Comienza la puesta en valor del Pozo Ibarra de Ciñera de Gordón, dos años después de su declaración como BIC

Foto: Peio García / Ical

Elena F. Gordón / Ical

El libro de actas que alberga el archivo de la Fundación Hullera Vasco-Leonesa recoge que el 20 de diciembre de 1996 “sobre las 10 horas se echó la planchada de hormigón F-175, 12 metros cúbicos, en el brocal del Pozo Ibarra”. Se intentó dejar constancia del hecho sobre el hormigón, al no ser posible, se puso una chapa anclada en el mismo en la que dice: '¡Gracias por tu fruto! Recordando los que se quedaron para siempre contigo'.

Es el testimonio de la clausura de un centro de producción emblemático de la Sociedad Anónima Hullera Vasco Leonesa declarado Bien de Interés Cultural (BIC) hace ahora dos años, en la categoría de conjunto etnológico y que permaneció operativo desde su apertura en 1930 hasta el arranque de la nueva mina de la empresa.

Ahora, este conjunto industrial ubicado en Ciñera de Gordón (León) y que lleva el nombre de Francisco de Ibarra, nombrado presidente de la compañía ese año sucediendo a Pedro Mac-Mahón, inicia el recorrido de su puesta en valor. Se hará en un emplazamiento próximo al que ocupa, ya que la ampliación de la mina a cielo abierto 'Pastora' obliga a ocupar el espacio que acoge esta instalación. La expansión de la corta también implicará la desaparición de instalaciones anexas que se consideran en estado de ruina.

Fuentes de la compañía confirmaron a Ical que se mantiene el compromiso de invertir 300.0000 euros en el proyecto de recuperación de una instalación que “es el reflejo fiel de la historia de La Vasco, que va ligada a la prosperidad de la comarca, por lo que debe ocupar el lugar que merece para su puesta en valor”.

De momento, los planes para el Pozo Ibarra comienzan a caminar con el desarrollo de la fase inicial, que conlleva el inventariado y recuperación de materiales y, posteriormente, el inicio de las actuaciones para la reubicación del castillete y la habilitación de un área de exposición. Ya se han iniciado las labores de inventariado y captura de materiales y el resto de trabajos se desarrollarán durante lo que resta de este año y a lo largo de 2014, con un tiempo mínimo estimado de seis meses.

El castillete es el elemento más llamativo. Se trata de una estructura metálica de 31,5 metros de altura y 60 toneladas de peso, que se valora como una obra maestra de la ingeniería y un testimonio singular de una época. Consta de una torre en forma de paralelepípedo con cuatro columnas de hierro y dos más de apoyo para compensar la fuerza del tiro de la máquina de extracción. Los tramos de las columnas se unen por cartelas de chapa, todas ellas roblonadas.

Las instalaciones del Pozo Ibarra fueron cedidas por La Vasco al Ayuntamiento de Pola de Gordón, que ya concedió hace meses las licencias necesarias para actuar en la zona. El alcalde, Francisco Castañón, destaca dos aspectos de lo que supondrá la puesta en valor de ese conjunto etnológico. Por un lado, se espera que tenga unas consecuencias económicas, con la atracción de turistas a la zona. Este reclamo industrial se complementaría perfectamente, dice, con una ruta por El Faedo, el hayedo próximo al Pozo Ibarra, que recibió en 2007 el título de 'Bosque mejor cuidado de España'.

En segundo, si se habilita, como se pretende, un centro de interpretación, el castillete y su entorno serán un ejemplo de “respeto sentimental, porque aquí venía mucha gente de la zona”. “Será un atractivo más y servirá para que no se olvide lo que significó la minería y el Pozo Ibarra en nuestro entorno”, concluye.

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