El 'embudo' de derrumbes y obras en el Camino de Santiago por León fuerza a abrir un nuevo acceso para vehículos
Derrumbes, peligros y obras atenazan al Camino de Santiago a su paso por el casco histórico de la ciudad de León. El último episodio se ha sufrido este mismo fin de semana, con los desprendimientos en todo un edificio abandonado y sin mantenimiento alguno en el número 9 de la calle Herreros, muy cerca de la iglesia del Mercado -Plaza del Grano-.
La Policía Local del Ayuntamiento de León, ante el peligro inminente que presentan la fachada y la propia estructura de las viviendas, ha acordonado la zona y prohibido el acceso, tanto peatonal como para todo tipo de vehículos. A pesar de que las vallas y las bandas de advertencia ya han sido movidas y la mayoría de la gente sigue pasando, con el riesgo que conlleva, en vez de dar un pequeño rodeo.
Más problema presenta el acceso para los vehículos, por lo que el Consistorio ha tenido que poner en marcha una alternativa de acceso a buena parte de la zona que, por culpa del corte de la calle Herreros, se queda sin reparto, sin la llegada de suministros y servicios o incluso sin el paso de vehículos de emergencia.
Esa solución ha pasado por permitir un acceso hasta ahora terminantemente prohibido: tráfico rodado por la calle San Francisco. Se trata del estrecho vial que une la Plaza de las Concepcionistas, y de ahí con todo el Barrio Húmedo a través de Fernández Cadórniga, con la plaza de San Francisco, donde se ubica la gasolinera y hace esquina el negocio de hostelería de Burger King.
Hasta ahora, el acceso por esa zona no sólo estaba restringido para vehículos exclusivamente autorizados sino que, incluso estos, no podían transitar por la calle San Francisco, sino bajar por la calle del Hospicio. Ahora, el Consistorio habilita el acceso y la posibilidad de comunicarse con coche, taxi o furgoneta en doble sentido, es decir, tanto hacia San Francisco como hacia la plaza del monasterio de las monjas Concepcionistas. La solución dudará todo el tiempo que a su vez duren las obras de urgencia que han de acometerse en el peligroso inmueble de la calle Herreros y permitirá la circulación por la calle Herreros en dirección a Puerta Moneda o a la calle Escurial que permite, a su vez, el acceso a la Plaza del Grano.
La zona había quedado ya hace tres años comprometida, además, por otro corte total del tráfico un poco más arriba del mismo Camino de Santiago, en la calle La Rúa, a causa de las obras para la construcción de numerosas viviendas, bajos comerciales y garajes en esta antigua y estrecha vía y en un amplio solar que se comunica con la Plaza de San Marcelo. La necesidad de construir un muro de obra ya impedía a los vehículos pasar desde las calles Cascalerías y Conde Rebolledo hacia la salida del casco histórico por la actual Calle Policía Nacional (antes General Lafuente) hacia la avenida de Independencia.
Un año de retraso y un derribo irregular con escasa sanción
Este otro corte de tráfico, que se anunció para dos años por la duración de las obras de la constructora y que ya cumple uno más de retraso, tiene ya poco a poco los días contados. El muro de obra ha desaparecido recientemente para dar los últimos remates a las nuevas fachadas del inmueble recién levantado y comenzar a reconstruir la acera en uno de los puntos más estrechos de la Ruta Jacobea por la capital.
Cabe recordar que donde se sitúan esas nuevas fachadas en La Rúa, Patrimonio de la Junta había obligado a mantener las anteriores precisamente por formar parte del Camino de Santiago, pero algunos desprendimientos hicieron temer al Ayuntamiento, que permitió a la empresa promotora, Lino Casquero, derribarlas todas y de manera íntegra. Una maniobra que la Junta vio irregular con la Ley de Patrimonio en la mano, hasta el punto de abrir un expediente sancionador. Esa sanción finalmente ascendió a apenas 13.000 euros, y de ellos menos de 2.500 al Consistorio. Las nuevas fachadas que sustituyen a las protegidas ya se pueden apreciar durante sus últimos remates.