El aeropuerto de León sufre una sangría de pasajeros que no es acorde con el dinero público que se destina a mantener sus vuelos, cuantía que permanece invariable año tras año e incluso aumenta.
Las estadísticas de la empresa pública Aena de lo que va de año en el aeródromo civil leonés, ubicado en La Virgen del Camino, evidencian que en este 2022 ya hay una pérdida de más de 20.000 pasajeros acumulados hasta noviembre respecto al último año normal con el que la comparativa es posible, 2019, no afectado por la distorsión de la pandemia y sus múltiples restricciones.
A la altura de noviembre de aquel año, el aeropuerto leonés ya sumaba 61.233 personas que habían votado desde o hacia León. En el mismo período de este año, sin embargo, la cifra apenas supera los 40.500 (40.547 pasajeros en concreto). La pérdida porcentual es del 33,8%.
Sin embargo, este descenso es aún más llamativo si, como las mismas estadísticas oficiales aclaran, lo cierto es que ha habido muchos más vuelos este año en en 2019, en concreto 457 operaciones aéreas más igualmente hasta noviembre. En aquella ocasión volaron 2.628 aviones y este año ya han sido 3.085, o lo que es lo mismo, han aumentado las operaciones en casi un 18%.
La distorsión entre muchos más vuelos y muchos menos pasajeros evidencia que los aviones, que abrumadoramente son los de la compañía Air Nostrum, van mucho más vacíos que hace apenas tres años una vez pasado el efecto negativo de la pandemia.
Nada cambia en el contrato de León
Sin embargo, el dinero público que cuesta mantener esas conexiones en el aeropuerto leonés con la única compañía contratada no ha disminuido, al contrario, ha sumado un leve aumento. Este año 2022 se formalizó -esta vez sin presentación oficial alguna- un nuevo contrato más con Air Nostrum por parte del consorcio para la Gestión del Aeropuerto de León, que pilota la Diputación de León y del que forma parte también el Ayuntamiento de la capiital.
Se trata de un contrato por valor de 2,9 millones de euros para subvencionar la operatividad durante dos años, hasta 2024 , ya sin ninguna conexión aérea internacional y con el grueso de las nacionales centrado sólo en Barcelona, porque el resto de destinos (Mallorca, Ibiza, Menorca, Islas Canarias y Málaga) son estacionales, en verano y alguno suelto más en épocas como Navidad.
Asturias: Nueve destinos europeos todas las semanas del año
A pesar de ese gasto de dinero público que soportan Diputación y Ayuntamiento para mantener este contrato, que siempre ha obtenido exclusivamente la compañía aérea valenciana Air Nostrum, se mantienen unas estadísticas de pasajeros totalmente a la baja, algo que por ejemplo contrasta con los planes y contratos diseñados desde el vecino aeropuerto de Asturias.
Allí, el Gobierno regional asturiano gasta 9 millones de euros repartidos hasta el año 2025 que han permitido ofertar más de 4.000 vuelos a nueve destinos internacionales que semanalmente y durante todo el año conectan con Roma, París, Bruselas, Lisboa, Milán, Ámsterdam, Düsseldorf, Londres y Dublín. Aquí, sólo el contrato de 2019 con Air Nostrum incluyó por fin una conexión europea de apenas unos vuelos en verano, a París en concreto, que resultaron un fiasco.
La debilidad aérea y la Nasa Española para León
Y todo ello sin que la Junta de Castilla y León aporte tampoco dinero alguno, como sí lo hace el Principado, ya que cuando lo hacía hasta hace una década decidía subvencionar igualmente sólo vuelos con un mismo destino, París, desde los cuatro aeropuertos de la Comunidad, con el consiguiente fracaso.
Con este panorama estadístico a la baja en pasajeros y al alza en vuelos sólo nacionales, cada vez más costosos y más vacíos, se presentó León a la candidatura oficial para albergar la sede de la Agencia Espacial Española que el Gobierno finalmente decidió implantar en Sevilla, entre otras cosas aduciendo en sus conclusiones finales las deficiencias y carencias aeronáuticas leonesas.