Vecinos de Vidanes se organizan contra la planta de biogás proyectada en el polígono industrial
Cerca de 200 personas se reunieron este sábado en las antiguas escuelas de Vidanes, en el término municipal de Cistierna, en un encuentro convocado para analizar el proyecto de una planta de biogás impulsada por la empresa Apaycachana, que pretende instalarse en el polígono industrial de la localidad. La iniciativa, con capacidad para procesar 86.000 toneladas anuales de residuos, generó una oposición mayoritaria entre los asistentes, que expresaron su preocupación por el impacto ambiental, sanitario y económico que podría tener sobre el valle.
Durante la asamblea, promovida por un grupo de vecinos y la Junta Vecinal, se explicaron los procesos previstos en la planta y los posibles riesgos asociados a este tipo de instalaciones, además de valorar alternativas para frenar el proyecto. Entre el público se encontraban residentes de Vidanes y pueblos cercanos, así como pedáneos y concejales de municipios del entorno. También asistió el alcalde de Cistierna, Luis Mariano Santos, quien aclaró dudas técnicas y expresó su apoyo al movimiento vecinal. Llamó la atención, sin embargo, la ausencia de algún miembro de la Junta Vecinal local, algo que sorprendió a muchos asistentes dada la “unánime oposición” expresada durante la reunión.
Los vecinos insistieron en que el proyecto podría suponer un “grave perjuicio medioambiental”, afectar al bienestar y la salud de los habitantes y provocar una depreciación del valor de las propiedades del entorno. Ante este escenario, los asistentes aprobaron la creación de una asociación para coordinar acciones, buscar asesoramiento legal y canalizar la respuesta social.
La nueva entidad, que llevará el nombre de Eslavida, en referencia al río Esla, “que da vida al valle”, eligió su primera junta directiva, encabezada por Amparo García como presidenta y Gonzalo Fernández-Valladares como vicepresidente y portavoz. Entre sus primeras acciones están la recogida de firmas, la colocación de pancartas y carteles, y el reparto de pegatinas para visibilizar la oposición vecinal. Además, prevén iniciar contactos con administraciones, empresas y asociaciones de la zona para sumar apoyos contra la instalación.
La asociación subraya que esta será solo la primera de muchas acciones en defensa del valle y que la movilización continuará mientras el proyecto siga adelante.
