Una tractorada “apolítica” colapsa León capital pese a no contar con el respaldo de las principales organizaciones agrarias
Medio millar de tractores muestran el enfado de los agricultores y ganaderos leoneses ocupando desde mediodía avenidas principales del centro de la capital leonesa para realizar sus reclamaciones ante la Subdelegación de Gobierno
Cientos de tractores, algunas fuentes calculan que medio millar, han entrado durante la mañana del viernes 2 de febrero en la ciudad de León. Una manifestación que no ha sido convocada por los sindicatos agrícolas ni respaldada abiertamente por ninguno de ellos.
Después de dos días de ensayo, en esta ocasión los participantes han solicitado y obtenido el permiso de Subdelegación del Gobierno para atravesar el centro de la ciudad, logrando una de las movilizaciones agrarias con más cantidad de vehículos pesados que se haya podido recordar en la ciudad mostrando el mayúsculo enfado de unos agricultores y ganaderos que no han esperado a la convocatoria oficial de las organizaciones sindicales campesinas para el 23 de febrero.
Convocados mediante una serie de manifiestos con peticiones propias de la ultraderecha antieuropea, los tractoristas leoneses han estado saliendo a las carreteras durante dos días seguidos sin haber comunicado hasta hoy a la Subdelegación de Gobierno sus movimientos de protesta.
Eso sí, hoy, cumplimentado el trámite de la comunicación, los tractores han entrado en la ciudad sobre las 11 horas, haciendo algunos cientos una parada en el aparcamiento del Palacio de los Deportes. Poco después la marcha ha continuado por el centro de la ciudad hacia la Subdelegación del Gobierno, donde leerán un manifiesto con sus reclamaciones. Los participantes aseguran no defender ninguna ideología política, tan solo los intereses de agricultores y ganaderos.
Según las primeras cifras de la Policía podrían ser más de quinientos los tractores que participaron en esta marcha que a las dos de la tarde sigue su camino por otras calles de León.
A su llegada a la Subdelegación del Gobierno a las doce de la mañana uno de los participantes, Manuel Mantilla, se ha erigido como portavoz. Con un megáfono ha llamado a gritos al subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez (del que ha habido confusión respecto a su nombre entre los participantes, que lo desconocían), para que saliese a hablar con los manifestantes a la calle, a pesar de que algunos ya habían accedido al interior del edificio y en ese momento mantenían una reunión con el subdelegado.
Mientras tanto, el portavoz entretenía a los asistentes, que le aplauden y corean, dirigiéndose a los sindicatos y subdelegado: “No son amenazas, antes venían los sindicatos cada cuatro años a hacer algo por el campo, hoy nosotros somos los sindicatos, y si no nos atiendes vas a ver más tractores en la primavera que coches en León todo el año. Baja, que te estamos esperando para hablar contigo, para nada más”, han especificado.
A pesar de haber defendido que no había una motivación política en sus reclamaciones, ante la Subdelegación del Gobierno han mencionado en varias ocasiones a Puidgemont y al ministro de Agricultura Luis Planas a quien han insultado diciendo que “tiene el cerebro plano”. “Vamos a formar un sindicato agrícola pero tenemos que contratar de presidente a Puidgemont porque a ese le conceden todo lo que dan. Están más preocupados del problema de la mierda de Cataluña y del País Vasco que de esto”, a lo que han seguido los aplausos de la multitud.
Durante las declaraciones a la prensa, también han señalado a ILEÓN acusando al medio de “tergiversar”: “Hacedlo bien, poned lo que diga. Periodistas de ILEÓN que sois unos hijos de puta”, se ha escuchado decir a algún asistente.
Además, han promovido ideas antieuropeísta: “Europa nada está haciendo, vamos contra Europa. O la paramos o vamos a pasar hambre todos”.
A pesar de ello otros participantes aseguran que el inicio de esta protesta surge de grupos de WhatsApp y de Telegram de agricultores y ganaderos: “No tenemos ningún perfil político, esto es una movilización a parte de eso. Estamos ofendidos con todo los partidos y todos los sindicatos”.
“Reclamamos que no se nos trate como a tontos, nosotros conocemos nuestras explotaciones y a nuestros animales. La política europea globaliza demasiado”, declaran. “Hemos prescindido de los sindicatos porque nos sentimos abandonados por ellos y por los sindicatos”.
El reproche a la ausencia de las organizaciones agrarias fue constante durante la jornada de protesta. Numerosas voces expresaron públicamente su decepción o enfado por no recibir un apoyo en mayor o menor medida de los sindicatos a los que muchos pertenecen y algunos invitaron a devolver esa falta de respaldo con bajas por parte de los asociados. “Parece que se la pela. No hay apoyo de ningún sindicato… si no nos movemos nosotros”, lamentó un manifestante.
“La gente está cansada. Te dicen lo que tienes que sembrar y hay veces que no se puede”, comentó uno de los presentes. Carmen, agricultora de Villlavante, reclamó “poder sembrar lo que se quiere y que lo que se produce tenga valor” y comentó que la bajada en el precio del maíz le va a suponer cuantiosas pérdidas este año.
