¿Qué harías si te tocase la lotería? Es una de las preguntas que cualquiera se ha hecho a lo largo de su vida. Saldar deudas, abandonar tu trabajo, comprar una casa en el Caribe, hacer un crucero por todo el Mediterráneo, ahorrar, despilfarrar… Las respuestas resultan, en ocasiones, surrealistas porque quien responde es consciente de que la posibilidad de poder cumplir esos deseos es muy baja; al menos si depende del azar de los premios de lotería. Sin embargo, la probabilidad nunca es nula. El Sorteo del Niño ha dejado su premio Gordo íntegramente en la ciudad de León, concretamente en el centro comercial El Corte Inglés.
Han sido 200.000 euros por cada décimo correspondiente con el número 78908, por lo que en total (ya que Loterías ha confirmado que se vendieron 469 décimos con ese número), en la provincia de León se repartieron 93,8 millones de euros solo del primer premio. Aunque el centro comercial se asocia habitualmente a compradores de renta media o alta, el premio se ha repartido entre clientes habituales, vecinos de la zona y trabajadores de El Corte Inglés.
¿Qué harán con ese dinero las personas que han resultado premiadas y cómo puede repercutir en la ciudad y en la provincia? Esa pregunta fascina también a los investigadores que se preguntan cuál es la realidad de aquellos que, efectivamente, logran ganar la lotería. Dos estudios publicados por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y Esade tratan de explorar la realidad de estas personas después de obtener premios como el que ha caído este domingo en León.
¿Cómo afecta una lluvia de millones?
Uno de los estudios que ha identificado una serie de patrones es el de Fedea, publicado en septiembre de 2024 por los profesores de la Universidad de Zaragoza Julio López-Laborda, Jaime Vallés y Anabel Zárate. En este informe, los profesores señalan que en España las personas que han resultado premiadas en la Lotería usan sus premios para mucho más que saldar deudas.
El estudio de Fedea señala que ya antes se ha demostrado que los premios de Lotería en España suelen estar muy agrupados geográficamente y que cuando toca en una provincia, altera el comportamiento de los habitantes no premiados, de forma que incluso ellos se vuelven más optimistas y aumentan su intención de consumir bienes duraderos.
En un estudio anterior realizado en 2023 se demostró que casi el 85% de la población española adulta participa en España en algún juego de azar entre 2017 y 2021, siendo la lotería de Navidad en la que más población participa (un 74% de media), seguida de la lotería del Niño (un 42%), la lotería primitiva (un 38%) y los cupones de la Organización Nacional de Ciegos Españoles, ONCE (el 25%). Sin embargo, en provincias como León el sorteo del Niño es el más popular, ya que la leonesa es la provincia de toda Castilla y León en la que más dinero se gasta en participaciones de este sorteo.
Ganar 200.000 euros provoca que las personas se replanteen gran parte de su vida, no solo laboral, sino también personal. El estudio de Fedea demuestra que el premio empuja a los beneficiarios a casarse, aunque no a divorciarse, a tener hijos o a mudarse a otro municipio. Este aspecto es relevante para provincias como León, ya que puede darse que la persona premiada decida mudarse a un municipio en las que sus expectativas de trabajo y nivel de vida sean mayores, pero también puede ser que si, como el estudio de Fedea cita, se reduce la actividad laboral, el cambio de residencia se produzca a municipios de origen, generalmente de menor tamaño poblacional, como sería el caso de León. De esta forma, el premio del sorteo del Niño podría suponer un retorno a la provincia para aquellos afortunados que hayan sido premiados y puedan permitirse regresar a su lugar de origen.
Otro de los estudios es el realizado por el profesor adjunto de Esade Vicente J. Bermejo, junto con Miguel A. Ferreira (Universidade Nova de Lisboa), Daniel Wolfenzon (Columbia University y NBER) y Rafael Zambrana (Université de Notre-Dame), quienes analizaron la información relativa a los ganadores de la lotería de Navidad para estudiar cómo afectan estas ganancias inesperadas a la iniciativa empresarial.
La investigación, que abarca el periodo de 1994 a 2016 en cada una de las 50 provincias españolas, revisó la información económica de más de 2,5 millones de empresas españolas públicas y privadas. En ella descubrieron que en las provincias que suelen ser ganadoras la actividad empresarial aumenta. Sin embargo, según los datos de este estudio, León es una de las provincias de España que menos premios obtiene en la lotería de Navidad, con premios que rondan entre los 0,90 y 17,63 euros per cápita, a pesar de que los ciudadanos invierten entre 45,12 y 54,58 euros por cabeza.
Por otro lado, en el caso de las provincias que suelen ser ganadoras por cada premio de 1.000 euros por persona, la creación de empresas aumentó 0,29% y la creación de empleo por parte de startups aumentó 3,3%. Con el aumento de la renta disponible de 3.760 euros por persona, se crearían 271 nuevas empresas por provincia y año, lo que supone aproximadamente el 13% de la media anual. El mismo aumento de dinero disponible se traduciría en 1.000 nuevos puestos de trabajo, un incremento anual del 16%. Además, el estudio señala que, en general, las empresas creadas en las provincias ganadoras “eran más grandes, pagaban sueldos más altos, eran más rentables y sobrevivían más tiempo”.
¿Siguen trabajando las personas premiadas?
El estudio de Fedea demuestra que los premiados reducen ligeramente su trabajo tras la obtención del premio (en un 1,66% en el caso del trabajo salarial y 0,77% en caso del empresarial) por cada 100.000 euros de premio. De esta forma, el premio se convierte en el sustituto de la renta principal de las personas agraciadas con premios de este tipo.
De hecho, sucede un fenómeno interesante; la sustitución del trabajo para convertir el dinero obtenido en la Lotería en principal fuente de ingresos es mucho mayor cuando la cantidad del premio es más pequeña y se concentra en mujeres, no casadas y sin hijos. Ocurre algo similar entre personas con ingresos bajos y de más edad, también entre los autónomos con ingresos más elevados y más jóvenes. Sin embargo, no parece que los premios afecten significativamente a las rentas de pensionistas y prestaciones por desempleo.
En general, el estudio revela que los premios inducen a los asalariados a dejar de trabajar por cuenta ajena, especialmente si son mujeres, no tienen hijos, están más cerca de la jubilación, tienen poca renta y el premio es pequeño. No obstante, hay que destacar que ciertos perfiles de premiados (hombres, con hijos, cercanos a la edad de jubilación y con renta elevada) deciden emprender. Además, el premio afecta también al comportamiento de los cónyuges, que parecen reducir su oferta laboral tras la obtención del premio.
¿Qué se hace con el premio?
El dinero del premio, en principio, se ingresa en un depósito bancario y se emplea en los años posteriores a invertir en activos inmobiliarios y financieros (especialmente para adquirir una vivienda habitual y fondos de inversión), además de cancelar deudas. La inversión en activos financieros es un reflejo inmediato para la mayoría de los agraciados, al contrario que la inversión en inmuebles, algo que requiere su tiempo y sigue presente incluso cuatro años después de haber obtenido el premio. Una excepción en este sentido es adquirir una propiedad como vivienda habitual, algo que sucede en los primeros años.
Otra de las respuestas, especialmente en las personas de una edad más avanzada es renunciar a sus rentas salariales y abandonar por completo su trabajo por cuenta ajena. Sin embargo, según el estudio de Fedea, esto no significa que dejen de trabajar, ya que en muchos casos se muestra un aumento de actividades empresariales nuevas como autónomos entre estas personas. Un efecto que, curiosamente, parece frenarse entre los agraciados más jóvenes.