Solo uno de los cuatro incendios de Salamanca ha quemado ya más de 9.000 hectáreas

Incendio forestal de Monsagro en el termino municipal de Tenebrón (Salamanca). // Vicente / ICAL

Solo uno de los grandes e importantes incendios que castigan la provincia de Salamanca, el de Monsagro que llegó a Castilla y León desde Cáceres el pasado martes y que sigue activo y en nivel 2 desde entonces, ha calcinado ya aproximadamente 9.000 hectáreas, según informó la Junta de Castilla y León.

Se trata de uno de los 165 incendios forestales que la Comunidad ha sufrido en la última semana, con las dificultades para extinguirlos que está poniendo la ola de calor. Las temperaturas extremas y sostenidas, responsables de la “extraordinaria sequedad de la vegetación”, unidas a diversos ciclos de tormentas secas con aparato eléctrico, estarían detrás de la proliferación de incendios de los últimos días según la administración autonómica. En concreto, Burgos es la provincia con mayor número, aunque no los más graves, que se registran en Salamanca y Segovia.

El viernes fue la jornada más dura para el operativo de lucha contra incendios forestales de Castilla y León (Infocal), que tuvo que enfrentarse a 35 incendios en las nueve provincias de forma simultánea. Soria fue la única que no registró incidencias de gravedad.

Al de Monsagro, de Salamanca, se sumaron otros tres incendios más del mismo nivel de gravedad (2, el peor antes de dejar la coordinación de los efectivos al Gobierno): Navafría en Segovia y Roelos de Sayago y Figueruela de Arriba, ambos en Zamora. En una sola jornada el Infocal se enfrentó a cuatro niveles 2 y otros tres niveles 1, así como a decenas de incendios de nivel 0 distribuidos por todo el territorio de la extensa Comunidad.

Las labores nocturnas en el incendio de Monsagro, que comenzó el pasado lunes en la frontera de Salamanca y Cáceres, han permitido una evolución positiva. Las estimaciones actuales de superficie afectada se elevan al orden de 9.000 hectáreas. El operativo Infocal mantiene desplazados en la zona 10 técnicos, 14 agentes medioambientales, nueve cuadrillas de tierra, seis autobombas, seis bulldozer, seis helicópteros, cinco brigadas helitransportadas, un avión de carga en tierra y tres profesionales del camión del Puesto de Mando Avanzado que hacen un total de 340 personas.

Ademas, los medios del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) prestando apoyo son cuatro helicópteros, dos BRIF, cuatro hidroaviones y dos aviones anfibios. Por su parte, la Unidad Militar de Emergencias (UME) colabora con doce autobombas, dos bulldozer, dos helicópteros y 106 militares. Completan el despliegue de medios cuatro motoniveladoras y 25 bomberos de la Diputación de Salamanca y de los ayuntamientos de Lumbrales, Ciudad Rodrigo y Vitigudino.

Este cómputo no contempla el personal de relevos que se encuentra en periodo de descanso. La evolución durante el sábado fue “bastante favorable”, con pocas extensiones de perímetro gracias al trabajo de consolidación de la pasada noche. Solo ha sido reseñable una reproducción que ha complicado el trabajo en el entorno de Morasverdes.

La dispersión territorial y la simultaneidad de incendios están dificultando, detalla la Junta, las labores de extinción, a lo que se suma la baja humedad del combustible grueso, las altas temperaturas y la inestabilidad en capas altas de la atmósfera, lo que genera un incremento de la probabilidad de ignición, propagación y consolidación de los incendios.

Estos factores favorecen que los incendios desarrollen comportamientos convectivos con condiciones de propagación extremas y virulentas, “fuera de la capacidad de extinción durante largas fases del día e incluso de la noche”.

Una parte extraordinariamente alta de los incendios han sido producidos por rayos en tormentas secas. La otra causa más importante es la de labores agrícolas, como la de cosecha de cereal sin adoptar las debidas precauciones en un contexto de alerta o alarma meteorológica, concluye el comunicado.

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