El pasado sábado, 20 de junio, uno de los entornos más protegidos y frágiles del ecosistema de la Cordillera Cantábrica sufrió una agresión medioambiental, con la presencia de un grupo de una quincena de motoristas que invadieron una zona de reserva del Parque Natural de Babia y Luna con total impunidad.
Los hechos ocurrieron en el último día del estado de alarma en el conjunto glaciar de Picos Albos y la laguna de Las Verdes, en las sierras de Mortera y Maiserona. Estas sierras están definidas en la normativa del Parque Natural como una de las tres 'zonas de reserva', los lugares con mayor nivel de protección de todo el conjunto, que los motoristas obviaron con su paseo sabatino, y donde está expresamente prohibida la circulación de motocicletas y todo tipo de vehículos a motor.
El artículo 62 que regula el parque natural de Babia y Luna recuerda expresamente que “Se prohíbe la circulación de motos todo terreno, quads y similares con carácter recreativo y deportivo por pistas y caminos” tanto en las zonas de reserva como en las zonas de uso limitado de interés especial. Además está especialmente prohibido la circulación motorizada fuera de pistas y caminos señalizados, como ocurrió en el caso denunciado.
Sólo se podrán otorgar autorizaciones de forma excepcional con un informe positivo específico de la Junta de Castilla y León, que niega haber autorizado ninguna actividad a motor este sábado en el parque natural. Fuentes de la Delegación Territorial explican que no se han autorizado actividades reguladas en espacios naturales durante el estado de alarma por la situación de la pandemia. Sí consta una solicitud de una actividad en el territorio del parque para el pasado 3 de mayo, que fue rechazada.
La ruta hacia la laguna de Las Verdes parte de la localidad de Torre de Babia y su tramo final se realiza por senderos. Las rodadas que dejaron los motoristas, como puede verse en la imagen al final de la información, pasaron por encima de especies endémicas (únicas) como la Centaurea janeri subsp. babiana.
El grupo de motoristas sorprendió a un nutrido grupo de excursionistas que subieron hasta el circo glaciar y la famosa laguna. Según testigos presenciales al llamarles la atención los motoristas obviaron el aviso autoidentificándose como 'locales', tras lo que los senderistas dieron aviso a la Guardia Civil.
Según los testimonios recogidos por este periódico además de invadir el entorno de la laguna los motoristas llegaron a coronar algunos de los picos que rodean el circo glaciar, espacio también especialmente protegido. Su presencia provocó que un grupo de rebecos, con crías de esta temporada, se vieran obligados a huir ante el riesgo para crías de apenas meses de la especie cinegetica.
El conjunto glaciar de Picos Albos y la laguna de las Verdes (1740 metros sobre el nivel del mar) son además áreas de interés geológico y paleontológico. Tienen un alto valor, tanto por su estado de conservación como por su fragilidad, destacando las turberas, la vegetación del entorno de la laguna de Las Verdes, los pedregales calizos, los enebrales rastreros y los pastos de alta montaña.
La Guardia Civil investiga los hechos tras recibir el aviso de los hechos de senderistas que se vieron sorprendidos por la incursión motera en uno de los lugares más frágiles del ecosistema de la Cordillera Cantábrica. La Junta de Castilla y León también abrirá una información para tratar de identificar a los autores de la acción motorizada sin autorización.