León logra ser reconocido como fronterizo y podría aspirar a fondos europeos para la autovía León-Bragança

C.J. Domínguez

León es territorio fronterizo con Portugal. En el mapa no pero sí lo es donde mejor podría venirle a la provincia para su futuro logístico como nudo de comunicaciones. Y es que desde julio de este año, la provincia leonesa ha sido incluida oficialmente dentro del Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza de España y Portugal (POCTEP 2014-2020). Esto que no parece gran cosa en realidad significa una oportunidad única, porque los territorios fronterizos pueden optar a fondos del Programa Interreg, un plan que está dotado con 382,5 millones de euros, de los que 288,9 los aporta el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

A la Asociación Autovía León-Bragança, que lucha desde hace años por conseguir como prioridad una carretera de alta capacidad entre ambas localidades, acaba de impulsar una nueva ofensiva: conseguir que la Diputación de León y el Ayuntamiento de la capital apuesten de manera “unánime y fuerte” este proyecto. Porque son conscientes de que la autovía de apenas 158,7 kilómetros pondría a León en el epicentro de un futuro como nudo de comunicaciones y logística internacional, como se aprecia en el mapa adjunto.

No en vano, razonan, esta autovía sería un tránsito natural especialmente para mercancías entre Oporto e incluso Lisboa y Europa, vía Burgos si se mira por carretera y vía el puerto de Gijón si se aprovecha la llamada Autopista del Mar que desde Asturias recala en Nantes (Francia). Para la asociación, es definitivamente la última oportunidad de contrarrestar el arrinconamiento logístico que para León ha supuesto el apoyo de la Junta de Castilla y León al Corredor Atlántico por Salamanca, Valladolid, Palencia y Burgos hacia el continente.

El presidente de la Asociación Autovía León-Bragança, Martín Manceñido, registró esta semana en Ayuntamiento y Diputación una propuesta que confía en que los grupos políticos lleven a debate y aprobación en sus respectivos plenos. En el escrito recuerdan además otros dos hitos relevantes en favor de la nueva autovía de futuro para la provincia: el hecho de que la Red Ibérica de Entidades Transfronterizas incluyera en abril de este año la carretera en el tramo Bragança-Puebla de Sanabria entre las medidas que se deben incluir en la próxima Cumbre Ibérica por ser “cruciales para la recuperación económica y social de la frontera”; y el apoyo explícito otorgado en julio por el Consejo Económico y Social de Castilla y León porque para su presidente, la Patronal Cecale y los secretarios generales de CCOO y UGT es “fundamental y vital” para completar el eje Oporto-Gijón y “no puede esperar más”.

Los datos de un proyecto “vital”

Sobre el papel, hablamos de una autovía que sumaría apenas 22 kilómetros de Bragança a Puebla de Sanabria -que ya tendría un enorme efecto dinamizador hacia León-; otros aproximadamente 95 kilómetros entre Sanabria y La Bañeza; y finalmente, los 41,7 que separan La Bañeza de la capital leonesa. Un proyecto este último que la Junta incluyó hace ocho años en sus planes prioritarios pero que la crisis zanjó de brusca manera.

Los argumentos sobran y está fuera de toda duda la cazurra lucha de la Asociación, que a día de hoy agrupa ya a entidades como la Federación de Asociaciones de Vecinos de León, la Casa de León en Madrid, el colectivo Proyecto León y la Asociación Amigos de Portugal en España. Cabe recordar también las sucesivas veces que Ayuntamiento y la Diputación se han pronunciado -aunque de manera genérica- a favor de la autovía con más futuro económico para la provincia, la última en el Palacio de los Guzmanes en enero