La oferta de viviendas es ahora más amplia, el mercado se diversifica y las crisis agudizan el ingenio, por lo que los negocios de venta de casas prefabricadas se han multiplicado en los últimos años y las personas que se deciden a comprarlas son más numerosas. Internet se ha llenado de páginas que publicitan sus modelos y muchas son ya las fincas en zonas rurales que lucen gustosas este tipo de hogares.
Primera o segunda vivienda, mobil home o casas de madera, esa es la cuestión. Según nos cuenta el gerente de Hermanos Frías, una empresa leonesa dedicada a la venta y distribución de este tipo de casas en Villamoros de Mansilla, las mobil home están de moda. Como primera vivienda para separados, parejas jóvenes y solteros; segunda para aquellos que deseen tener una opción de vacaciones o fines de semana, una morada para el descanso generalmente en la naturaleza.
“Nosotros tenemos pedidos de León y provincias limítrofes, especialmente de Asturias”. Han subido las ventas pero más significativamente las visitas y el interés, gente que antes no se lo planteaba y ahora sí que lo está haciendo“.
La versatilidad, la rapidez de la instalación y el precio son las principales ventajas de las mobil home. Creadas con paneles, totalmente amuebladas y listas para el uso, se pueden encontrar de distintos tamaños y comodidades y su precio suele oscilar entre los 3.000 y los 10.000 euros. Se pueden trasladar de un lugar a otro, no requieren proyecto de obra y el único gasto extra que corre a cuenta del cliente es la cimentación, por otra parte opcional pero que otorga a la vivienda una estética más agradable.
Al otro lado de la balanza se encuentran las casas de madera, poco habituales todavía en nuestra geografía pero completamente generalizadas en países como Estados Unidos, Canadá y el norte de Europa. Los expertos sostienen que la madera es más saludable, menos húmeda y más cálida que el hormigón o ladrillo. Sus detractores hablan de los costosos tratamientos que requiere su mantenimiento y de una menor resistencia ante factores climatológicos. La obviedad es la belleza de la mayoría de ellas.
Como es lógico, las viviendas de madera son un bien inmueble, se pueden escriturar y también hipotecar. El precio, más variable que en las mobil home, puede ir desde los 20.000 hasta más de 100.000 euros, dependiendo del tamaño, el tipo de teja y el grosor de la madera.
“Nosotros trabajamos con dos sistemas”, explican en Hermanos Frías, “el sistema Europeo de tronco macizo, más común en las zonas nórdicas y en Los Alpes; y el sistema con el que trabajan en Estados Unidos, el entramado, un sistema mediante paneles, se construye más rápido, el exterior parece madera pero no lo es y el interior suele ser pladur o fibrocemento, estos materiales no requieren el mantenimiento de la madera”.
Los rayos uva son el mayor enemigo de la madera, los expertos recomiendan aplicar tratamientos periódicos con productos a poro abierto, anualmente los primeros años y cada cuatro o cinco años cuando la madera ya se encuentra más envejecida. El precio del tratamiento para una vivienda de 100 metros cuadrados con mano de obra incluida se sitúa en torno a los 600 euros.
Al coste inicial de la vivienda, que suele incluir en la mayoría de los casos, el transporte, la instalación y las tomas de luz y agua, hay que añadirle el precio de la cimentación de la casa, que puede ascender a los 8.000 euros, y también el del proyecto elaborado por un arquitecto.
Desde que el cliente firma la compra hasta que la vivienda está lista para amueblar y usar, el tiempo habitual que transcurre durante el proceso es de medio año aproximadamente, ya que varía en función de lo largo que sea el traslado, del tipo de terreno en el que se instale la casa y del tamaño de la misma.
Planta bajo, varios pisos, tejados a dos aguas, azoteas, balcones y terrazas, diseñar el hogar al gusto y disfrutar de él en menos de un año. La relación calidad precio ha convertido a las casas prefabricadas en una opción cada vez más común. Pasen y vean.