UPL pide ayudas económicas que minimicen el impacto de la 'Ley pachanga'

Un partido de la extinta Liga de la Amistad.

UPL defenderá este martes, en la sesión de control al Gobierno autonómico, las competiciones deportivas no oficiales tras la aprobación por parte de la Junta de Castilla y León este verano del Decreto Sobre Actividades Deportivas conocido ya como 'Ley Pachanga'. Así, solicitará que se pongan en marcha ayudas económicas que minimicen el impacto de esta legislación en las competiciones no oficiales.

El cambio normativo implica, entre otras cuestiones, que aquellas competiciones deportivas no oficiales que se desarrollan en el territorio de la Comunidad han de contar con un seguro que cubra el riesgo de accidente y la responsabilidad civil frente a terceros.

Ante ésta nueva situación y tras las críticas surgidas desde diferentes ámbitos del deporte, el procurador de UPL Luis Mariano Santos ha decidido preguntar en la sesión de control al Gobierno, a la Consejera de Cultura y Turismo, si considera que la aprobación de este decreto viene a ayudar a la práctica del deporte amateur no oficial.

Para el leonesista, esta normativa no favorece la práctica deportiva, sino que dificulta el deporte no oficial. “Las ligas y competiciones aportan un valor al desarrollo del deporte, como mínimo, del mismo nivel que las federativas, sin subvenciones ni ayudas públicas”, insiste Santos.

En opinión del procurador, es “difícil de entender que quieran generar normativa que suponga dificultades a los torneos amistosos, sin ánimo de lucro, tratándose de una de las actividades más saludables para los jóvenes, efectiva contra los malos hábitos, contra las drogas y el alcoholismo, que fomenta el compañerismo y la amistad, y que genera procesos de desarrollo cultural en el medio rural”.

Además, añade que “de seguir adelante y no tomar medidas que minimicen el impacto económico de ésta regulación, estaremos coartando la libertad y la práctica, y estableciendo desigualdades, generando deportistas de primera (aquellos en competiciones federadas oficiales), y deportistas de segunda (los no oficiales), que debido al encarecimiento del mismo pueden optar por abandonar la práctica deportiva, y ese es un lujo que nosotros no podemos permitirnos”.

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