¿Cuánto pagan los universitarios?

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Según el estudio realizado lo que paga cada curso el estudiante de una universidad pública española es más de lo que pagaría en cualquier otro país de la UE21, con las únicas excepciones de Portugal, Holanda, Italia, Irlanda y el Reino Unido. Además la posición del sistema español de becas y subsidios a los estudios universitarios, con los datos disponibles, es uno de los más débiles entre los de los países referidos. Según los autores del estudio estos rasgos se reforzarán, previsiblemente, como consecuencia del Real Decreto-ley 14/2012 que, entre otras cosas regula los precios públicos universitarios y la financiación de las becas.

En este trabajo se analiza la financiación y los costes del sistema universitario español y mundial, con una referencia particular al catalán ya que la mayoría de los autores son de universidades catalanas. Consideran que la financiación de los servicios de enseñanza superior se plantea en términos distintos en los diferentes países. En un extremo se encuentran los países que definen la universidad como un servicio de carácter privado y de rendimientos estrictamente individuales: es el estudiante/usuario quien debe hacer frente a sus costes. Becas o créditos se definen como los mecanismos que permiten a los estudiantes asumir este gasto.

En otros países, se ha venido considerando que los estudios universitarios generan externalidades positivas tan importantes (en términos de cualificación profesional, de mejora del nivel cultural, de promoción de la igualdad social, etc.) que es el sector público quien los debe financiar. El estudio no detecta correlación entre los factores de riqueza o demográficos de los países y el modelo de financiación universitaria que adoptan, de lo que se debeconcluir que esta es una decisión de carácter más político y social que económico.

Consideran los autores que en España en general, ha prevalecido, al menos hasta el presente, una lógica de financiación predominantemente pública pero con una participación de los estudiantes, concretada en el pago de una matrícula por los estudios (habitualmente denominada “precio público”), que se acompaña de unas tasas específicas, vinculadas a aspectos laterales del proceso educativo (como la formación de expediente y la expedición de títulos) o de otros servicios prestados por las universidades (como el acceso a sus servicios informáticos, por ejemplo).

En España, el estudiante universitario paga, de media, entre el 19% y el 20% del coste de los estudios

Un estudiante paga en Castilla y León un 20,15% del coste de su matrícula

El estudio realizado abona la estimación de que los estudiantes universitarios españoles pagan, en promedio, entre el 19% y el 20% del coste de sus estudios. Este nivel de contribución es alto en términos comparativos con otros países de nuestra área cultural, especialmente teniendo en cuenta la inexistencia de becas-salario, el modesto nivel de las becas de estudios y su limitada cantidad.

En el caso concreto de Castilla y León cifran el pago en el 20,15% del coste calculado en el estudio, ligeramente por encima de la media nacional, situada en el 19,88%. Estas cifras contrastan con las desveladas por el consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, que situó el pago de los estudiantes en un 12%. La variación de las cifras se explica en la escasa concreción de los costes imputables a la suma total y a la ausencia de una contabilidad analítica con iguales criterios para los cálculos.

En el estudio se indica además que estamos lejos de tener un panorama uniforme de precios y tasas universitarias. El sistema hasta ahora vigente en España procede “en cascada”: el gobierno central fija los umbrales mínimo y máximo del incremento porcentual anual (que toma como base el incremento interanual del IPC, más un incremento porcentual variable), y es cada comunidad autónoma quien establece los precios y qué nivel de aumento aplicará. Finalmente, cada universidad puede decidir adicionalmente la incorporación, y la cuantía, de algunas tasas específicas.

