Murias de Paredes se indigna por un desvío de 27 kilómetros en la comunicación con Villablino
El Ayuntamiento de Murias de Paredes, en la comarca de Omaña, se encuentra actualmente con un hándicap que provoca “indignación” a los vecinos y a los representantes municipales, después de que un derrumbe en la carretera principal en su conexión “vital” con Villablino, la LE-493, haya hecho que la Junta de Castilla y León corte la comunicación por esta vía, dejando sólo una alternativa que obliga a circular a lo largo de 27 kilómetros por una carretera alternativa en un estado “desastroso”.
Así lo denuncia la alcaldesa de Murias de Paredes, Carmen Mallo, que censura el hecho de que “en el Ayuntamiento no se ha recibido absolutamente ninguna notificación que nos aclare o nos dé luz para comunicárselas a los vecinos del pueblo”, que ahora tienen que circular entre baches y por una carretera de apenas un carril que va desde Los Bayos a Cabrillanes, en la comarca de Babia.
La regidora asegura que se corta la carretera a la altura del Villar “por desprendimientos que ya son conocidos por todas y todos nosotros” en la zona, y la Junta de Castilla y León, titular de la carretera provincial, “se limita a cerrarla, sin importar ni quién transita, ni quién la necesita”, incluso por razones de emergencia“. ”Deberían buscar opciones alternativas, una opción viable que permita hacer cortes intermitentes a la vez que se trabaja“, pero la única opción es realizar el trayecto a lo largo de 27 kilómetros de una carretera de titularidad provincial que no tiene condiciones dignas, denuncian.
“Pónganse a trabajar y busquen alternativas, estamos hartos de ser los destinatarios permanentes de todas las dificultades”, afirma la alcaldesa, que recuerda que a estos problemas de comunicación se suman otros de telecomunicación básica en la zona: “Las conexiones a la red de internet fallan constantemente y los vecinos y las administraciones nos encontramos desamparados y sin posibilidad alguna de tener acceso a los servicios elementales”.
Malo asegura que “estamos hartas y hartos del poco respeto que se le tiene a la gente que vive en estos territorios”, porque por casos como este del corte de la carretera principal se demuestra, a su entender, que “evidentemente a nadie le importa las personas que necesiten del servicio del autobús público para ir a hospitales u otras gestiones necesarias, y hablamos de personas mayores que viven en esas zonas que con tanta frivolidad definen como despobladas y que son incapaces de apoyar y buscar una sola solución eficaz que pueda solventar la despoblación”.
