenas de montaje tradicionales. Aseveró que su forma de trabajo apuesta por la formación continua y el respeto a las plantillas, desde una “buena relación con los sindicatos”.
Durante la presentación, se pudo observar uno de los autobuses que fabrica el grupo a la puertas del Museo Patio Herreriano. Aclaró el CEO que producen autobuses de 12 metros, para su uso urbano, con el reto de una plataforma de acceso en piso bajo, que les obliga a situar las baterías en la parte trasera del vehículo, con peso ligero y tracción baja. Asimismo, remarcó que se basan en tecnología implementada en la Fórmula 1, y están en la vanguardia en la química de las baterías, que se basan, como en Tesla, en el níquel-cobalto.
Palmer aclaró por último que la multinacional es en un 92 por ciento de su capital, una empresa pública, del Gobierno indio, y remarcó que el valor de la firma en el mercado alcanza los 1.600 millones de dólares. La planta de Valladolid se unirá a las factorías existentes en Leeds (Reino Unido) y Chennai (India).