Moda sostenible 'made in León': los jóvenes leoneses que desarrollan marcas de ropa desde la provincia
Inditex, epítome de la conocida como 'fast fashion' (moda rápida), es la empresa del sector textil con más peso de España y una de las marcas más cotizadas a nivel mundial. La moda rápida se caracteriza por el suministro constante y a precios muy bajos de prendas de ropa; un consumo que atrae especialmente a las generaciones más jóvenes con menor poder adquisitivo. Sin embargo, estas generaciones son las mismas que se sienten cada vez más concienciadas con el cambio climático y cómo sus hábitos de consumo pueden afectar al planeta. Desde León, dos marcas de ropa creadas por jóvenes nacen promoviendo valores más sostenibles en el sector textil.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, las compras de textiles en la Unión Europea en 2020 generaron alrededor de 270 kilos de emisiones de CO2 por persona. A este dato hay que sumar otro facto que hace que el sector textil implique una amenaza ambiental. La moda rápida, para producir en grandes cantidades, se abastece de materiales plásticos, que provocan que, al lavarse una prenda sintética, se desprendan microplásticos. Una sola carga de ropa de poliéster puede verter 700 000 fibras microplásticas que pueden llegar a la cadena alimentaria.
La calidad como valor
Nuevas marcas tratan de combatir estos datos elaborando una menor cantidad de prendas y tratando que estas se hayan fabricado con tejidos naturales como el algodón o el lino. Arturo y Luis son dos jóvenes leoneses de 23 años, estudiantes, que comenzaron hace un año y medio con su marca, Legium, como un hobby pero con la clara intención de que su proyecto aportase algo de valor: “Trabajamos con proveedores que nos certifican que el material es 100% reciclado u orgánico, que no sean fibras artificiales”, explica Arturo.
Estos dos jóvenes idean los diseños que luego se estampan y bordan en camisetas, forros polares, sudaderas, 'tote bags' (todo ello unisex) o bañadores. Durante est tiempo han sacado adelante cuatro colecciones con diferentes temáticas que no han renovado, porque ese es el objetivo de la marca: “A lo mejor hacemos 35 camisetas de una colección y una vez las hemos vendido todas ya no las hacemos más. Hay gente que nos pregunta por una camiseta o una sudadera pero nosotros hemos puesto en nuestros 'estándares' de la marca que no queremos hacer 'restore'. También eso intentamos que nos de un poco de exclusividad y que la gente sepa que si se compra una camiseta nuestra no se va a encontrar con cinco personas que lleven la misma”.
A través de su página web estos jóvenes gestionan los pedidos, que ya llegan de diferentes puntos de España y ya han vendido cientos de prendas: “Es verdad que el precio es más alto pero la calidad también lo es”, valora Arturo, que entiende los dos puntos de vista de los jóvenes a la hora de comprar ropa: “Como persona de 23 años veo que hay gente que te dice que se ha comprado una camiseta que le va a durar poco tiempo por 15 euros porque le ha gustado el diseño. Hay otra parte que puede estar un poco más concienciada y prefiere saber dónde se ha hecho, ver las etiquetas... Se gastan más dinero en una camiseta que les va a durar más tiempo”.
Otro de los objetivos de estos dos leoneses es tratar de aproximar lo máximo posible la producción de sus prendas a León, una tarea nada fácil teniendo en cuenta que existen menos opciones de proveedores de ropa, por lo que al menos tratan de que su origen sea nacional: “Lo sostenible está acompañado de lo local. Intentamos buscar empresas que no estén fuera de España y que además tengan certificados de sostenibilidad en las prendas”, explica Arturo sobre su proceso de trabajo, “Los bordados los hacemos Luis y yo en una máquina industrual, aunque es pequeña nos sirve para empezar, y los estampados nos los hacen en una empresa de León. Así que se podría decir que el 90% de la producción se hace en León”.
Mantener vivo un pueblo a través de la ropa
Producir y diseñar ropa desde León no es fácil y la cosa se complica más si se hace desde un pueblo. Sara Macho Vargas, de 31 años, lo hace desde Calaveras de Arriba, una localidad de una veintena de habitantes perteneciente al municipio de Almanza.
Esta restauradora de obras de arte, se dedica desde este pequeño pueblo a diseñar prendas para su marca La Madreña Moderna. Además, Macho Vargas también se dedica a la pintura y a los tatuajes, negocios que también mantiene desde Calaveras de Arriba. Sus camisetas, jerseys y sudaderas más recientes han sido elaboradas con algodón, para apostar por esa sostenibilidad que necesita el sector para dar un giro.
La Madreña Moderna nació como parte del objetivo de esta joven de volver al pueblo y de emprender desde el medio rural, tomando inspiración en otros que, como ella, han transitado el mismo camino. Ella también ha decidido apostar por las colecciones en las que se reflejan los valores de su marca: “He lanzado una colección inspirada en animales de la zona y ahora otra que habla de cómo el corazón está hecho de pedacitos, recuerdos, de lo que es el hogar”, cuenta esta joven.
Para ella, emprender no ha sido una tarea fácil pero, cuenta, el reto le ha servido de motivación: “Es novedoso diseñar ropa desde un pueblo porque no tienes referencias en las que basarte, pero eso para mí nunca ha sido un impedimento, de hecho me motiva a hacer un proyecto novedoso”, explica, “Además, aquí te sientes más arropada porque toda la gente te apoya y te conoce. Emprender es siempre difícil pero en la ciudad eres un número más y aquí eres una referencia para mucha gente”.
Para esta joven emprendedora, la marca responde también a su deseo por representar la cultura rural en la ropa y de poner a su pueblo en el mapa, a través de sus proyectos: “El 90% de mis clientes no han pisado nunca Calaveras pero es importante para mí que mi pueblo no muera porque cuando algo se recuerda sigue vivo. Y es como yo intento mantener vivo mi pueblo”.