“Formalismos” y poco más en la primera reunión del ERE de Banco Ceiss
En la primera de las reuniones ya formales desde la presentación del ERE por el que el Banco Ceiss, que pretende desprenderse de 1.502 trabajadores de su plantilla para cumplir con las condiciones de la Troika para recibir fondos públicos provenientes del rescate bancario, el guión se mantuvo ceñido a los formalismos previstos por la Ley.
En ella se constituyó la mesa negociadora y se entregó por parte de la entidad financiera a los sindicatos de la documentación del ERE, que mantiene los 1.502 despidos previstos y pone fecha de finalización en el 31 de diciembre de 2014. Este período de consultas se extenderá a lo largo de un mes y una vez que finalice la empresa podría ejecutar el ERE previsto, de acuerdo a los términos de la última reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Dentro de la documentación, que los sindicatos comenzarán a analizar, se especifican ya los motivos por los que los trabajadores podrían ser incluídos en el ERE entre los que se encuentran los empleados destinados en municipios donde se cierra la actividad y se amortiza el puesto de trabajo; empleados afectados por el cierre de oficinas y/o destinados en oficinas receptoras del negocio o empleados destinados en Servicios Centrales donde se producirá necesidad de redimensionamiento al nuevo tamaño de la entidad. Otros aspectos son ratios de productividad por empleado, especialización o polivalencia; evaluación del desempeño e idoneidad para el puesto.
Los sindicatos no recibieron del banco ninguna propuesta nueva, pero esperan que el próximo martes 16 de abril -fecha de la nueva reunión- Banco Ceiss mueva ficha y presente alguna modificación sobre el ERE ya presentado. Si la nueva propuesta no presenta una disminución de los despidos los sindicatos recurrirán a medidas de presión.
La dirección del Banco podría abrir la puerta a negociar el tipo de despidos pero se muestra de momento inflexible en cuanto al número de afectados ya que busca cuadrar sus números para lograr finalmente la fusión con Unicaja, pendiente de autorización por parte de la Comisión Europea. Unicaja también afrontará un proceso de reducción de empleados para poder fusionarse con Banco Ceiss.
