Tiempo de magostos

castañas el bierzo

Antonio Vega

Castañas y fuego son los dos elementos esenciales del magosto. Una combinación cuyos orígenes se pierden a través del tiempo para dar lugar a una de las tradiciones más arraigadas en muchas comarcas leonesas, en aquellas que tienen castaños o bien la compra-venta de castañas era, y es, un apreciado comercio.

El magosto es mucho más que una reunión familiar o de amigos para compartir viandas, es un punto de encuentro donde las historias fluyen y la melancolía que asociamos al otoño puede llegar a apoderarse de sus participantes.

Para realizar un magosto tradicional no son necesarios muchos elementos: las castañas, fuego y un tambor o una sartén para poder asar las castañas y sacar ese sabor inconfundible tras haber pasado por el calor. Recuerda que para evitar la explosión de las castañas es necesario hacerlas un corte en la piel que las deje “respirar”. Es imprescindible acompañarlas de vino, cuya versión más añeja era vino caliente con miel, o quizás unos chorizos y unas peras carujas, que también pueden asarse en el tambor para sacar su lado más dulzón.

Otra cosa que no puede faltar son las historias y leyendas, que como en toda reunión social se convierten en un punto importante de unión entre sus participantes. Un momento para recordar las más antiguas de la zona e impedir que los avances tecnológicos acaben con la tradición oral de las comarcas leonesas.

Y un buen magosto tiene que terminar con todos sus participantes con la cara tiznada con los restos de la hoguera, para que a la vuelta a casa se sepa dónde se ha estado y qué se ha comido, como señal de haber pasado un buen rato en agradable compañía.

Si el tiempo es desapacible y optamos por hacer el magosto en casa siempre podemos asar las castañas encima de una cocina bilbaína de toda la vida. Su sabor no es el mismo pero es parecido a que sufran el fuego dentro de un tambor. En Youtube, no obstante, podemos encontrar cómo asar castañas en el microondas o en sartenes en las modernas cocinas vitrocerámicas.

Dice una de las leyendas bercianas sobre los magostos que una vez asadas las castañas, no debe apagarse la hoguera para que el rescoldo se vaya extinguien­do lentamente y que puedan calentarse las almas del purga­torio, ya que el magosto es uno de los eventos fijos en estas fechas del puente de Todos los Santos.

¿Te animas a hacer un magosto?

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