En España, el precio para cursar un mismo estudio difiere entre comunidades autónomas hasta doblarse (grados) o triplicarse (másteres universitarios)

Así, si se considera el conjunto de España, lo que impera es una gran variabilidad en los precios de los estudios universitarios, sin una explicación clara de las variaciones observadas. Hay comunidades autónomas donde todos los estudios de grado tienen el mismo precio, y comunidades que los diferencian según el nivel de experimentalidad. Pero tampoco esta variable no es una guía segura: unos mismos estudios pueden tener niveles de experimentalidad diferentes en diferentes comunidades autónomas, o incluso en diferentes universidades de la misma comunidad. La consecuencia es una fuerte variabilidad en los precios de los mismos estudios, cursados en diferentes territorios: en cuanto a los grados, la oscilación es prácticamente de 1 a 2, y en los másteres universitarios (o “oficiales”), de 1 a 3.

En la última década, los precios han evolucionado al alza

Castilla y León se sitúa en la parte alta de los estudios universitarios

La introducción de la nueva estructura de los estudios universitarios derivada de la implantación del Espacio Europeo de Enseñanza Superior en el año 2008 (EEES o “plan Bolonia”) modificó la terminología, la duración de los estudios, etc. y, por tanto, no son realidades directamente comparables, pero se puede observar que, para unos mismos estudios, la implantación del EEES ha supuesto un incremento de costes, respecto del anterior esquema de 1er + 2o ciclos, superior al 10%. En el caso de los estudios oficiales de máster, los precios mínimos han crecido un 43% por encima del IPC desde su implantación hace cinco años y se han acercado progresivamente a los másteres más caros. Hay que anotar además la existencia de estudios de máster universitario (es decir, oficial), de carácter “especial”, con precios superiores a los fijados con carácter general, y que llegan, prácticamente, a duplicarlos.

Sólo los estudios de doctorado s ehan reducido de precio respecto del esquema anterior.Aun así hay que tener en cuenta que ahora los estudios de doctorado han perdido contenido docente y que sus costes actuales se limitan prácticamente a la tutela académica (cuyas tasas se han multiplicado por cuatro en los últimos cinco años).

Por último, se ha introducido una “penalización” para la segunda o ulteriores matrículas de una misma asignatura y, además, esta penalización ha ido aumentando: el recargo actual por la segunda matrícula en una asignatura es el mismo que se cobraba hace 10 años a partir de la cuarta matrícula (50%). La tercera matrícula ha pasado de costar un 40% más a costar 3 veces el precio de la primera.

El curso 2012-13 en España se producirá un cambio sustancial del sistema de precios

En este marco, el Real Decreto-Ley 14/2012, del 20 de abril (BOE del 21) puede representar un cambio en profundidad del sistema actual de fijación de precios. Por primera vez, se remiten los precios a los “costes de prestación del servicio” (costes que no están determinados con precisión y de manera homogénea). Los precios y tasas de matrícula pasan a tener quecubrir determinadas proporciones de estos costes: para los estudios de grado y para los másteres que dan acceso a profesiones reguladas, estas proporciones estarán comprendidas entre el 15% y el 25%, en caso de primera matrícula, y aumentarán progresivamente en matrículas ulteriores, hasta cubrir la totalidad de los costes en caso de cuarta matrícula. En otros tipos de másteres los precios cubrirán una proporción mayor de los costes: entre el 40% y el 50% y, para los estudiantes procedentes de países no integrados en la UE, el precio puede situarse en el 100% de los costes a partir de la primera matrícula.

En la actualidad, no se conoce el impacto de esta nueva normativa sobre los precios de matrícula aplicables el curso 2012-13. Al pie de la letra, incluso se podría producir una reducción de precios si el estudio tiene razón en su cálculo de costes, ya que estima que la proporción de los costes que el estudiante cubre actualmente es del orden del 20% (y el Decreto-ley admite cualquier valor en el intervalo 15% – 25%).

Pero parece más realista situarse en la hipótesis del mantenimiento de la tendencia creciente registrada en los últimos años. Fuentes gubernamentales han declarado que actualmente el estudiante cubre el 15% de los costes del servicio. En tal caso, la hipótesis máxima, 25%, significaría un incremento de precios del 66% respecto del curso 2011-12.

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