'Obligado' fin del encierro en Diputación

Los cinco encerrados en Diputación.

ileon.com

Los cinco encerrados en Diputación abandonarán mañana sábado el Palacio de los Guzmanes después de que la Diputación haya presentado notificación de extinción de contrato de trabajo por razones organizativas y de producción, así como cheque nominativo por importe indemnizatorio de 20 días por año de antigüedad, a cuatro de los nueve trabajadores (tres de ellos del grupo de encerrados y uno más en el exterior), todos ellos delegados sindicales que habían optado por la recolocación reconocida en la sentencia judicial.

Es una salida 'obligada' por las circunstancias, pues los delegados sindicales que están dentro tienen que salir para emprender las acciones necesarias debido al despido objetivo recibido. Nicolás Sanz (UGT-FSP) asegura que están estudiando el caso para ver cómo actúan a partir de ahora. “Es una estrategia de Isabel Carrasco, que actúa por su cuenta y me consta que en contra de la mayoría de su partido que no se atreve a contradecirla”, asegura. De todos modos -continúa- “lleva días chantajeándoles con esta posibilidad y ahora ha tomado la decisión”, manifiesta Sanz.

Lea el comunicado emitido por los cinco encerrados:

Extrabajadores de las Oficinas de Desarrollo:

Abandonamos el encierro tal como prometimos, una vez que la Diputación, ha dado una respuesta a nuestra petición de que se nos manifestase por escrito la intención o no, de recolocación, tras la mesa negociadora convocada por la propia Diputación el pasado lunes 28 de febrero.

La Diputación lleva semanas recalcando, que no entendía nuestro encierro, ya que no era posible tomar medida alguna porque las sentencias no eran firmes y habían sido recurridas ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Valladolid. Pues bien, una vez más la mentira parece ser el único lenguaje que esta Diputación conoce. Sí era posible tomar decisiones, pero no existía voluntad de hacerlo ni intención de manifestar la verdad: proceder a nuevos despidos esperando a ejecutarlos cuando les fuera más favorable políticamente. Al menos nuestro encierro ha forzado a desenmascarar la tiranía existente en esta Diputación. Ante un intento de presión a la negociación con el encierro, hemos conseguido que Diputación acepte las sentencias que dan por improcedente nuestro despido, admiten su error antes de esperar la sentencia del Tribunal Superior de Valladolid.

Este viernes, a las 14:50, esta Administración, ha presentado notificación de extinción de contrato de trabajo por razones organizativas y de producción, así como cheque nominativo por importe indemnizatorio de 20 días por año de antigüedad, a 4 de los 9 trabajadores (3 de ellos del grupo de encerrados y uno más del exterior), todos ellos delegados sindicales, que habían optado por la recolocación reconocida en la sentencia judicial.

Con esta notificación, quedan claras las intenciones de esta Diputación: despedir el mayor número de trabajadores, las nulas intenciones de negociación y la imposición una vez mas de un criterio totalitario de quien ostenta el poder; si no puede despedir por una causa lo hará por otra.

El pasado lunes cuando decidimos iniciar este encierro, teníamos como propósito principal denunciar el acoso reiterado y continuado en el tiempo hacia nosotros y nuestras oficinas, pretendiendo encubrir con ello una decisión política tomada sin ningún criterio de objetividad o eficacia en la gestión. Nuestras oficinas a pesar de las múltiples críticas vertidas, estaban al servicio de la población rural y como otros muchos servicios que esta administración, y otras prestan, no se valora en términos de rentabilidad sino de servicio. No es de recibo que después de 14 años de servicio continuado, cuando el escenario del desarrollo requiere cada vez mas de la implicación de las diputaciones , esta, la nuestra, decida prescindir de las oficinas y de los profesionales que mas tiempo llevan en desarrollo, en detrimento de otros agentes que ni siquiera forman parte de la misma y que suponen un gasto económico sustancialmente elevado, comparado con el coste de mantenimiento de nuestras oficinas, sacrificadas gratuitamente por antojos políticos y personales. No importa tergiversar plenos, despilfarrar dinero de todos, difamar a trabajadores, y mentir, mentir y mentir

Si queremos contribuir a hacer un mundo mejor, debemos empezar a defender la verdad con el mismo ahínco de quienes defienden sus intereses escondidos detrás de la mentira. Como dijo Georges Orwell:

“EN ÉPOCA DE MENTIRAS, CONTAR LA VERDAD SE CONVIERTE EN UN ACTO REVOLUCIONARIO.” (George Orwell)

Nos vamos de este encierro dignamente, sabiendo que hemos defendido algo justo, que hemos estado hablando con la verdad, y que la justicia y la razón están de nuestro lado. Es mucho más de lo que pueden decir alguno de los personajes del Palacio de la mentira.

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