Sopa de ajo al estilo leonés para combatir el frío

Sopa de ajo leonesa

Nuria V. Martín

¿Existe la sopa de ajo perfecta? No sé si perfecta, pero sí que en invierno una sopa caliente entra sola. Y la de ajo, al igual que la de trucha, es una de las míticas de la gastronomía leonesa.

Pero, ¿en qué se diferencia la sopa de ajos al estilo leonés con otra? Pues, para empezar, que no lleva jamón ni chorizo, pero si tomate. Pero no corramos tanto, mejor te digo cómo elaborarla y ya me dices tú si es o no uno de esos sabores que se graban en el paladar de la memoria.

Ingredientes para la sopa de ajo al estilo leonés

  • 6 Dientes de Ajo
  • 50 mls. Aceite Oliva para freír los ajos
  • 1 cucharada Aceite Oliva para cocer el tomate
  • 1/2 cucharadita Sal marina
  • 750 mls. Agua mineral si las quieres espesas, pero pon 250ml más de agua a hervir por si hay que añadir un poco más de caldo al final
  • 1 Tomate maduro sin piel
  • 1/2 cucharada de pimentón picantón (7,5 ml) o dulce (12,5 ml) según gustos
  • 150 grs Pan duro, mejor hogaza, cortado en láminas
  • 1 Huevo por persona (opcional)

Elaboración de la sopa de ajo al estilo leonés

En una olla, caldero, cazo o cuenco de barro pon agua a hervir. Truco, si echas la sal después, el agua hierve antes. Echa aceite y el tomate maduro pelado. Y cuando esté hervido, quítale la piel con cuidado, si no lo has hecho antes, lo machacas en el mortero. La pulpa la devolvemos al agua hervida y la reservamos.

En otra olla o recipiente cubrimos los ajos laminados, o majados en un mortero, con 50 mls. de aceite. Ojito que no se quemen, así que dóralos a fuego medio. Cuando ya estén rehogados, retiramos la olla del fuego y le añadimos sal gorda y pimentón. Picante o dulce a elección, pero si no tienen ese toque ‘alegre’ no serían las típicas de León.

Normalmente, las sopas de ajo al estilo leonés son más espesas. Pero si quieres que te queden caldosas, añade el pan al cazo donde has incorporado el tomate e integra la mezcla de la sartén al agua hirviendo.

Remuévelo bien para que se integren todos los sabores y es el momento de agregar el pan cortado en rodajas finas. De nuevo, volvemos a remover todo y añadimos poco a poco el caldo donde hemos hervido el tomate, así el pan se va embebiendo.

Como opción puedes integrar un huevo por comensal. Remueve la clara para que se mezcle con la sopa. Hora de tapar y dejar reposar cinco minutos. En ese tiempo el huevo se cuaja, la yema queda hecha, pero líquida, y la sopa lista.

Puede que esta receta te haya trasladado en un viaje sensorial a tu infancia o quizá tengas otra versión que quieras compartir con nosotros. Por favor, no te cortes, y haznos partícipes de tus gustos culinarios por las redes sociales.

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