Vamos a contar mentiras... I. Los programas electorales

Andrés Fernández Fernández

...Cantábamos en nuestra infancia, cada vez que nos reuníamos alrededor de una hoguera, o de cualquier evento social que nos congregara. Por el mar corren las liebre, por el monte las sardinas..., continuábamos para enfatizar, lo increíble de las mentiras contenidas en la estrofa. Titulamos así este documento, porque la cantidad y calidad de las mentiras, que estamos recibiendo los ciudadanos, del Gobierno de Mariano Rajoy y del PP, superan con creces aquellas fabulaciones y, apoyándonos en el Diccionario de la RAE, que define en su primera afección la mentira, como: “Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa”. Como son muchas las mentiras a rebatir y analizar, en posteriores capítulos, iremos tratándolas.

Por su importancia y repercusión política, en este I Capitulo, trataremos el fraude cometido contra la ciudadanía, con el incumplimiento absoluto del Programa Electoral del Partido Popular y Rajoy, con el que obtuvo mayoría absoluta en las pasadas elecciones de 2011. Sin dejar de tener en cuenta, otros incumplimientos de terceros, en el mismo escenario político.

La importancia de este fraude electoral radica en:

  • Un Programa Electoral, es el Contrato Social que se estable con la ciudadanía, a través de su cuerpo electoral. Y el aportado por el Partido Popular y Rajoy en las pasadas Elecciones Generales, del 20 de noviembre de 2011, le permitieron, (unido a la factura pasada al PSOE de Rodríguez Zapatero, por no haber sabido ver y defendernos de la crisis), llegar a una mayoría absoluta, que no merecieron
  • El incumplimiento despótico de ese contrato con la ciudadanía, deslegitima el resultado obtenido, privando de validez al resultado, porque no era cierto, genuino o verdadero, lo prometido en él. Y este dolo, solo nos lleva a considerar, que el resultado obtenido por el PP DE Mariano Rajoy, lo ha sido en Fraude de Ley.
  • La falta de correspondencia, entre la propuesta electoral del PP y la acción posterior del Gobierno y, el irrespetuoso ejercicio del poder al que nos esta sometiendo, dejan la calidad democrática bajo mínimos. Prueba de ello es: el abuso de los Decretos Ley, que impiden a las Cortes Generales, ejercer sus funciones en los términos previstos constitucionalmente. O la burla que supone, no dar explicaciones a los ciudadanos periódicamente a través de los medios de comunicación, eximiéndose de su control y escrutinio y, de manera permanente, negándose a admitir preguntas o a dar ruedas de prensa. Cuando no, esquivando el control parlamentario, abusando de su mayoría, en la interpretación del Reglamento del Congreso de los Diputados.
  • Este ejercicio del poder tramposo, nos lleva a indicar, (como dice el profesor Pérez Royo - El País 27-04-2013), que “Formalmente, la Constitución no está suspendida, pero materialmente no hay ni una sola institución que esté cumpliendo su tarea de la manera constitucionalmente prevista”, ya que la separación de poderes, esta contaminada de esa mayoría absoluta, obtenida en un Ilícito atípico de Fraude de Ley.

Sabemos que la democracia es, con mucho, la mejor forma conocida de gobierno que como método permite la renovación de los poderes públicos y, como sistema, garantiza el ejercicio de los derechos fundamentales y representa el escaparate del pluralismo político de las sociedades. La democracia plantea el esquema de reglas del juego que actores políticos, instituciones y ciudadanos deben atender para garantizar la efectividad del Estado de Derecho.

Defraudar al sistema democrático, que aspira entre otros a: garantizar los valores de igualdad, libertad y justicia, violando el principio de buena fe que impera en el Derecho y en nuestra sociedad, provoca reacciones de causa/efecto indeseables para y por el Sistema, el primero de ellos la desafección del electorado. Es por ello, que el Gobierno de Rajoy y del Partido Popular, esta deslegitimado para llevar adelante, unas políticas de “Austeridad”, que no refrendo el cuerpo electoral en las pasadas elecciones de 2011.

Todo lo contrario, prometió luchar contra el Paro, y aprobó con los Empresarios una Reforma Laboral, que solo ha hecho que incrementarlo hasta tasas del 27,16 % de la Población activa, nunca visto por la sociedad española, llegando últimamente a renunciar, según sus propias declaraciones, a reducirlo a las cuotas asumibles por una sociedad moderna. Tampoco, rescatando a los Bancos con la Deuda País, que todos tenemos que pagar, imperiosamente (por la modificación constitucional reciente sobre el déficit), y manteniendo, unas leyes hipotecarias abusivas y depredadoras de las viviendas desahuciadas, consecuencia de la crisis que ellos se comprometieron a resolver y solo han agravado; se cumple con la defensa de los intereses generales que como Gobierno tenia que preservar.

No menos preocupante y ofensivo, es el desparpajo con el que nos mienten, diciendo lo contrario de lo que todos vemos y sabemos, con un cinismo digno de tratamiento psiquiátrico, queriéndonos hacer pasar, por ignorantes y dóciles sujetos de sus mentiras. Esta actitud, unida a las consecuencias de la crisis, esta llevando a la ciudadanía a una radicalización, de la que todavía no somos conscientes de sus efectos últimos

Por todo ello, solo queda en democracia una solución: Devolver al pueblo el voto, convocando unas Elecciones Generales cuanto antes, para que este, con sus votos, restablezca la legitimidad democracia defraudada, eligiendo un Gobierno, que haga lo que promete en su Programa Electoral y, no lo que le dictan los Mercados, la Merkel o cualquier otro poder oculto.

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