Palacios de la Valduerna bendice entre sus gentes la restauración de La Panerica

Alrededor de un centenar de personas, tanto de Palacios como de la comarca, a pesar de la fría y lluviosa mañana, asistieron ayer al acto de “puesta del ramo” y bendición de las obras de restauración de La Panerica, en Palacios de la Valduerna.

El acto fue introducido por Maribel Martínez Alija, la presidente de El Embrujo de la Valduerna, promotora de la restauración, en su intervención hizo un recorrido desde el inicio del proyecto a su culminación en el día de ayer y agradeciendo la colaboración económica de instituciones tanto privadas como públicas, como de empresas de la comarca y números particulares, cuyos nombre han quedado grabados en una placa, como testimonio ante la Historia.

Luisa Arias, Secretaria de la Fundación Conrado Blanco, institución que ha colaborado en el proyecto, explicó en su intervención la estrecha relación y el interés que por Palacios tuvo Conrado Blanco desde que, con nueve años, hizo su primera visita a la Villa en una bicicleta que le habían regalado, felicitando a El Embrujo por el trabajo realizado y animándole a seguir con esa ilusión e interés por la difusión de la cultura no solo de Palacios, sino de la comarca valdornesa.

Por la instituciones pública, intervino Sergio Cabello por el Ayuntamiento de San Cristóbal de la Polantera exponiendo los motivos por lo que su Ayuntamiento colaboró con el proyecto y terminando con ¡ojala en San Cristóbal pudiéramos tener un centro como este.

José Luis Pérez (RAJORSA) intervino en representación del mundo empresarial contando como había decidido colaborar al conocer el proyecto por cuya realización felicitaba a El Embrujo al que deseaba le los mayores éxitos en su gestión.

Aureliano Sancha, párroco de Palacios de la Valduerna y principal valedor de este proyecto felizmente terminado ante el obispado de Astorga, cerró el turno de intervenciones con un emotivo discurso en el que dijo a los asistentes “os preguntaréis que pinta un cura en todo esto” para responder que era un defensor de la cultura popular, de las tradiciones de los pueblo que la idea que El Embrujo le había expuesto casi un año antes, era coincidente con esa protección, defensa y conservación del patrimonio cultural, por lo que la trasladó a sus superiores con el resultado que hoy se puede ver, y que es un ejemplo de maridaje entre la cultura y la Iglesia, con un resultado que, aunque inicialmente se presentaba como difícil, la ilusión, trabajo y entrega de El Embrujo lo ha hecho posible.

Tras la bendición de las instalaciones, hubo “corrobla” en la que quiso colaborar el tiempo, pues cesó de llover mientras duró.