En octavo día del incendio forestal del Teleno, la situación que se vive en la comarca de Maragatería no es todavía esperanzadora, antes al contrario. De hecho, por fin fuentes oficiales han ofrecido una estimación fiable de la superficie arrasada hasta el momento, que alcanza las 4.000 hectáreas. Esta cifra lo sitúa con mucho en el peor incendio de este verano en la provincia, multiplicando por cuatro el sufrido en Boca de Huérano.
Por ello, el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), reunido esta mañana, mantiene el nivel 2 de peligrosidad sobre 3 de máximo. Según la Delegación Territorial de la Junta que lo preside, en la actualidad preocupan dos sectores. Por un lado, el noroeste, llamado el Pico del Teleno, en la parte más alta, donde no existe cortafuegos en el perímetro del recinto militar. En esta zona, de peor acceso por tierra, y detrás de la que hay una amplia masa arbolada de pino, se “han dispuesto medios aéreos para atajar el incendio si se sale del Campo de Tiro” de propiedad del Ministerio de Defensa.
La otra zona de peligro es la este. Allí las llamas, dentro aún del Campo de Tiro, avanzan con fuerza en esa dirección y amenazan con rebasar el límute. Por eso, la delegada territorial, Ester Muñoz, asegura que han pedido una medida extraordinaria al Ejército, “permiso para situar a medios dentro del perímetro del Campo de Tiro, en los propios cortafuegos hechos”.
En concreto allí están los efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), esperando a ver cómo reacciona el fuego a lo largo del día, sobre todo en las horas centrales. “Los trabajos de hoy se centrarán en repasar los cortafuegos ya existentes para evitar el avance del fuego”, detallan desde la Junta. Al igual que ayer, en la zona de Filiel todavía siguen dándose pequeñas reproducciones, “pero permanecen los medios vigilantes para actuar cuanto antes”, mientras la zona de Boisán y el sur no presentan problemas “en estos momentos”, concluyen.
De ahí que el operativo, que sigue formado por más de cien personas y esta mañana siete medios aéreos, se afanen en las últimas horas, como ayer por la noche, en reforzar esos cortafuegos y tratar de alejar el riesgo más directo de expansión del siniestro forestal originado por un rayo el martes 23 de agosto en el municipio de Luyego de Somoza.
Como novedad en los medios dispuestos para el operativo, los tres aviones anfibio del Ministerio se están afanando principalmente en 'atacar' con agua por aire la zona oeste.
La Junta recuerda que se trata de un incendio “muy complicado” y que durante los primeros días estuvo bajo la competencia del Ejército y el Ministerio de Defensa hasta la madrugada del lunesm que fue cuando la Junta de Castilla y León se hizo cargo del mismo al pasar al nivel 2 de peligrosidad debido a que salió de su perímetro y se puso en riesgo entonces la localidad de Boisán, aunque no se desalojó.
“La complejidad viene dada porque se está quemando una zona del Campo de Tiro donde hay proyectiles, con un perímetro de 36 kilómetros y al que no se puede acceder ni por tierra ni por aire, por lo que no se pueden hacer maniobras para atajarlo. Lo único que pueden hacer los efectivos es esperar al incendio desde el borde del perímetro, desde los cortafuegos existentes, y aplacar el fuego cuando llega”, detalla Muñoz.
Controlado el incendio de Montrodo
Por otra parte, la Junta de Castilla y León da ya por controlado el incendio declarado a las 14.27 horas de este pasado martes en la localidad de Montrondo, en el término municipal de Murias de Paredes. En él trabajaron este miércoles dos agentes medioambientales, un bulldozer, una autobomba y una cuadrilla de tierra. La administración autonómica informa que se produjo por un rayo y está pendiente de perimetración.
Además, los efectivos de extinción de incendios han sofocado ya el declarado también este pasado día en Olleros de Alba en La Robla después de quemar 0,25 hectáreas de pasto y otros tres incendionados, uno en Trascastro (Peranzanes) que quemó dos hectáreas de matorral y media de robles, otro en Iglesia del Campo (Toral de los Vados) que hizo arder 0,03 hectáreas de zarzas y el último en San Andrés de Montejos (Ponferrada) que quemó 0,04 hectáreas de otras superficies.