León, custodio de joyas antiguas

Imagen Códice Medieval (lacosastessa.blogspot.com)

Marta Cuervo

La noticia de la desaparición del manuscrito original del Códice Calixtino ha revolucionado hoy el mundo de la peregrinación no solo en Santiago de Compostela. La importancia artística e histórica del documento, una recopilación de la devoción al apóstol Santiago y a los distintos caminos que existen hacia la Capital Jacobea, no tardará en hacerse eco en el resto de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de Europa y del mundo entero.

El libro, que se encontraba custodiado en una cámara blindada del Archivo de la Catedral compostelana, constituye “la esencia escrita de la peregrinación desde el siglo XII”, según ha explicado Beatriz Gallego, presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Pulchra Leonina.

Pero no hace falta salir de la capital leonesa para encontrarnos con documentos de valor incalculable para la Historia. Según Ana Suárez, historiadora leonesa, un manuscrito recoge su valor en que se trata “de un 'único', no hay dos iguales, y más si se trata de un libro de cierta antigüedad, esté ilustrado o no”. Otra de las características de su valor es que “su realización supone un altísimo coste en medios materiales y humanos, y en tiempo invertido”.

León, guardián de historia

Los manuscritos conservados en el Archivo de la Real Colegiata de San Isidoro y el Archivo de la Catedral son de los más valiosos que existen en España.

San Isidoro, según la experta, ampara algunos de los documentos más importantes del siglo X, como son el 'Códice I', que recoge los 'Moralia in Job de Gregorio Magno' en letra visigótica occidental, fechado en 951 y que “presenta muy buen estado de salud”, y el 'Códice II', “una biblia profusamente ilustrada”, conocida como Codex Gothicus Legionensis o Biblia visigótica de San Isidoro de León, que vio la luz en 960 y “presenta escritura visigótica castellana”.

De la segunda mitad del XII y principios del XIII destacan: los 'Códices III.1-III.3', la llamada Biblia románica. Su colofón fija la conclusión del trabajo el 26 de marzo de 1162.

Otros manuscritos son los 'Códices XI.1 y XI.2': Obras de Santo Martino, “dos magníficos ejemplares pregóticos iluminados datables en el cruce entre los siglos XII y XII”, y los 'Códices X.1 y X.2': 'Moralia in Job', de fines del XII- inicios del XIII, y el 'Códice IX, Homilías', “fines del XII- principios del XIII”.

Según Suárez, quién se apoya en extractos de 'Al pie de la letra', la biblioteca isidoriana atesora una quincena de códices de este periodo fértil (signaturas III.1-XIII del Catálogo).

De época gótica destacan en torno a 40 volúmenes manuscritos, “que pueden fecharse entre la segunda mitad del siglo XIII y finales del siglo XV. Además, ”desde mediados del cuatrocientos la biblioteca empieza a nutrirse de impresos“.

“La mayor parte son ejemplares de armarium, apropiados para la formación de los lectores”, explica la historiadora.

También debió de ser sobresaliente el 'Códice XXVI, 'Clementinas con comentario' “si se tiene en cuenta el soporte, su gran formato y su cuidada escritura caligráfica, pero, lamentablemente, ha sobrevivido mutilado y con la mayoría de las iniciales –en las que se había empleado oro- recortadas”.

Entre los ejemplares litúrgicos fechables en este periodo existen manuscritos, alejados de los usos de la Real Colegiata como el 'Códice XXXVIII', “un humilde breviario franciscano”y otros como el 'Códice CXIX.1', “espléndido cantoral cuya iluminación se ha atribuido a Nicolás Francés- cuyo promotor desconocemos”.

El archivo de la catedral de León, según el historiador Diego Fidalgo, alberga una gran cantidad de documentos tan relevantes como el propio Códice Calixtino. Desde el documento del rey Silo (año 775) que se trata del primer diploma original y auténtico de la diplomática española y certifica la donación de varias propiedades del monarca a los religiosos en un lugar llamado Lucis. Hasta Nodicia de kesos, acta notarial del romance español, que para el historiador Fidalgo es “el documento más conocido de cuantos se acogen en la Casa de la Canóniga, que alberga legajos por los que cualquier archivo vendería su alma”.

Además, la Pulchra atesora 88 códices únicos y uno de los 20 más importantes del mundo. Es el caso del Palimpsesto, en el que se «superponen» la Lex Romana Wisigothorum -recoge el Derecho romano vigente en el reino visigodo de Tolosa y fue elaborado durante el reinado de Alarico II (487-507 dC)- , textos de la Biblia (VII) y la traducción latina de la Historia Eclesiástica de Eusebio.

El Libro de las Estampas se ilustra la historia extraordinaria de la condesa doña Sancha Muñiz. Hija de un rebelde a la corona, tuvo tres maridos y fundó el monasterio de San Antolín. Gran benefactora de la Catedral, fue asesinada por su propio sobrino, Nuño, para hacerse con la herencia. Precisamente, éste es el momento que recoge la miniatura final del libro.

En definitiva, un patrimonio bibliográfico e histórico magnífico que mantiene la ciudad de León como custodio de joyas valiosísimas.

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