El alcalde de Villaquilambre pide paciencia en el asunto del transporte

Prensa Ayuntamiento Villaquilambre

El alcalde de Villaquilambre, Manuel García; el primer teniente de alcalde, Manuel Mitadiel; y el concejal de Transporte, Javier Fernández, se reunieron este lunes en la Plaza del Ayuntamiento con 42 personas que protestaban por el recorte del servicio de autobús aprobado por la Corporación anterior en diciembre del año pasado y que entró en vigor el pasado mes de julio.

El alcalde dio la razón a los presentes en su oposición a los recortes efectuados, pero pidió un poco más de paciencia para intentar solucionar la situación, “compleja, dado que el transporte no es competencia municipal y que aún no hemos obtenido de la empresa Alsa los datos sobre el número de usuarios de cada línea”. No se pude pedir, señaló el alcalde, “que una decisión que la Corporación tardó meses en tomar y que la Junta ha tardado siete meses en aprobar, podamos nosotros cambiarla en los dos meses de verano, cuando toda la Administración del país trabaja al ralentí”.

El primer teniente de alcalde explicó que los recortes son “imprescindibles, dado que debemos más de dos millones de euros a la empresa y el servicio nos estaba costando casi un millón al mes”. El recorte aprobado por la Corporación anterior fue de alrededor de 450.000 euros “y nosotros no tenemos más remedio que mantenerlo, aunque estamos trabajando, y a toda prisa, por cambiar las frecuencias y horarios de modo que perjudique lo menos posible y, sobre todo, que no perjudique a quienes utilizan el autobús para ir a trabajar o a estudiar”.

El concejal de Transporte, por su parte, explicó los pasos dados hasta ahora, entre ellos las reuniones mantenidas con todos los vecinos que así se lo han solicitado y, concretamente, con el concejal de IU y las dos asociaciones presentes en la protesta.

Asimismo, “hemos escuchado a todos los usuarios afectados que nos han llamado y, finalmente, sólo necesitamos que Alsa nos dé los datos, varias veces solicitados, sobre la ocupación concreta que tiene cada línea, porque no queremos evitar el perjuicio a unos vecinos causándoselo a otros”. La idea en la que se está trabajando “y que ya tenemos perfilada, a falta de concluir el estudio económico, no es un pastiche de quitar y poner, sino una concepción más racional de las líneas, actualmente duplicadas en algunos lugares, y conseguir, en todo caso, un ahorro sustancial”.

No obstante y en todo caso, el concejal mantiene el compromiso que ya había adquirido con las asociaciones de tener una propuesta elaborada en este mes de septiembre que, recordó, luego ha de ser aprobada por la Junta de Castilla y León.

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