El matemático que desea seguir haciendo números

José Ángel Hermida

A. Vega/D. Fidalgo

Como la biografía de muchos catedráticos de Universidad la de José Ángel Hermida está plagada de éxitos académicos, centrados en el apasionante mundo de las Matemáticas. Pero ha habido muchos otros, los políticos, ya que como servidor público el actual rector de la Universidad de León lleva más de 15 años en el ejercicio de cargos académicos.

José Ángel Hermida Alonso nació en León en 1956, estudió bachillerato en el Colegio Leonés aunque luego se licenció y doctoró en la Universidad de Valladolid, con una tesis titulada “Teoría de ideales de Fitting y clases de Chern”. En 1994 obtuvo la cátedra de Álgebra en la Universidad de León y desde 2003 es catedrático de Matemática Aplicada en esta misma universidad, donde ha sido vicerrector de Profesorado de la ULE (1998-2000) y director del departamento de Matemáticas (1995-1998 y desde el 2002 al 2008).

Pero conocer la vida pública de un hombre docto no es posible sin entender el funcionamiento endogámico de las universidades españolas, algo a lo que por supuesto no es ajena la de León. Es muy raro encontrar un profesor universitario que en sus años de docencia no haya ocupado algún puesto de designación en su universidad. La estructura piramidal y compartimentada de las universidades provoca que se generen decenas, sino cientos, de puestos de gestión menores que pueden suponer en los casos de ambición política el inicio de una ascensión a lo máximo, al birrete negro. Por cierto que ese color negro proviene de la tradición cristiana y simboliza la dignidad.

La carrera académica de Hermida en la Universidad de León se produjo desde su llegada de Valladolid, donde ejercía de profesor en su universidad, en 1994 al presentarse a la cátedra de Álgebra y obtenerla. Pese al desarrollo de su carrera docente inicial en la universidad pucelana Hermida nunca dejó de mantener el contacto con sus colegas de la universidad leonesa, donde fue muy bien recibido al tomar posesión de la cátedra. Lo cierto es que su carrerón político académico se inicia al hacerse cargo del entonces pequeño departamento de Matemáticas, cuando todavía las facultades de la “parte de arriba del Campus de Vegazana” no eran las más pobladas ni influyentes. Tal y como corresponde a la categoría de catedrático Hermida se hace con el control del Departamento y es nombrado director del mismo en 1995, apenas unos meses después de su llegada.

Eran tiempos en los que 'reinaba' con mano dura Julio César Santoyo, al que ya acuciaban con ansias de poder la primera masiva generación de profesores de la universidad que se habían amamantado y crecido en la misma, como el futuro rector Ángel Penas Merino. La Junta de Castilla y León además había tomado posesión de las competencias en materia universitaria y empezaba a husmear en los fondos de las universidades y presionar para que ningún rector se les saliera de madre. Un Santoyo muy acuciado por las críticas internas y las políticas se lanza a revalidar por tercera ocasión su mandato y para ello cuenta con el catedrático de Álgebra para llevar las riendas de su vicerrectorado de profesorado. Santoyo gana a Penas más ajustado de lo previsto y Hermida se convierte en Vicerrector, teniendo que dejar de ser director del departamento de Matemáticas por incompatibilidad. En sólo 4 años Hermida pasa de ser un catedrático recién llegado a situarse en uno de los puestos claves de poder en la Universidad de León.

Tras un intento de hacerle participar en la candidatura de Asunción Orden en el año 2000, llegó el momento de buscar su propio camino hacia el birrete negro. Las luchas intestinas clásicas previas al liderato de un nuevo delfín acabaron dejando como una de las cabezas visibles de la oposición de Penas a José Ángel Hermida.

En 2004 llegó su primer intento de victoria, logró forzar la segunda vuelta frente a un Ángel Penas que se enfrentaba a la reelección. Pero no logró la victoria, obteniendo un gran 46 % de los votos ponderados en las elecciones, afianzando así su posición de rectorable. Para redondear su posición accedió al Consejo de Gobierno donde puntualizar y criticar la gestión del segundo mandato del rector Penas. Pese a algunos intentos por descabezarle de la oposión, la constancia le llevaron al segundo intento de lograr alcanzar el rectorado leonés. 2008 fue su momento con un enfrentamiento ante Ana Bernardo y Cesar Chamorro. No necesitó ni segunda vuelta, en la primera logró más de la mitad de los votos y desde ese momento comenzó a realizar el sueño de cualquier catedrático, ser Rector.

Sobre el balance de gestión de su primera legislatura el propio Hermida se autoproclama salvador de la Universidad de León en asuntos económicos y se pone las medallas de la llegada del Instituto Confucio, así como del resto del proceso de internacionalización de la ULE. La oposición le acusa de no haber logrado gestionar bien la universidad en estos cuatro años y simplemente haber negociado un aplazamiento de las deudas.

Sus propuestas más llamativas en esta campaña electoral son la puesta en marcha en el Campus de Vegazana de las unidades de acceso y registro de la ULE, hasta ahora centralizadas en el edificio del Rectorado y el proceso para buscar el desarrollo de la universidad a través del campus virtual que permita buscar nuevos alumnos en sudamérica y, de paso, sanear las arcas de la institución leonesa. Un ambicioso proyecto para el que sería su último mandato.

Pero de salir reelegido, como todo el mundo sabe incluído él mismo, a partir del segundo año su figura se irá diluyendo por la nueva lucha de poder. Ése sería el momento de valorar su mandato, por lo que digan de él sus amigos y sus enemigos cuando ya sepan que se irá y no volverá (a ser Rector). Si todo esto ocurrirá lo sabremos en la tarde de este jueves 22 de marzo de 2012.

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