Profesionales detrás de la barra en León

El mundo detrás de una barra de hostelería.

Nuria V. Martín

14 de marzo de 2025 08:30 h

Se acerca otro fin de semana y la provincia de León, imbatible en muchas cosas, también lo es en el número de bares y otros establecimientos de hostelería, encabezando siempre las estadísticas nacionales.

No hace muchos días se celebró el Día Mundial del Barman. Una figura esencial detrás de la barra para el sector de la hostelería. Y en eso también León debe reconocer el esfuerzo de esos profesionales que, con una mezcla de oficio, arte y psicología, sirven a los clientes mucho más que una bebida: regalan momentos inolvidables.

En León, la vocación de servir a los demás con una sonrisa tiene nombres propios que dan vida a los bares y locales más icónicos de la ciudad. Hoy nos colamos detrás de la barra para conocer a algunas de las muchas personas que, con dedicación y talento, han convertido estos espacios en auténticos refugios sociales.

Alejandro Melón, del Rebel Rock (calle Cascalería)

Abierto desde finales de noviembre de 2024, Rebel Rock es la culminación de la pasión de Alejandro Melón por la música y la hostelería. Con casi toda una vida tras la barra -desde los 18 años-, este barman leonés ha transformado su nuevo local en un homenaje a los clásicos del rock.

Cada rincón del bar refleja su personalidad. Portadas de discos originales, como tributo a su padre coleccionista, decoran las paredes, creando una atmósfera cálida y envolvente gracias al uso de madera que mejora la acústica. Alejandro no deja nada al azar: “Aquí puedes hablar mientras disfrutas de buena música, sin necesidad de subir el volumen a niveles ensordecedores”, asegura.

Para él, ser barman va más allá de servir bebidas; es ser el alma de un espacio donde cada cliente encuentra su sitio. “He puesto todo mi corazón en cada detalle”, confiesa. Y la fidelidad de su clientela parece demostrar que su fórmula funciona de jueves desde las 18:30 a cierre y de viernes a domingo de 17 a cierre como una nueva opción de tardeo.

Patricia Llorente y Javi Herreras, del Taxman (calle Babia)

En el Taxman, Patricia Llorente y Javi Herreras dominan el arte de convertir cada consumición en una experiencia. Este bar, inaugurado en 2008, no sólo es un homenaje al cuarteto de Liverpool, sino un lugar donde la calidad y la atención al cliente son la prioridad. Con un enfoque en la calma y el disfrute pausado, Javi destaca: “aquí las cosas se hacen con cariño y sin prisas, desde el combinado más sencillo hasta una cerveza tirada al estilo alemán”. Su selección de cervezas artesanas rota semanalmente, asegurando siempre algo nuevo para sus clientes.

Pero lo que realmente marca la diferencia es el ambiente familiar. “Conocemos a nuestros clientes, sus nombres, sus gustos... Muchos de ellos ya son amigos”, asegura Patricia. En Taxman, la barra no sólo separa, también une.

Patry, del Black Bourbon (calle Puerta del Sol)

En la Sala Black Bourbon, la gerente Patry combina música en vivo y una barra donde el rock es rey. Este icónico local leonés celebra cada jueves sus famosas 'Jam Sessions', un evento que reúne a músicos y aficionados de todas las edades para compartir su pasión. Y es ya mítica su programación de conciertos, que la ha convertido en una de las principales salas de la capital leonesa para la música en directo.

Para Patry, la magia ocurre tanto sobre el escenario como en la barra, donde cada cliente encuentra una cerveza bien servida o un combinado preparado con mimo. “El rock aquí no sólo suena, se vive”, afirma con orgullo.

Lorenzo Iglesias, de Naguare (calle Cruz Roja)

Conocido como “el bar del morro”, lleva 20 años ofreciendo tapas de embutido y casquería. Lorenzo Iglesias, su dueño, trabaja cada día para mantener viva la esencia de este local, a pesar de los retos de la hostelería actual.

“Los clientes fieles son los que nos mantienen”, dice Loren, quien no se imagina dejar de lado a quienes han estado con él desde el principio. En su barra, la tradición es la reina, y cada tapa cuenta una historia de esfuerzo y dedicación.

Javier Fernández, de El rincón de Eras (avenida Reyes Leoneses)

Javier, tras 16 años en la hostelería, lamenta que a veces los camareros sean tratados como máquinas: “un 'buenos días' no cuesta nada”. Aunque reconoce que la buena clientela compensa todo, y él, con su sonrisa que nunca falla, ha conseguido unos parroquianos fieles y agradecidos en la zona de Eras. Donde ha instaurado los planes de música en directo.

María José Bayón, de La Somoza (calle Platería)

Defiende con pasión la esencia de los productos leoneses. En su restaurante de comida auténtica, Mariajo apuesta por ingredientes de diez, representando con orgullo la autenticidad de los sabores leoneses, y recordando a sus clientes que el respeto por el producto es la clave para disfrutarlo en su máximo esplendor. De hecho, dejarse caer por ahí es garantía de recibir de manera gratuita una masterclass de como se hace la cocina leonesa, y eso, sólo es gracias a su pasión.

Sergio Abán, del Culture Coffee (calle de la Guardia Civil)

Sergio y Sandra desde Culture Coffee elevan el arte del café en León, destacando a los baristas como protagonistas también de este día. Desde cafés clásicos como el cortado hasta innovaciones únicas como el “San Froilán”, infusionado en rosquillas, combinan ciencia y creatividad para ofrecer una experiencia sensorial única.

Su pasión les ha llevado a desarrollar técnicas avanzadas y a compartir su conocimiento mediante catas y cursos, siempre con el objetivo de conectar con sus clientes y convertir cada taza en un homenaje a las costumbres leonesas y al café de calidad. Y todo ello servido con una sonrisa y hasta un abrazo a su clientela más fiel.

Desde las tapas de casquería hasta los cócteles más elaborados, pasando por cafés gourmet, los camareros de León son los verdaderos protagonistas de la vida social de la ciudad. Con historias que se mezclan entre copas y anécdotas, su trabajo bien merece un brindis.