La Junta de Castilla y León ha rebajado a mediodía de este martes a nivel 1 de peligrosidad el incendio forestal declarado en la tarde del lunes en la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares, perteneciente al término municipal de Astorga, comarca de Maragatería. Se hace ante la previsión de tardar más de doce horas en controlarlo.
Según informó la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, el fuego se declaró diez minutos después de las 16.00 horas del lunes, aunque la causa de su inicio todavía está en investigación. En este sentido, el alcalde de Astorga explicó que las llamas se iniciaron “en una cuneta al lado de una carretera”.
La previsión de tardar más de doce horas en controlarlo y la posible afección a masas arboladas de más de 30 hectáreas obligaron a declarar el nivel 1 una hora después de su inicio, aunque fue otras dos horas después cuando llegó a nivel 2 y ahora vuelve a bajar de manera oficial.
Esta mañana, según los datos oficiales actualizados, se encuentran en el lugar un total de 42 medios, entre los que hay cinco aéreos -entre helicópteros e hidroaviones-, cuatro cuadrillas helitransportadas, seis cuadrillas terrestres, cinco autobombas y tres bulldozer. También trabajan en el lugar nueve agentes medioambientales, seis técnicos y la Unidad Militar de Emergencias.
En la tarde en que se originó, el fuerte viento existente en la zona hizo que las llamas se acercaran a la localidad de Piedralba, así como Oteruelo de la Valduerna y Morales de Arcediano. No consta que se llegara a tener que desalojar a ningún vecino de ninguno de los pueblos. También casi cercó la gasolinera ubicada en la salida de la autovía A-6 a la carretera que une Astorga con Val de San Lorenzo, la cual se cerró y desalojó por seguridad y reabrió a última hora de la tarde cuando alcanzó la zona condiciones de seguridad. Esta mañana se ha decidido la reapertura al tráfico de la carretera LE-6425, que permanecía cortada al paso de vehículos por la amenaza del siniestro forestal.
Trabajo de noche
El operativo se ha concentrado en estas cuatro zonas a fin de luchar contra el incendio y garantizar la seguridad de la población. En las zonas habitadas, se da por controlada la situación y durante la noche se ha continuando trabajando en labores de perimetración y control de los cuatro puntos anteriormente mencionados.
Así, a primera hora de este martes la situación es “bastante más favorable”, con “una gran parte del perímetro del estabilizada e incluso asegurada”, confirma el coordinador de Servicios de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, Javier Ezquerra, quien explica que el fuego “tuvo un comportamiento muy rápido” como consecuencia de los “fuertes vientos”, lo que hizo que registrara “una expansión media durante la tarde de más de 175 hectáreas a la hora”, es decir, “un avance de media de 28 metros por minuto”.
Precisamente, ayer lunes por la noche la Unidad Militar de Emergencias (UME) anunció que sus efectivos se sumaban a los trabajos de extinción, en concreto el despliegue de 38 militares y 15 medios materiales. Fuentes de la Delegación del Gobierno de Castilla y León explicaron a la Agencia Ical que el equipo de la UME desplazado al lugar cuenta con un elemento de reconocimiento, uno de intervención, que centrarán sus tareas en cuatro zonas repartidas en torno a los pueblos con el objetivo de “prevenir que no haya fuego de retorno, cuidar las inmediaciones y apagar lo que puedan”.
Según informó la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, el fuego se declaró diez minutos después de las 16.00 horas, aunque la causa de su inicio todavía está en investigación. La previsión de tardar más de doce horas en controlarlo y la posible afección a masas arboladas de más de 30 hectáreas obligaron a declarar el nivel 1 una hora después de su inicio.
Fuertes vientos
En el lugar han llegado a estar desplegadas un total de 90 personas, entre las se incluyen tanto los del Gobierno autonómico como los del Estado. Concretamente, trabajaron once medios aéreos -entre helicópteros e hidroaviones-, dos aeronaves de coordinación, cinco cuadrillas helitransportadas, dos cuadrillas terrestres, tres bulldozer, tres autobombas, tres agentes medioambientales y un técnico.
Desde la Junta de Castilla y León explicaron que se trata de un incendio que se propaga a gran velocidad por el fuerte viento y el modelo de combustible, con mosaico de pasto, matorral, repoblaciones forestales y cultivos agrícolas. De este modo, los fuertes vientos con rachas de más de 20 kilómetros hora han provocado una tasa de crecimiento de 175 hectáreas por hora y una propagación del frente principal de 28,5 metros por minuto.
El perímetro actual es de 13 kilómetros y el operativo desplegado trabaja en frenar la cabeza y los flancos tratando de minimizar la posible afección a las infraestructuras y poblaciones del entorno. El operativo se concentró en frenar el avance de la cabeza y los flancos del incendio, intentando minimizar el impacto sobre las infraestructuras y las poblaciones cercanas.
Infocal clasifica los incendios forestales en cuatro niveles según su peligrosidad. El nivel 0 indica que no existe peligro para la población, mientras que el nivel 1 se activa cuando es necesario implementar medidas de protección para las personas debido a circunstancias como la previsión de que el incendio tardará más de doce horas en ser controlado, afectará a más de 30 hectáreas de masa forestal o tendrá un impacto ambiental significativo. Los niveles 2 y 3 se declaran cuando el incendio representa un grave peligro para la población y bienes no forestales.
El nivel 2 se establece bajo circunstancias como evacuaciones, cortes en carreteras nacionales o autonómicas, o ferrocarriles, o cuando existe una amenaza para instalaciones críticas como industrias químicas. El nivel 3, el más alto, es declarado por el Ministerio del Interior cuando la emergencia es considerada de 'interés nacional'.