El edificio Araú, uno de los emblemas del municipio de San Andrés del Rabanedo ubicado en Trobajo del Camino, seguirá sin uso pese a la pretensión del Ayuntamiento que lidera la alcaldesa Ana Fernández Caurel (UPL) de cederlo a la fundación UAPO, heredera de las actividades del fallecido médico Jesús Candel 'Spiriman', por la negativa de aprobar el cambio de uso que la oposición ha efectuado en comisión este jueves.
El proyecto estrella del equipo de gobierno de UPL del presente mandato, poner en funcionamiento el edificio que costó seis millones de euros públicos y lleva varado sin actividad desde que se hizo con se hizo con él en 1998, ha quedado aparcado por falta de informes urbanísticos que avalen el cambio de uso para su posterior cesión. Este cambio de uso es una condición del Ministerio de Vivienda, que puso el dinero para su rehabilitación hace una década, para que el Ayuntamiento pueda darle otra función distinta a la original planteada, buque insignia cultural del municipio. El Ministerio recordó a San Andrés del Rabanedo que el uso que se le de tiene que seguir siendo “público”, condición puesta para financiar su restauración. La alcaldesa ha defendido que no hay fondos en el consistorio para su puesta en marcha por el Ayuntamiento y que esta es una oportunidad para que se abran de una vez las instalaciones.
Partido Popular, PSOE, Vox e IU-Podemos han vetado la propuesta del equipo de gobierno de cambio de uso alegando falta de informes urbanísticos sobre el uso. UPL solo ha recibido el respaldo de Ciudadanos a ese cambio y si quiere volver a llevar la propuesta deberá pedir esos informes sobre el uso del edificio, que en todo caso deberá aprobarse definitivamente en una sesión plenaria.
Fue la pasada primavera cuando se hizo público la intención del equipo de gobierno leonesista de poner en marcha el edificio a través de un cesión a la Fundación UAPO, dedicada a ayudar a personas con tratamientos de cáncer. Un viaje de la alcaldesa a Granada para conocer las actividades de la fundación y faltar a un pleno le llevó críticas de la oposición, pero ha activado el proceso para que el edificio pueda acabar en manos de ese proyecto. Entre los negociadores de la operación figura en un excargo de confianza de UPL y “embajador” de la fundación UAPO. La entidad de momento ha declinado detallar el uso concreto del edificio así como inversión o empleo hasta que no avance el proceso administrativo.