Cuando 'sine die' se ha tornado en nueva legislatura

El voto leonesista se ha impuesto claramente en muchos municipios de León.

Máximo Soto Calvo

Ya hemos entrado en el día después, sin píldora y sin prevención, generando... sentimiento leonés. Si no lo hacemos plenos de éxito, sí con gran ánimo por León que nos inunda hoy –¡A todos!–, especialmente a los políticos que enarbolaban nuestro guión regionalista fuertemente asido.

Los dirigentes de UPL han cumplido su misión de mensaje y asentamiento de los valores leoneses. Se emplearon a fondo, hemos de reconocérselo, y su premio es nuestro también, iba implícito en el voto, del cual surge un grito de rebeldía: ¡Queremos seguir siendo leoneses!

Conocido el resultado final escribí: UPL hará una buena labor. Partiendo de un equipo, tres procuradores, para reclamar lo nuestro y preparar el... Lexit. Con lo nuestro me refiero a lo que a la Región Leonesa le corresponde, evitar que se nos siga timando y mejorar en lo socioeconómico, en tanto se van poniendo cimientos para la clara diferenciación estatutaria regional leonesa, primer estadio. Y con los derechos constitucionales que nos asisten ir en busca de la 18. ¿Cuándo?, sin prisa, pero sin pausa, firmes, y vigilantes en el ínterin.

Será bueno comentar unos antecedentes, que han podido ser, si no cimiento, sí solera sobre la que pudieron empezar a rodar los resultados electorales.

Que tomara UPL la decisión de cerrar la campaña electoral en Santa María del Páramo, donde la alcaldesa Alicia Gallego ha mostrado a diario su mejor hacer municipalista y de progreso, me hizo concebir esperanzas de que abríamos un puerta salvadora de lo leonés, porque de allí era la persona a quien debemos el inicio de todos nuestros males autonómicos, Martín Villa; esta localización podía ser el revulsivo necesario... sonaba y suena a premonitorio.

El camino de las mociones autonomistas

¿Puede haber víctima más inocente que el pueblo leonés en manos del ente autonómico? ¡Creo que no! Tal vez por ello el 28 de diciembre de 2019 surgió la noticia: se había aprobado una moción en el consistorio legionense para ir en busca de la libertad autonómica de los leoneses. Fue presentada por UPL, y apoyada por el PSOE consistorial. Tanto es así que el alcalde, José Antonio Díez, la hizo suya, en la medida que, además de admitirla, empezó a defenderla como cosa propia, y a fe que lo hizo en los medios, también nacionales. Y no sin repercusión favorable.

Mociones similares, más de cincuenta, se han ido aprobando en ayuntamientos leoneses de León y alguno de Salamanca y de Zamora. Se estaban concienciando nuestros munícipes de que había que dejar disciplinas partidistas, ideologías e ir a defender lo leonés.

Abierta esta caja de los truenos, se nos ha empezado a reconocer en los medios, en las tertulias radiofónicas, una diferenciación con Castilla, que si en algún momento anterior se había insinuado, fue siempre con sordina, esto es bajo modulación castellanizada. Por supuesto nunca bien explicado, o con erróneas interpretaciones, sobre el injusto trato autonómico, la diferenciación territorial y poder ir hacia el autogobierno leonés.

Como si de un lance torero se tratara, la salida a los medios del alcalde, no a saludar, sino a hacer saber nuestras penurias autonómicas, ha tenido repercusión en la faena. Así, entre muchos periodistas de radio y en televisión, presentadores y contertulios, especialmente en mesas de contenido político, se empezó a hacer patente el uso correcto de la 'Y' que diferencia a León de Castilla.

Puede parecer una nimiedad lo citado, pero no es así teniendo en cuenta el eco nacional e incluso internacional que la repetición nominal: castillaleon, iba adquiriendo, por cuanto suena a unión, en tanto es un maligno amancebamiento, el machacón uso lo asimilaba a verdad, en la mente de los oyentes.

“Se ha empezado a romper el cerco o maleficio”

Se ha empezado a romper el cerco o maleficio, empezando a usar la 'Y' como corresponde, e incluso, por parte de algunos, pronunciándola con regodeo, con rotundidad diferenciadora, lo que nos aboca a otro dimensión, a otro camino. Por supuesto ocurre igual al nombrar a los ciudadanos leoneses y a los castellanos, no con la debida prelación histórica con la que acabo de citarlos, pero sí por ejemplo con rotundidad lingüística, por ejemplo: “A los castellanos y a los leoneses”...

Fue dicho y repetido por un tertuliano de la SER, cuando se estaba comentando la campaña electoral autonómica en el ente que nos engloba. Javier Aroca, sereno, didáctico y preciso colaborador en Hoy por Hoy, fue el autor. Es curioso que una expresión que además de lógica es de corrección extrema, por verdadera, nos llamé la atención.

Nuestro paisano, Antonio Ferreras, periodista y director en la Sexta, en Al Rojo Vivo, después de haber entrevistado telemáticamente a nuestro alcalde, escucharlo y compartir, pareció entrar en una fase en la que significar que León era algo más que el apéndice de una facción castellana, le resultaba de “obligado cumplimiento” y había que decirlo. Hoy es uno de los que emplea la 'Y' con conocimiento de causa, poniendo especial énfasis en su pronunciación, con lo que está obligando a sus contertulios a imitarle. Y en verdad se da este seguimiento, que marca tendencia y tempo.

Si bien me ha sorprendido, desfavorablemente, que tras las elecciones no haya hablado con Luis Mariano Santos, procurador autonómico y líder leonesista de UPL, dado que con ello estaba dando cancha a lo leonés e insinuando nuestro derecho constitucional a autonomía. Es decir dando voz a sus paisanos.

No es tarde. Creo que nos lo debe.

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