También recalcaron que no consideran justo que se importen productos de otros países cuando se producen en España y que incluso cuenten con ventajas competitivas. “Todo sube y se gana nada. Hay que protestar”, recalcó Lorena, hija de un agricultor del Páramo leonés durante una manifestación en la que no faltaron banderas de León y de España.
Una vez terminada la reunión con el subdelegado, los dos representantes han salido al exterior y, al poco tiempo, lo ha hecho Faustino Sánchez que ha hablado con la multitud: “El compromiso que he tenido es el de transmitir las preocupaciones que me han presentado. El Gobierno de España entiende las manifestaciones del campo y yo lo transmito a mis superiores, se intentará luchar pero hay reclamaciones que no dependen exclusivamente del Gobierno”.
En el manifiesto que le han entregado en esta ocasión al Subdelegado del Gobierno han eliminado los conceptos que se muestran en contra de la Agenda 2030, se limitan a protestar contra la PAC, la revisión de la CHD, mejorar la Ley de Cadena Alimentaria, contra la nueva Ley de Bienestar Animal, una reciprocidad de las relaciones comerciales entre países comunitarios, contra la consideración de Ucrania como país miembro de la UE con grano libre de aranceles, rebaja del IVA en carburantes y finalizar la “especulación de precios”.
El delegado del Gobierno los califica de “radicales”
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, ha reconocido que las movilizaciones que se están llevando a cabo en la Comunidad en defensa del sector del campo se están impulsando a través de grupos de WhatsApp, en los que hay “personas vinculadas con la extrema derecha o de Vox”.
Así lo ha aseverado Sen en declaraciones a los medios de comunicación tras un desayuno de trabajo, en el que ha apuntado que el hecho de que haya “personas radicales” o de “extrema derecha” en los grupos que están organizando las 'tractoradas' no supone que “todos los que comparten ese grupo vayan a actuar de una manera u otra”, según elDiariocyl.
Asimismo, el delegado de Gobierno ha reconocido que una de las cosas que más le “preocupa” es que las movilizaciones se están llevando a cabo “de forma desordenada” ya que no se han tramitado solicitudes para estas concentraciones ni hay “un liderazgo claro” con el que poder mantener una interlocución.
Las proclamas de los agricultores contra las leyes animalistas y la Agenda 2030
La marcha se inició con una concentración de vehículos en el entorno del estadio de fútbol para continuar por el centro de la ciudad, acompañada del sonido de las bocinas, hasta llegar a la Subdelegación del Gobierno –informa Elena F. Gordón para la Agencia ICAL– donde tuvo lugar la entrega de un manifiesto en el que apuntan que “debido a la pasividad de los sindicatos agrarios a la hora de trasladar sus problemas” los ganaderos y agricultores se ven obligados a agruparse “independientemente de cualquier organización, para luchar y ser escuchados ante la nueva PAC y las leyes aprobadas para el cumplimiento de la Agenda 2030”.
“Hasta que nos escuche el Ministerio de Agricultura, que es el que nos representa y traslade nuestro malestar a la Comisión Europea y ministerios pertinentes, para derogar o rebajar las leyes y reformas que están hundiendo al sector primario y despoblando nuestro mundo rural”, recoge el texto que recibió el subdelegado, Faustino Sánchez, con el anuncio de que el martes 6 de febrero volverán a las protestas, antes de reanudar la marcha en dirección a la Delegación Territorial de la Junta.
Entre las peticiones que plantean está la derogación de la Ley de Bienestar Animal, claridad en el etiquetado con los países de procedencia de los productos y precio en origen y final, imposición de aranceles a la entrada de productos extracomunitarios, rebaja de la carga burocrática y derogación de la Agenda 2030.
El sonoro recorrido de los tractores, en todo momento alentados por las bocinas, estuvo secundado por numerosas personas a pie en una marcha completada con pancartas y carteles reivindicativos con mensajes como 'Nuestro fin será vuestra hambre', ‘El campo despierta. Precios justos ya’ o ‘El campo no se vende. Se defiende’.
El reproche a la ausencia de las organizaciones agrarias fue constante durante la jornada de protesta. Numerosas voces expresaron públicamente su decepción o enfado por no recibir un apoyo en mayor o menor medida de los sindicatos a los que muchos pertenecen y algunos invitaron a devolver esa falta de respaldo con bajas por parte de los asociados. “Parece que se la pela. No hay apoyo de ningún sindicato… si no nos movemos nosotros”, lamentó un manifestante.
“La gente está cansada. Te dicen lo que tienes que sembrar y hay veces que no se puede”, comentó uno de los presentes. Carmen, agricultora de Villlavante, reclamó “poder sembrar lo que se quiere y que lo que se produce tenga valor” y comentó que la bajada en el precio del maíz le va a suponer cuantiosas pérdidas este año.
También recalcaron que no consideran justo que se importen productos de otros países cuando se producen en España y que incluso cuenten con ventajas competitivas. “Todo sube y se gana nada. Hay que protestar”, recalcó Lorena, hija de un agricultor del Páramo leonés durante una manifestación en la que no faltaron banderas de León y de España.