El pasado 1 de julio fallecía, a los 97 años de edad, uno de los últimos brigadistas de la Guerra Civil Española. Theo Francos, afiliado a las Juventudes Comunistas desde los 16 años, luchó contra el fascismo de manera incansable sobre todo en los años 30 y 40 del siglo pasado, convirtiéndose desde muy pronto en leyenda.
Nacido en 1914, comenzó su actividad ayudando a cruzar la frontera a obreros asturianos durante la Revuelta de 1934. Más tarde, en plena Guerra Civil Española, luchó en las Brigadas Internacionales para combatir el avance de las tropas franquistas, asistiendo a batallas tan importantes como las de Brunete y Belchite. Tras ser apresado y torturado en el Campo de Concentración de Miranda de Ebro, consigue escapar fuera de España para luchar, de manera incansable, en las contiendas bélicas de la II Guerra Mundial.
A partir de los años 50 se aparta de la lucha armada, si bien sigue asistiendo a algunas convocatorias y reuniones de temática antifascista. Una de sus últimas apariciones en público la realizó en León en la década pasada, asistiendo a la exhumación de 'Los 13 de Priaranza'.
Finalmente, ni el riesgo sufrido durante su juventud ni la bala que tenía alojada a tres milímetros del corazón impidieron a Theo Francos luchar por los ideales que él creyó justos y en los que basó prácticamente toda su vida.