La Junta asume que jamás se hará la autovía León-Bragança y no la cree necesaria

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C.J. Domínguez

No habrá autovía León-Bragança, la vieja y reiterada aspiración leonesa para afianzar a León como punto neurálgico logístico y de transportes también por carretera desde Portugal y hacia Europa. Así de categórico, como nunca antes se había manifestado, se ha escuchado hoy al consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones.

“Estamos en lo que vemos posible, no lo defendemos expresamente”, zanjó hoy a preguntas de los periodistas respecto al proyecto que no sólo es exigido por la Asociación León-Bragança sino que en los últimos años ha sido aprobado moción tras moción en numerosas instituciones leonesas, desde la Diputación leonesa al Ayuntamiento de León, pasando por el de La Bañeza.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, hoy con el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo. / Carlos S. Campillo / ICAL

De este modo, la Junta asume que el Gobierno popular de Mariano Rajoy no tiene intención de impulsar junto al portugués la ansiada vía de alta capacidad, pese a los numerosos argumentos a favor expresados desde León. Y le parece bien.

A cambio, eso sí, el consejero leonés se comprometió públicamente a ejecutar “en esta legislatura”, es decir, antes de 2019, el arreglo de la actual carretera de titularidad autonómica entre Rihonor de Castilla, en la frontera portuguesa, con Sanabria.

Se trata de dejarla “en condiciones de seguridad adecuada”, aunque aunque no tenga doble vía, de manera que como 'premio de consolación' pueda “permeabilizar esa zona de influencia” que va desde el noreste de Portugal “con la futura estación del AVE de Sanabria”, en concreto en la localidad de Otero de Sanabria, de unos 30 habitantes. “Ese es nuestro compromiso”, zanjó Suárez-Quiñones.

A su juicio, si al menos el Ministerio de Fomento acometiera junto al Gobierno portugués una “variante internacional” para “bordear Río de Onor” -el nombre del mismo pueblo en suelo del país vecino- quedaría “una vía razonable para absorver los tráficos de la zona de Sanabria a Bragança”. Ya para ello, se limitó a asegurar el consejero que “seguiremos insistiendo” al Gobierno del PP, que esta semana ha vuelto a dejar esta esperada infraestructura fuera de la cumbre con Portugal.

A pesar de la información transmitida hace un año por la Asociación Autovía León-Bragança con Suárez-Quiñones, fuentes de la Consejería aseguraron ayer a iLeon.com que Suárez-Quiñones nunca se había comprometido a impulsar esta carretera de alta capacidad, que suma más de una década de reivindicación. Porque la Junta apuesta por otros corredores ya previstos de conexión de la Comunidad con el país vecino. Aunque, matizaron, si el Gobierno central retomara este proyecto en algún momento, les parecería correcto que asi ocurriera.

Datos objetivos de distancia y tiempos parecen demostrar que la salida de las mercancías del puerto de Oporto hacia Europa a través de León y la Autopista del Mar de Gijón es mucho más reducida por este eje que a través de la conexión por Valladolid o por Zamora.

Precisamente, ayer el Gobierno echaba un jarro de agua fría a las aspiraciones de León respecto a la autovía León-Bragança, confirmando el Gobierno de España que las primeras obras de la Autovía del Duero (A-11), como alternativa a la N-122, para comunicar la capital zamorana con la frontera con Portugal, se ejecutarán en 2018, concretamente, los tramos Alcañices-Frontera y Ronda Norte Zamora-Ricobayo. A ello se refería hoy el consejero leonés en la rueda de prensa en León, cuando adujo que “la conexión por autovía -de Castilla y León por Portugal- ya está dotada a través de las actuales vías de alta capacidad”, de manera que la que beneficia a León no es prioritaria.

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