El reloj cuenta hacia atrás para Pilar García, una anciana vecina de la villa de Cistierna que lo mira cada poco para comprobar como inexorablemente se acerca el momento en el que este próximo lunes 6 de marzo, a las nueve y media de la mañana, tenga que abandonar la que ha sido su casa de siempre, en la que vivió con su difunto marido, a causa de una sentencia judicial que sus allegados no dudan en considerar “injusta”, como poco.
No se trata de un desahucio, como se ha querido entender. Pero de facto lo parece. Porque un viejo litigio familiar, que se originó por una denuncia de parte de la familia de su marido a causa de un trastero, una carbonera que fue cedida a una hermana de su hoy difunto marido, ha hecho ahora que esa parte de la familia haya conseguido una sentencia favorable por la que Pilar pierde ese trastero.
Son apenas cuatro metros. Pero en esos cuatro metros se concentran los servicios más básicos para que la casa (de 45 metros a su vez) sea habitable, porque en la carbonera se concentran los servicios de desagüe, agua potable y calefacción. Sin ellas, imposible vivir.
Los familiares de esta mujer, hoy desesperada, recuerdan que su causa fue ganada en primera instancia en el Juzgado de Cistierna, pero el recurso que se elevó a la Audiencia Provincial no tuvo igual suerte. Y, sin entrar en que la letrada echara toda la posible carne legal en el asador, el caso es que esta última sentencia pone la fecha del próximo lunes para que la mujer pierda la posibilidad de estos servicios básicos.
Por eso, se han puesto en marcha dos iniciativas, por si las gestiones que intenta realizar el Ayuntamiento de Cistierna no surten efecto a tiempo: en primer lugar, una concentración este próximo lunes frente al domicilio en el que Pilar ya no podría volver a vivir; y también una campaña de recogida de firmas de apoyo en esta plataforma Change.org, que en muy pocos días ha conseguido llegar a 2.600 personas.
El Ayuntamiento, dispuesto a tramitar el asunto
El Ayuntamiento de Cistierna se muestra “totalmente dispuesto, como no puede ser de otra manera” a tramitar “con arreglo a la normativa” la imprescindible autorización para la obra que pondría una solución a este caso, ejecutando la reforma que haga que los tubos pasen por otra zona; aunque las mismas fuentes indican que aún no se ha solicitado el inicio de este trámite previo a las obras.