Suárez-Quiñones visita cinco días después La Robla tras las 'inundaciones de carbón'

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitó en la noche de ayer viernes la localidad de La Robla, para interesarse y conocer el impacto de la riada de los últimos días que provocó la llegada a las calles de una marea de agua negra desde el pasado lunes.

Junto con el alcalde, Santiago Dorado -acompañados por concejales, miembros de la agrupación de voluntarios de Protección Civil, así como de la Guardia Civil-, visitó el casco urbano y el lugar de acceso a las instalaciones de mina a cielo de la empresa Hullera Vasco-Leonesa, desde donde procedía el agua torrencial arrastrada por las intensas lluvias de los últimos días a través del túnel del lavadero de carbón, que hizo de desagüe, lo que provocó la llegada a las calles del pueblo de una especie de marea de agua negra.

Suárez-Quiñones reconoció la complejidad de esos momentos, en los que se hizo “urgente y necesaria” la actuación inicial de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y posteriormente la Junta dispuso un operativo de medios humanos y materiales para conseguir que el agua fuera desviada al río y evitar su curso al pueblo.

La solución acordada fue la construcción de un dique a la altura de la balsa de decantación del túnel de la mina y la apertura de un desvío desde esa zona a un arroyo que desemboca en el río Bernesga para evitar la llegada del agua al casco urbano, “lo que ayudó a normalizar la situación de los habitantes de La Robla”, señala la Junta en un comunicado.

Estas actuaciones, añaden, fueron “determinantes y satisfactorias para el municipio, sobre todo ante la persistencia de las lluvias en días posteriores y futuros y para evitar que dichas aguas vuelvan a las calles de La Robla”. Juan Carlos Suárez-Quiñones manifestó el agradecimiento de todo el operativo y los profesionales y personas que han colaborado en la solución.