Becarios (algo) menos precarios

Jóvenes que obtuvieron las últimas becas Etheria del Ayuntamiento.

Isabel Rodríguez

Obtener una beca de formación tras la carrera se ha convertido no solo en una opción para la inserción en el mundo laboral sino que es, cada vez más, un paso obligado que, por otra parte, no siempre llega a su destino. Para las empresas es una forma barata de disponer de personal que si bien no cumple la misma función que un empleado al uso, en algunos puestos se le acerca bastante. En cualquier caso, lo que está claro es que, más o menos, de mejor o peor calidad, ofrecen un servicio que hasta ahora no tenía su reflejo en la Seguridad Social.

A partir de este martes, uno de noviembre, las cosas cambian. Con la entrada en vigor del Real Decreto aprobado por el Congreso de Ministros se regula la inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social de las personas que participan en programas de formación financiados por organismos públicos o privados. Para ello, las prácticas formativas deben ser remuneradas. A lo que no tendrán derecho es a prestación por desempleo.

Cepedano considera que esta medida supondrá un beneficio para todos y que convertirá al empresario en más meticuloso a la hora de seleccionar

El presidente de la Federación de Empresarios Leoneses (Fele), Javier Cepedano, considera que esta medida “supone un beneficio para todos” y que es lógico que “cualquier trabajo deba cotizar”. Cepedano considera que al tener que destinar una cantidad económica a la Seguridad Social, “el empresario será más meticuloso a la hora de seleccionar a los becarios”.

También aplauden la noticia en el sindicato UGT. Su secretario provincial, Arturo Fernández, lo ve como un triunfo después de tanto tiempo reivindicando este tipo de derechos. De todas formas considera que es necesario estar vigilantes para que, con esta medida, la figura del becario no se convierta en la de un trabajador normal. “La función de la beca es clara: formarse en las empresas, y nunca puede suplantar a un trabajador normal”.

La plataforma al mercado laboral

Quienes mejor han recibido la noticia han sido los propios becarios. No es fácil contabilizarlos a todos, pero solo la Fundación General de la Universidad de León ha gestionado desde enero un total de 535 becas en la provincia, tanto de licenciados universitarios como de FP. Hada disfruta de una de ellas. Tiene 24 años y tras estudiar Biotecnología en la ULE, lleva seis meses como becaria en Inbiotec, al tiempo que prepara el Doctorado. “Me parece que es una medida que hacía falta ya, las becas te abren las puertas al mundo laboral pero nosotros también cumplimos una función y un servicio”, comenta. “Además, según están las cosas, es la única manera de acercarte al empleo, aunque lo de la inserción no siempre se cumple”, añade.

“A mí es lo único que me faltaba porque en el trabajo ya estaba muy contenta”, señala Nerea, de 24 y licenciada en LADE. Lleva también varios meses trabajando en Everest como becaria y considera un avance lo conseguido.

Las condiciones

Las empresas deberán cotizar por cada uno de ellos unos 42 euros, mientras que a cargo del becario irán 6 euros. Pero, además, para los que hayan tenido una beca antes de la entrada en vigor del real decreto pueden firmar un convenio especial con la Seguridad Social y cotizar para rescatar esos periodos, hasta un máximo total de dos años. Esto corre a cargo del interesado y supone un coste por mes de 150 euros, con la posibilidad de pagarlo de una vez o en el doble de tiempo por el que se cotizará.

El plazo para solicitar el rescate de las becas no cotizadas finaliza el 31 de diciembre de 2012

Es una posibilidad interesante, sobre todo, para quienes necesiten completar el número de años mínimo de cotización para la jubilación. Jorge, es ingeniero informático y ya está trabajando en la empresa leonesa donde realizó su beca. “Podría ser interesante, pero yo ahora no dispongo de ese dinero”. Igual de dudosa se muestra también Hada. “Tengo que mirarlo”, comenta. Por su parte, Nerea tiene claro que no desembolsará el dinero por los seis meses que ya estuvo anteriormente de becaria. “No me preocupa, es poco tiempo”, señala.

El plazo para solicitar el rescate de las becas no cotizadas finaliza el 31 de diciembre de 2012. Un día después entra en vigor la reforma de la Seguridad Social aprobada el 21 de julio de este año, que eleva, progresivamente (hasta 2027), la edad de jubilación de 65 a 67 años y aumenta de 15 a 25 años el período de cálculo de la pensión.

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