Otro paso adelante más de la Junta de Castilla y León, bordeando trámites importantes, en el retrasado cumplimiento de su promesa de ampliación del Parque Tecnológico de León.
Este martes se ha dado a conocer el resultado del informe de impacto ambiental del proyecto del Gobierno autonómico para recrecer esta área industrial y tecnológica de la ciudad en 53 nuevas hectáreas. Un resultado que en realidad determina que no es necesaria la evaluación ambiental del mismo porque “el proyecto evaluado no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente” y liberando así a la empresa pública a la que la Consejería de Medio Ambiente ha encomendado su ejecución, Somacyl, de tener que “someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, siempre que se ejecuten las medidas contempladas en el documento ambiental y el proyecto se desarrolle en los términos establecidos en el presente informe”.
Este es el resultado de la habitual doble estrategia para asegurarse la ejecución de este tipo de proyectos: por un lado, encomendar a Somacyl, conocido como 'la Junta B', la ejecución de las obras, en este caso presupuestadas en torno a los 12 millones de euros; y por otro, haberlo protegido como de Interés Regional de Ámbito Territorial, estrategia que la Junta multiplica en la provincia para blindar estos proyectos de cualquier posible veto. En este caso, hasta el Interés Regional se demoró en casi dos años.
Sin embargo, el retraso de esta ampliación es aún mucho más amplio, casi de cuatro años desde que lo anunciara en persona a bombo y platillo el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, poco antes de convocar las últimas elecciones autonómicas y a pesar de que carecer prácticamente de presupuesto. Su mano derecha, la entonces delegada territorial de la Junta Ester Muñoz, aseguró entonces que la ampliación sería una realidad en el año 2023, y de ese compromiso se cumplen justo ahora tres años. Una enorme demora entre otras cosas en las expropiaciones de los terrenos necesarios, en total 420 parcelas, junto con la lentitud de muchos trámites importantes, han causado los retrasos que siguen creciendo.
Se queda de antemano más pequeño que sus 'rivales'
Bordear el impacto ambiental es un paso importante pero aún quedan muchos, como la adjudicación de las obras, para conseguir recrecer este importante espacio industrial de la ciudad hasta alcanzar las 84,4 hectáreas. Sin embargo, desde el primer anuncio de Mañueco ya se supo que ni aún así León contará con un espacio tan grande como los demás parques tecnológicos de la Comunidad, ya que Boecillo (Valladolid) cuenta desde hace años con 110 hectáreas y el de Burgos 124 hectáreas tras varios años de inversiones en ampliación.
En el informe ambiental, se aprecia una afectación parcial a zonas de monte con arbolado existente. En concreto, en el área se ha detectado flora protegida, sobre todo en las zonas verdes, y fauna sensible como el aguilucho cenizo (Circus pygargus), milano real (Milvus milvus) y murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum). Sin embargo, sin más detalles, el informe concluye que no habrá impactos significativos si se cumplen las condiciones ambientales establecidas.
Nuevos accesos
Entre los aspectos más relevantes del proyecto destaca también la creación de nuevos viales de acceso al ampliado Parque Tecnológico de León, tanto internos como de conexión con la red viaria existente, en especial desde la autovía de la Ronda Sur LE-30, junto a la que se sitúan los terrenos elegidos, que quedan también al sur del núcleo de Oteruelo de la Valdoncina, que también tendrá acceso rodado propio.
Se han diseñado dos calles principales con orientación norte-sur y tres calles transversales de conexión entre ambas, para acceso a todas las parcelas, así como la construcción de un vial de conexión entre el Parque Tecnológico existente y esta nueva ampliación.
Habrá asimismo un aparcamiento específico de vehículos de mercancías, con capacidad para 50 camiones, otros para turismos y para zonas verdes de esparcimiento y recreo. Para todo eso, previamente, se demolerán edificaciones y bodegas existentes coincidentes con viales o parcelas edificables, asegura el informe. Tampoco observa problemas en el Patrimonio de la zona, habiéndole dado la Comisión Territorial sus parabienes con algunos condicionantes incluidos en la declaración ambiental estratégica del Plan Regional de Ámbito Territorial. Hay que recordar que las catas confirmaron la presencia de restos de un campamento romano de prácticas.