La falta de agua pone en peligro el futuro de 1.500 explotaciones agroganaderas de león
El problema no es nuevo pero cuando se agudiza, con una sequía sin parangón como la que vive el campo, nada igual desde hace 75 años, saltán las alarmas; el futuro de 1.500 familias de la provincia de León, que dependen del campo están en serio peligro, tal y como ha anunciado este jueves el el líder de UGAL UPL Matías Llorente, en una comparecencia pública en la que ha detallado hasta dónde llega el problema.
¿Hay soluciones? se ha preguntado en voz alta Matías Llorente. La respuesta pasa por dedicar el caudal de los pantanos de Riaño y del Porma a salvar las 60.000 hetáreas de regadío que se perdierían por falta de agua, tal y como está la situación en estos momentos y con la que se mantiene aún embalsada.
Otro gallo cantaría, ha explicado Matías LLorente, si se hubiera automatizado el riego porque se podría salvar buena parte de la cosecha de regadío. El secano está casi sentenciado, el primer corte se ha perdido porque no ha prendido nada, y si la pluviometría sigue en estádares como los actuales, eso significaría perder el 90% de las 150.000 hectáreas dedicadas al secano.
La medida lleva implítico que se cierre el trasvase del Carrión a tierras zamoranas y palentinas lo que sin duda se traducirá el levantamiento de los agricultores y ganaderos de ambas zonas, “pero a nosotros nos toca defender nuestros intereses porque está en juego el futuro de muchas familias”.
Matías Llorente considera imprescindible una reunión inmediata con la Confederación Hidrográfica del Duero para que adelante el desembalse que la ley prevé se ejecute a partir del uno de abril, una fecha que a juicio de Llorente podría poner en peligro buena parte de esas 60.000 hectáreas que están en juego, si en los próximos quince días no se producen lluvias, una circunstancia que no aparece en el horizonte a corto plazo de las prediccciones meteorológicas.
Del caudal del pantano del Porma sólo habría que reservar, tal y como ha subrayado Llorente los ocho hectómetros cúbicos que consumimos los leoneses, y la apertura adelantada de las compuertas de los pantanos serviría también para restaurar el caudal ecológico de los ríos ya que la nieve no se ha flitrado, con el tiempo que ha habido se ha evaporado, y los manantiales no fluyen y de ahí la necesidad de restaurar estos caudales que son básicos.
Si es necesario los agricultores y ganaderos están dipuestos a convocar a la sociedad leonesa para conseguir que el agua de Riaño y del Porma evite la catástrofe que se avecina y que contaminaría a otros sectores como el de los fertilizantes o el de la maquinaria agrícola.